Sí, ya empezó la veda de camarón en Sinaloa. Recuerdo cuando era niño por el rumbo de la Perla camaronera, allá donde vive mi cocochita, Escuinapa, un pueblito tan hermosos como el Tangamandapio de Don Jaimito el cartero, pero en perrón y con camarones.

Empezaba la veda y la gente de inmediato buscaba la forma de hacerse del camarón de manera ilegal sin ser atrapado por las autoridades. Los caminos llenos de retenes y patrullajes por la marisma buscando detener la depredación, siempre encontraba la forma la gente de hacer de un guato de camarón, ya sea por medio de rutas y escondrijos o los que tienen mayor poder adquisitivo, sobornar autoridades o vender lo que le quitan a los guateros a los que acumulan el camarón, pero seguro es que, como ya se acabó la corrupcion, eso ya no sucede.

El camarón sin duda es el insumo sinaloense por excelencia, es muy consumido y genera muchos dividendos al mercado local y el internacional. El de mi rancho es muy sabroso y lo ves en recetas como colachi y hasta tortas de huevo, claro está el tixtihuil un plato ancestral que es una especie de atole picante de camarón, por que en el sur más que botana cantinera, el marisco es un ingrediente de comida casera y parte del sustento familiar, por eso ves la “campechana caliente” que no se llamaba así y ahora le denominamos campechana emulando el coctel del estado de Campeche muy exitoso a nivel nacional.

Existen alternativas muy sabrosas cuando esta en veda una especie, para esta temporada de playas, un ceviche de sierra, unos pajaritos o unos camarones secos que quedaron de la temporada que acaba de pasar.

¿Quieren receta? ¡Vientos! (para los que no entienden el sueco, quise decir claroooo)

Ingredientes: 500 grs de sierra, 3 zanahorias leño rayadas, 1 pepino mediano picado en cuadritos, media cebolla morada en cuadritos, chile cola de rata (de árbol pero fresco), limón, ajo, sal, pimienta, guacamaya y una caguama pacifico.

Ve a la pescadería y pídete una lonja de sierra, seguro hasta molida ya la tienen. Si no, agarras un trinche y le jalas la carne, verás cómo se hace como carne molida. La pones a curtir en un bowl sobre otro con hielo y se hará como un callito, ya sabes, con sal, pimienta y limón por 40 minutos.

Raya la zanahoria y escúrrela, que quede seca y al bowl con el encurtido. Ponle la cebolla finamente picada y revuelve. En la licuadora pones 2 chile, jugo de 6 limones, ajo, sal y pimienta al gusto, una onza de agua fría y media de guacamaya. Licúalo y vacía la mitad en el encurtido. Integra el pepino picado en cuadritos y la zanahoria. Revuelve y deja que se integre todos, reposa unos 10 minutos y sírvete una tostada. Ponle salsita de la que te sobró. Ya unas rodajas de aguacate es caer en el “pacho arismedismo”, pero hazlo. En un vaso grande con hielos déjale caer una porción generosa de la caguama, muerde la tostada, mastica, siente, luego pégale un trago gordo al vaso de caguama y sentiras cómo los ángeles cantan para ti “with or without you” mientras imaginas cómo la brisa y el sol de Teacapan te pegan en la cara.

Y como dijo la macorina, “qué sabrosura”.

La veda de camarón es muy importante, permite que se regenera la biodiversidad de un ecosistema y con ello la del planeta. Así como hemos visto documentales donde la arena del Sahara termina mejorando la floración de la vegetación en el amazonas, así el camarón y otras especies que viven desde Teacapan hasta Santa Maria están relacionadas en el equilibrio de la biota mundial. Cuando era niño no lo entendía, teníamos naturalizada la depredación. Hoy que sabemos que el intensivismo y la extracción desmedida se ha llevado el 60% de las especies y continúan extinguiéndose, creo que ya es hora de compromisos y de actuar en favor de salvar nuestra especie. No sé, creó que dentro del 40 % de las especies que quedan por extinguirse en los primeros lugares estamos nosotros.

No compres productos en veda, no cambies un placer que puedes postergar a su tiempo por la degradación de un ecosistema.

Buena mesa, buena compañía.

Un abrazo a Chinasky, nuestro amado líder del movimiento efecheísta, por su vuelta al sol.