/ lunes 30 de septiembre de 2024

90 Minutos | Póstumo: En memoria de Rafael Borbón Ramos

Bien dicho el dicho: “cosechas lo que siembras” y la biblia anota, en relación con esto mismo: “lo demás vendrá por añadidura”. Queda claro que, en estas dos frases, es lo que cada ser humano obtiene por sus acciones, sin que esta sea la meta u objetivo buscado. El trabajo honesto, desde luego para tener una vida digna, lleva a otros que consisten en retribuir a la sociedad, lo que esta nos ha dado, ello tarde que temprano será reconocido por propios y extraños y con ellos el placer de ver que el esfuerzo, no sacrificio, no es en vano y ha trascendido para el bien social.

Creo, desde mi punto de vista muy personal, que fue en resumen lo que sentimos muchos de quienes estuvimos en el homenaje póstumo a nuestro amigo Rafael Borbón Ramos, cuyo repentino fallecimiento, cayó en toda la sociedad sinaloense, como una “bomba”, como se dice coloquialmente, ante un hecho totalmente inesperado.

Las casi cien personas reunidas en torno a la familia de Rafael lo dicen todo, no cualquiera puede trascender a tal grado que diversos sectores de la sociedad hagan acto de presencia en un evento post mortem. Quedó claro pues que, entre deportistas, empresarios políticos y amigos en común, Rafael reflejó su personalidad y acciones de una manera positiva.

Las palabras de su hija, Melisa, a nombre de toda la familia, a un lado de su madre, María de Jesús Cristerna Urtuzuástegui, lo dicen todo: “yo sé que, a todos, a su manera y en momentos distintos, pero siempre oportunos y perfectos, conocieron a mi papá, lo apreciaron y hoy con su presencia me queda claro que lo valoraron tanto como el los apreciaban y reconocía el valor de cada uno y lo que les aprendió también a ustedes”.

Y agregó: “mi papá fue un hombre de acciones, de experiencias, sus lecciones se basaban en su camino recorrido y no en solo en palabras. Como hija aprendí de el que cada historia de las personas que nos rodean nos regala una parte de ellas, y asi como aquí han contado parte de sus historias de vida con él, hoy quedan también en mi memoria y en el agradecimiento enorme que les tengo por haberlo querido y por hoy estar haciéndole este gran homenaje”.

Como remate parafraseando la canción de ¨Pedro Capó, dijo: “la gente buena no se entierra, se siembra. Y la memoria de mi papá, como sus historias y las de ustedes hoy aquí expuestas, quedan en nuestros corazones sembradas para siempre”.

Como ustedes podrán apreciar, como dice el poema del Brindis del Bohemio; bueno breve y sustancioso.

Nos menos, como una flecha acertando directamente el blanco, su gran amigo Juan de Dios Palazuelos, lo ubicó así: “en la intimidad de su persona, la sobriedad era su virtud, porque supo establecer límites entre lo razonable y lo inmoderado; además, sabía actuar en los marcos del sentido común y la sensatez. Su faceta de sociabilidad y amorosidad las expresó razonablemente cuidadas en la cotidianeidad de sus actos. Así, la amistad la entendió como el resguardo moral, propio de un caballero de antaño; además, fue un hombre sobriamente carismático, disciplinado, respetuoso a carta cabal, dotado con una prolija memoria que le permitió mantener el tino fino para la amena e interesante conversación que siempre mantuvo como un deseo cumplido. Rafael cautivaba cuando conversaba”

Juan de Dios, lanzó otra certera flecha al relacionar el accionar de Rafael, con la sociedad en su conjunto, señalando al respecto que “la huella indeleble que dejó en las personas con las que hacía contacto, y más aún, con las que logró establecer vínculos. Sí, vínculos, esos que marcan perdurabilidad, respeto, expansividad, relevancia y trascendencia en las relaciones humanas”

No menos elocuente fue cuando explicó a los presentes la diferencia entre vínculo y conexión, en este sentido fue claro al señalar: “la conexión es efímera, el vínculo es duradero, porque se sustenta en el respeto y la responsabilidad. En ese sentido, Rafael siempre fue un hacedor de vínculos y actuaba para ayudar, coparticipar y comprometerse en causas sociales que redituaran un beneficio a personas y a organismos de la sociedad civil. De esa envergadura social fue el perfil humano que imprimió en sus relaciones interpersonales”.

No menos emotivo fue el momento en el que su esposa María de Jesús y su Hija Melisa, develaron una espléndida pintura realizada por María Estela Sotelo con la estampa de Rafael Borbón Ramos. Al inicio del evento, Mario Niebla Álvarez, puso en contexto, su obra humana como profesionista, en diversos terrenos y responsabilidades. Por su parte Jesús Enrique Hernández Chávez y Salvador Viedas, entregaron a su esposa una placa en la cual apuntan en breve resumen lo que Rafael significó para la sociedad y sus amigos.

