/ martes 6 de septiembre de 2022

90 Minutos | De Vuelta a lo nuestro

Como dice la canción, ya vine de donde andaba. Tras nuestro a estancia en Mazatlán y luego de asuntos familiares que atender que eran prioritarios, de nueva cuenta aquí para dar cuenta de algunos comentarios que nos llevarán algunos días que desempolvar, entre ellos algunos relacionados con las ligas de veteranos, luego con el balompié profesional, en el que desafortunadamente el arbitraje ha sido motivo de mucha polémica y, finalmente un poco del cumplimiento de otro objetivo sobre el libro Un Siglo de Fútbol en Sinaloa.

Ahora, vayamos por partes: hoy lo concerniente a hechos sucedidos en las ligas polillas.

Para empezar, un tema para nada agradable, nos referimos al fallecimiento del jugador y catedrático del Tecnológico de Culiacán, Rodrigo Rojas, jugador del equipo Seisa, quienes como de todos es conocido, falleció en plena acción en los campos de SAGARPA. Si bien fue llevado aun con un hálito de vida al hospital, la verdad de las cosas es que fue en la cancha donde perdió la batalla.

El domingo antepasado, durante los festejos de los cien años de fútbol en Sinaloa, en donde terminamos la gira de la presentación del libro Un Siglo de Fútbol en Sinaloa, también se efectuaron un par de cuadrangulares entre veteranos. En el inter de un juego y otro, tuvimos una brevísima plática con Rodrigo, quien de manera muy amable se acercó a nosotros y tras un breve saludo, nos manifestó una felicitación y de nuestra parte, más allá de agradecerle su gesto le dijimos: “gracias ¿todo bien?”. “Sí, aquí echándole ganas” fue su contestación. Fue todo, de ahí en adelante lo vimos en acción. Fue sin duda el jefe de la zaga de su equipo.

Lejos estábamos de imaginar que una semana después, dejaría de existir producto de un infarto. Muchas preguntas sin respuestas, empezando porque se trataba de una persona muy disciplinada, por lo menos eso lo manifestaron todos quienes lo conocían; sin antecedentes cardiacos según su electrocardiograma y menos sin vicio alguno. Como podemos ver, un electrocardiograma, que se toma en estado de reposo, suele no ser suficiente, algo que todos lo sabemos, pero que, por el costo de una prueba de esfuerzo, esto no está al alcance de cualquiera. Rodrigo, no manifestó previamente, como si lo fue el así el de Antonio Vidal, del mismo equipo, algún indicio de tener problemas en su corazón. Probablemente que, con la temperatura y la humedad hubo un sobre esfuerzo que no soportó la carga.

Es un mensaje más para que cada persona que practique deportes que requieren de mucho esfuerzo, sea responsable de sí mismo de su salud. Nos han llegado no pocas opiniones sobre el tema, en su mayoría con los mismos argumentos de siempre, diferentes entre sí, pero no distintos a los ya tratados.

Durante las reuniones de presidentes que integraron el comité de salud, no solo se aprobó la entrega de electrocardiogramas, también estudios sanguíneos completos, dado que en ellos se establece si por ahí hay alguna deficiencia que recomiende al paciente tomar cartas en el asunto, entre ellos el exceso de triglicéridos. Hasta donde sabemos, solo han cumplido con el tema del electro. En ambos casos los documentos tienen que ser valorados por los expertos, en este sentido, en Salud Digna, los entregan ya con el dictamen de los especialistas, es decir, no hay pero que valga y además muy económicos, porque con la credencial del INAPAM hay descuento especial.

Y a otra cosa.

Nos parece increíble que, en el balompié de veteranos, más allá de la costumbre de pagarle a determinados jugadores por abajo del agua, aunque es del dominio de todos, actos de mayor corrupción estén a la orden del día. Jugadores expulsados con roja directa, aparecen en la cédula expulsados por dos amarillas, producto de negociaciones al margen de la legalidad. Peor aun algunas decisiones de las ligas, porque en un caso, como el arriba apuntado, sancionaron al silbante del duelo inhabilitándolo, mientras se investiga si hubo o no una falla. Esto es insólito, exactamente como pasa en la justicia mexicana: en lo que se investiga, se castiga al presunto infractor, pero se deja libre a los otros actores de la corrupción, tanto al jugador como a su representante. Componendas que son de dar vergüenza.

