/ jueves 19 de enero de 2023

Ciudadano en la polis | Fuga hacia adelante

De manera notable y valiente, en Italia hay una revista cuya redacción está en Palermo, Sicilia, que se dedica exclusivamente a la crónica judicial, denunciar la mafia y la corrupción. Se llama “Antimafia Dos mil. Informaciones sobre la Cosa Nostra, la ‘Ndrangueta y los sistemas criminales relacionados”, fundada por el periodista Giorgio Bongiovanni. Buena parte de la información de la que aquí doy cuenta, procede de esta revista en diversas notas, reportajes y entrevistas. Como en México –y salvando las diferencias que se tengan que salvar-, en Italia las mafias criminales han representado un peligro grave para la seguridad del Estado, para el sistema democrático-financiero-electoral y para la convivencia social. La reciente captura de uno de los últimos y más importantes capos mafiosos, resulta interesante también para México, tanto por los paralelismos que pudieran trazarse como por las diferencias en que en uno y otro país se enfrenta la amenaza.

Fugitivo desde 1993, el capo más importante de la asociación mafiosa calabresa (Calabria, ubicada en la punta de la bota italiana), llamada ‘Ndrangheta, condenado a cadena perpetua por decenas de asesinatos, incluido el de un niño, Giuseppe Di Matteo, así como involucrado en las masacres de 1992 y 1993 en Milán, Florencia y Roma en los atentados que costaron la vida a los jueces Giovanni Falcone y Paolo Borsellino, se hacía el 15 de enero de este año una quimioterapia –desde hacía un año- en una clínica en el centro de Palermo para tratarse un tumor. Como si su vida de crueldad, horror y de maldad se tratara de una sátira, cuando fue localizado allí por los hombres de la agrupación operativa especial (ROS) junto con los elementos del Grupo de Intervenciones Especiales (GIS) y los comandos territoriales de la Legión Siciliana, coordinados por el fiscal de Palermo, Maurizio De Lucía (en la “Operación Sunset”) y le contestó a los carabinieri cómo se llamaba, usó el falso nombre que se había creado: Andrea Bonafede (Andrés Buenafé). Su nombre real es Matteo Messina Denaro, también conocido como "Diabolik" por una ametralladora que quiso colocar en la parte delantera de su Alfa 164. "Con la gente que maté podría llenar un cementerio", declaró alguna vez Messina Denaro. El “último de los corleonesi”, el “último capo de la Cosa Nostra”, registran los medios en Italia. Ajenos a la sátira del capo calabrés, los nombres de la clínica de Palermo (“La Magdalena”) y el nombre del comandante de los carabineros que lo apresó, Pasquale Angelosanto (Pascual Angelsanto), completan el eje trinitario con que la justicia del Estado italiano aspira a la redención, utilizando términos beatíficos y de religiosidad. A las afueras de la clínica de Palermo y en algunas de las calles de esa ciudad, los ciudadanos aplaudían al paso de las fuerzas de seguridad, por el arresto de Messina.

Según un informe del año pasado del Banco de Italia, la empresa más rica y sangrienta de Italia se llama Mafia. La facturación estimada de las mafias supera el 2% del PIB italiano. Se estiman unos 38 mil millones de euros al año (104 millones de euros al día) que igualarían por lo menos el gasto de la Defensa italiana. Hace algunos años, el periodista Gianni Dragoni aportó datos duros acerca de cómo un hipotético holding de la Mafia (que agrupa los negocios de la Cosa Nostra, la 'Ndrangheta, la Camorra y la Sacra Corona Unita –conocida como la “cuarta mafia”, que opera en Bari, región de Apulia, también en el sur de Italia) podría tener un valor muy superior a toda la Bolsa italiana de valores. Esos inmensos volúmenes de dinero provenientes principalmente del narcotráfico y la extorsión, también pueden alterar una democracia. El fiscal jefe en Catanzaro (en Calabria), Nicola Gratteri, lo explicó claramente, en una entrevista: "El tráfico de drogas crea un problema no solo en términos de salud sino también a nivel económico. Si pongo miles de millones de euros en el mercado legal, es obvio que estoy alterando las reglas del libre mercado y de la misma manera puedo alterar las reglas de una democracia libre hasta que explote. Puedo comprar hoteles, restaurantes y pizzerías, pero si compro periódicos y televisoras gano poder porque puedo cambiar el pensamiento de la gente". Es claro que este río de dinero afecta no solo a la economía de los países en donde actúa, sino también a las decisiones geopolíticas internacionales. En México, las remesas que mandan los mexicanos desde Estados Unidos, han sostenido la economía del país, a pesar de que ya se sospecha que los capitales provenientes del narco se entremezclan con los de los paisanos. En Italia, se dice que es probable que su economía entrara en franca recesión, a no ser por esos capitales que el crimen mafioso inyecta mediante el lavado de dinero.

