Ya se sabía que la Ley de Revocación de Mandato de Sinaloa no era aplicable al gobernador Rubén Rocha Moya por el principio de no retroactividad, ya que se aprobó cuando ya él era jefe del Ejecutivo.
No solo eso, sino que él y el morenismo en el Congreso aprobaron la legislación, pero ¿Feliciano Castro? Olvidaron el detalle de que no pusieron un artículo transitorio al final del documento que solo tenía que decir, que para efectos de cumplir con la disposición, por única vez el gobernador en turno podría ser evaluado bajo esta ley.
Por eso el Instituto Estatal Electoral de Sinaloa rechazó con la mano en la cintura activar la revocación de mandato para Rocha. Es algo que ya se sabía por ese tema que es inaplicable al gobernador, pues tendría que ser al elegid@ a partir del 2027. Es decir, se le podrá hacer este ejercicio ciudadano a quien esté en la gubernatura en 2030.
Desde luego, ayer mismo al enterarse que no es aplicable la Ley de Revocación a su investidura, de inmediato Rocha dijo que él solicitaría que sí se lleve a cabo. ¿Pero su secretario General de Gobierno, antes presidente de la Jucopo, no lo vio venir?
Claro que debe ser muy cándido si dice que no se dio cuenta. Habría que explicarse bien este tema, puesto que el mismo gobernador declaró que hasta ayudaba a juntar firmas para que se realice. Al final de cuentas si él asegura que la gente lo quiere, el pueblo debe tener la voz y la última palabra en las urnas. Después de todo en tres años más así será, con las elecciones de 27.
Las UAS, en la antidemocracia
Pero a quien sí no le interesa para nada la democracia es a la élite que desgobierna en la Universidad Autónoma de Sinaloa, en donde sigue corriendo el proceso para elegir a 32 directores sin tomar en cuenta a la comunidad universitaria, un proceso que se lleva en la oscuridad total.
Y ya es una práctica recurrente que el "encargado del encargado" del despacho de rectoría, Candelario Ortiz ni siquiera atiende a medios de comunicación, por aquello de que no tiene legitimidad para ostentar el cargo que por mandato divino, sin respetar su propia Ley Orgánica, dice tener al margen de la ley. Sus abogados como Milton Ayala y don Alfonso Carlos Ontiveros Salas, un gran jurista convertido en un triste propagandista de redes sociales, defienden que la nueva ley aprobada por el Congreso no es aplicable al tenerla impugnada, pero tampoco en la otra se contemplaba que dos veces consecutivas puede existir encargado de despacho. En fin. Toda una trayectoria en lo jurídico echado a perder por defender intereses que ni siquiera son de ellos. Al tiempo.