Devastadora la cifra, pero más lo es que no los encuentren y la incertidumbre de no saber qué pasa con ellos y porqué se los llevaron.

Decenas de familias viven un infierno en la actualidad y no encuentran consuelo en las autoridades.

Al menos 50 desapariciones forzadas en el sur de estado, que son las que ya investiga la Fiscalía del Estado, evidencian el estado crítico que vive una sociedad atrapada por la inseguridad que vive Sinaloa en estos tiempos violentos.

El Gobierno del Estado y el Gobierno de Mazatlán no tienen una respuesta que apacigüe el llanto y el dolor de las familias que viven este flagelo.

Cada día las redes sociales estallan de casos de personas que fueron llevadas por la fuerza por grupos armados.

Pero, ¿y de los que no sabemos? ¿Aquellos casos que nos denuncian ante las autoridades por miedo?

Mazatlán está en el “ojo del huracán” desde hace un mes y las afectaciones ya tocaron varios frentes, reclamos empresariales y turísticos llaman a un alto inmediato a esta violencia que ya a tocado ha todos, de alguna manera.

En el Plan de Seguridad del Gobierno federal pareciera no haber un punto estratégico en esta materia.

A nivel estatal el área de atención a víctimas del delito brilla por su ausencia.

Las casi 50 mil desapariciones forzadas en el sexenio pasado en todo el país son una cifra alarmante que si no se atienden aumentarán la crisis humanitaria que se hereda cada gobierno.