En las páginas de "Oro blanco", el libro escrito por el fiscal Nicola Gratteri y Antonio Nicaso, se exponen los contactos y la relación que el propio Chapo Guzmán y su organización ha tenido con la mafia calabresa. Se asienta en el libro que para El Chapo Guzmán la 'Ndrangheta es "el aliado ideal para explorar el creciente mercado europeo, donde la cocaína tira mucho más que el oro y el petróleo". Hasta que se convirtió, por lo tanto, en el "principal proveedor de drogas para la 'Ndrangheta, que parte de México y llega a Italia pasando por el continente africano y puertos españoles y holandeses. La crónica judicial de los últimos años, desde la operación "Solar" hasta "Crimen" ha mostrado los vínculos entre narcotraficantes mexicanos y la 'Ndrangheta, con las familias calabresas "reinas" del narcotráfico mundial, como Molè, Piromalli, Pesce, Mancuso, Aquino, Coluccio, Barbaro, Agresta, Sergi, Marando, Nirta, Strangio, Pelle, Vottari, Morabito, Bruzzaniti, Palamara, Cua Pipicella y Maesano. En Rosarno también se dice que los Bellocco tuvieron contacto directo con El Chapo, el oligarca de la cocaína mexicano”.

En Italia hay corrupción, desde luego. Pero también hay funcionarios del Estado que le plantan cara al crimen organizado y al poder de las mafias. Giuseppe Lombardo, magistrado en Reggio Calabria, ha sido repetidamente amenazado de muerte, y pese a eso, ha declarado: "El Estado en el que creo no entra en acuerdos con sistemas criminales de tipo mafioso, nunca y por ningún motivo, combate esos sistemas, hasta el final y sin miedo", mostrando preocupación por una "bulimia legislativa" que descuida las herramientas indispensables para combatir las mafias, como la competencia externa en la asociación mafiosa y el intercambio electoral político-mafioso. O el hecho de que "el hecho de que la mafia y la corrupción son componentes indispensables del mismo sistema criminal integrado y circular" se subestima. "Todos necesitamos -subrayó Lombardo- adquirir una conciencia nueva y estable, capaz de romper esos mecanismos perversos de poder que se alimentan de noticias falsas, instrumentales para el mantenimiento de caminos de información que solo sirven para hacer creer que la 'Ndrangheta, y las mafias en general, son bandas de criminales, sin mentes refinadas y evolucionadas". Hablar, manteniéndolos separados, de 'Ndrangheta, Cosa Nostra y Camorra es absolutamente anticuado”. Viven en un sistema criminal integrado de tipo mafioso, en el que las organizaciones históricas individuales mantienen sus características y sobre todo permanecen ancladas a sus territorios, pero saben perfectamente que su verdadera fuerza está vinculada a la capacidad de operar de manera sinérgica, implementando un programa criminal capaz de facilitar a todos.

El 14 de octubre de 2022, al tomar posesión como fiscal, Maurizio De Lucía (menos de un año después logró la captura del capo Messina) dirigió su discurso a la sociedad civil. Dijo: “Palermo es la ciudad que enseñó al mundo la resistencia al crimen de la mafia…la Cosa Nostra está en crisis, pero está presente, ejerce su presión sobre el territorio, contamina la economía. No es el que conocíamos en los noventa, pero está ahí… No solo está la lucha contra la Cosa Nostra, que es una prioridad, sino también la protección de las personas más débiles, mujeres, menores, hombres”. Luego pidió "la ayuda de todos, a los ciudadanos, a la prensa, a quienes pedimos un control crítico y duro de nuestros actos; a la policía, sin la cual nada es posible; a los abogados, sin importar el lugar que tomen en los juicios, sino al máximo diálogo y máxima lealtad, porque todos somos servidores de la justicia y a sus nuevos colegas funcionarios, especialmente a los jóvenes ("No estaré encerrado en una torre, pero siempre listo para hablar con ustedes, siguiendo el método de compartir toda la información")”.

Esto allá en Italia. Aquí, López Obrador y su gobierno, preocupados en analizar la petición de Derechos Humanos de El Chapo Guzmán para ser repatriado a alguna de las cárceles donde se ha fugado.