Antoniovelazquez13@hotmail.com

Bien dicho el dicho: “cosechas lo que siembras” y la biblia anota, en relación con esto mismo: “lo demás vendrá por añadidura”. Queda claro que, en estas dos frases, es lo que cada ser humano obtiene por sus acciones, sin que esta sea la meta u objetivo buscado. El trabajo honesto, desde luego para tener una vida digna, lleva a otros que consisten en retribuir a la sociedad, lo que esta nos ha dado, ello tarde que temprano será reconocido por propios y extraños y con ellos el placer de ver que el esfuerzo, no sacrificio, no es en vano y ha trascendido para el bien social.

Creo, desde mi punto de vista muy personal, que fue en resumen lo que sentimos muchos de quienes estuvimos en el homenaje póstumo a nuestro amigo Rafael Borbón Ramos, cuyo repentino fallecimiento, cayó en toda la sociedad sinaloense, como una “bomba”, como se dice coloquialmente, ante un hecho totalmente inesperado.

Las casi cien personas reunidas en torno a la familia de Rafael lo dicen todo, no cualquiera puede trascender a tal grado que diversos sectores de la sociedad hagan acto de presencia en un evento post mortem. Quedó claro pues que, entre deportistas, empresarios políticos y amigos en común, Rafael reflejó su personalidad y acciones de una manera positiva.

Las palabras de su hija, Melisa, a nombre de toda la familia, a un lado de su madre, María de Jesús Cristerna Urtuzuástegui, lo dicen todo: “yo sé que, a todos, a su manera y en momentos distintos, pero siempre oportunos y perfectos, conocieron a mi papá, lo apreciaron y hoy con su presencia me queda claro que lo valoraron tanto como el los apreciaban y reconocía el valor de cada uno y lo que les aprendió también a ustedes”.

Y agregó: “mi papá fue un hombre de acciones, de experiencias, sus lecciones se basaban en su camino recorrido y no en solo en palabras. Como hija aprendí de el que cada historia de las personas que nos rodean nos regala una parte de ellas, y asi como aquí han contado parte de sus historias de vida con él, hoy quedan también en mi memoria y en el agradecimiento enorme que les tengo por haberlo querido y por hoy estar haciéndole este gran homenaje”.

Como remate parafraseando la canción de ¨Pedro Capó, dijo: “la gente buena no se entierra, se siembra. Y la memoria de mi papá, como sus historias y las de ustedes hoy aquí expuestas, quedan en nuestros corazones sembradas para siempre”.

Como ustedes podrán apreciar, como dice el poema del Brindis del Bohemio; bueno breve y sustancioso.

Nos menos, como una flecha acertando directamente el blanco, su gran amigo Juan de Dios Palazuelos, lo ubicó así: “en la intimidad de su persona, la sobriedad era su virtud, porque supo establecer límites entre lo razonable y lo inmoderado; además, sabía actuar en los marcos del sentido común y la sensatez. Su faceta de sociabilidad y amorosidad las expresó razonablemente cuidadas en la cotidianeidad de sus actos. Así, la amistad la entendió como el resguardo moral, propio de un caballero de antaño; además, fue un hombre sobriamente carismático, disciplinado, respetuoso a carta cabal, dotado con una prolija memoria que le permitió mantener el tino fino para la amena e interesante conversación que siempre mantuvo como un deseo cumplido. Rafael cautivaba cuando conversaba”

Juan de Dios, lanzó otra certera flecha al relacionar el accionar de Rafael, con la sociedad en su conjunto, señalando al respecto que “la huella indeleble que dejó en las personas con las que hacía contacto, y más aún, con las que logró establecer vínculos. Sí, vínculos, esos que marcan perdurabilidad, respeto, expansividad, relevancia y trascendencia en las relaciones humanas”

No menos elocuente fue cuando explicó a los presentes la diferencia entre vínculo y conexión, en este sentido fue claro al señalar: “la conexión es efímera, el vínculo es duradero, porque se sustenta en el respeto y la responsabilidad. En ese sentido, Rafael siempre fue un hacedor de vínculos y actuaba para ayudar, coparticipar y comprometerse en causas sociales que redituaran un beneficio a personas y a organismos de la sociedad civil. De esa envergadura social fue el perfil humano que imprimió en sus relaciones interpersonales”.

No menos emotivo fue el momento en el que su esposa María de Jesús y su Hija Melisa, develaron una espléndida pintura realizada por María Estela Sotelo con la estampa de Rafael Borbón Ramos. Al inicio del evento, Mario Niebla Álvarez, puso en contexto, su obra humana como profesionista, en diversos terrenos y responsabilidades. Por su parte Jesús Enrique Hernández Chávez y Salvador Viedas, entregaron a su esposa una placa en la cual apuntan en breve resumen lo que Rafael significó para la sociedad y sus amigos.

Antoniovelazquez13@hotmail.com