Nos vemos mañana

Antoniovelazquez13@hotmail.com

Como dice la canción, ya vine de donde andaba. Tras nuestro a estancia en Mazatlán y luego de asuntos familiares que atender que eran prioritarios, de nueva cuenta aquí para dar cuenta de algunos comentarios que nos llevarán algunos días que desempolvar, entre ellos algunos relacionados con las ligas de veteranos, luego con el balompié profesional, en el que desafortunadamente el arbitraje ha sido motivo de mucha polémica y, finalmente un poco del cumplimiento de otro objetivo sobre el libro Un Siglo de Fútbol en Sinaloa.

Ahora, vayamos por partes: hoy lo concerniente a hechos sucedidos en las ligas polillas.

Para empezar, un tema para nada agradable, nos referimos al fallecimiento del jugador y catedrático del Tecnológico de Culiacán, Rodrigo Rojas, jugador del equipo Seisa, quienes como de todos es conocido, falleció en plena acción en los campos de SAGARPA. Si bien fue llevado aun con un hálito de vida al hospital, la verdad de las cosas es que fue en la cancha donde perdió la batalla.

El domingo antepasado, durante los festejos de los cien años de fútbol en Sinaloa, en donde terminamos la gira de la presentación del libro Un Siglo de Fútbol en Sinaloa, también se efectuaron un par de cuadrangulares entre veteranos. En el inter de un juego y otro, tuvimos una brevísima plática con Rodrigo, quien de manera muy amable se acercó a nosotros y tras un breve saludo, nos manifestó una felicitación y de nuestra parte, más allá de agradecerle su gesto le dijimos: “gracias ¿todo bien?”. “Sí, aquí echándole ganas” fue su contestación. Fue todo, de ahí en adelante lo vimos en acción. Fue sin duda el jefe de la zaga de su equipo.

Lejos estábamos de imaginar que una semana después, dejaría de existir producto de un infarto. Muchas preguntas sin respuestas, empezando porque se trataba de una persona muy disciplinada, por lo menos eso lo manifestaron todos quienes lo conocían; sin antecedentes cardiacos según su electrocardiograma y menos sin vicio alguno. Como podemos ver, un electrocardiograma, que se toma en estado de reposo, suele no ser suficiente, algo que todos lo sabemos, pero que, por el costo de una prueba de esfuerzo, esto no está al alcance de cualquiera. Rodrigo, no manifestó previamente, como si lo fue el así el de Antonio Vidal, del mismo equipo, algún indicio de tener problemas en su corazón. Probablemente que, con la temperatura y la humedad hubo un sobre esfuerzo que no soportó la carga.

Es un mensaje más para que cada persona que practique deportes que requieren de mucho esfuerzo, sea responsable de sí mismo de su salud. Nos han llegado no pocas opiniones sobre el tema, en su mayoría con los mismos argumentos de siempre, diferentes entre sí, pero no distintos a los ya tratados.

Durante las reuniones de presidentes que integraron el comité de salud, no solo se aprobó la entrega de electrocardiogramas, también estudios sanguíneos completos, dado que en ellos se establece si por ahí hay alguna deficiencia que recomiende al paciente tomar cartas en el asunto, entre ellos el exceso de triglicéridos. Hasta donde sabemos, solo han cumplido con el tema del electro. En ambos casos los documentos tienen que ser valorados por los expertos, en este sentido, en Salud Digna, los entregan ya con el dictamen de los especialistas, es decir, no hay pero que valga y además muy económicos, porque con la credencial del INAPAM hay descuento especial.

Y a otra cosa.

Nos parece increíble que, en el balompié de veteranos, más allá de la costumbre de pagarle a determinados jugadores por abajo del agua, aunque es del dominio de todos, actos de mayor corrupción estén a la orden del día. Jugadores expulsados con roja directa, aparecen en la cédula expulsados por dos amarillas, producto de negociaciones al margen de la legalidad. Peor aun algunas decisiones de las ligas, porque en un caso, como el arriba apuntado, sancionaron al silbante del duelo inhabilitándolo, mientras se investiga si hubo o no una falla. Esto es insólito, exactamente como pasa en la justicia mexicana: en lo que se investiga, se castiga al presunto infractor, pero se deja libre a los otros actores de la corrupción, tanto al jugador como a su representante. Componendas que son de dar vergüenza.

Nos vemos mañana

Antoniovelazquez13@hotmail.com