/ martes 24 de septiembre de 2024

La realidad alterada de Rocha Moya

Mientras que el temor por inseguridad obliga a padres de familia a tomar la difícil decisión de no enviar a sus hijos a la escuela por temor a un brote de violencia, el gobernador Rubén Rocha Moya vive en otra realidad, en la que no pasa nada y hay condiciones para retomar las clases en planteles educativos.

Durante su mañanera del lunes 23 de septiembre, el mandatario sostuvo su historia de que hay condiciones para que los alumnos retomen sus actividades normales, el resto de los culiacanenses teme por otro brote violento como el del sábado en la tarde en el sector Tres Ríos, en el cual, por cierto, la sociedad ha puesto en tela de juicio la efectividad de los elementos del Ejército, quienes presuntamente abatieron a un inocente durante el enfrentamiento.

Si los propios militares, que se supone son quienes protegen a la ciudadanía, también abaten a víctimas inocentes porque primero disparan y luego hacen preguntas, ¿a merced de quién están los culiacanenses?

No solo los padres tienen miedo, también los maestros. El lunes, varias escuelas enviaron una carta responsiva a los padres y madres para informarles que, si bien harán lo posible por resguardar a los alumnos en caso de un hecho violento cerca de una escuela, no se hacen responsables si su integridad se ve comprometida.

Y si bien hay operativos de elementos militares por toda la ciudad, lejos de generar tranquilidad provocan miedo e incertidumbre entre la ciudadanía y muchas veces solamente se trata de operativos y vuelos de seguridad, los militares no van por objetivos prioritarios.

Estas decisiones ponen en evidencia que no hay un análisis real de la situación, no hay proximidad con los padres de familia ni los maestros y la autoridad solo busca disponer que haya labores normales en escuelas para dar una falsa sensación de seguridad y demostrar que las cosas se hacen porque se tienen que hacer.

¿Cuándo van a tomar en serio a los trabajadores de la educación, a los padres y a los alumnos, quienes tienen el verdadero pulso de la situación de inseguridad que se vive en Culiacán?

Mientras que el temor por inseguridad obliga a padres de familia a tomar la difícil decisión de no enviar a sus hijos a la escuela por temor a un brote de violencia, el gobernador Rubén Rocha Moya vive en otra realidad, en la que no pasa nada y hay condiciones para retomar las clases en planteles educativos.

Durante su mañanera del lunes 23 de septiembre, el mandatario sostuvo su historia de que hay condiciones para que los alumnos retomen sus actividades normales, el resto de los culiacanenses teme por otro brote violento como el del sábado en la tarde en el sector Tres Ríos, en el cual, por cierto, la sociedad ha puesto en tela de juicio la efectividad de los elementos del Ejército, quienes presuntamente abatieron a un inocente durante el enfrentamiento.

Si los propios militares, que se supone son quienes protegen a la ciudadanía, también abaten a víctimas inocentes porque primero disparan y luego hacen preguntas, ¿a merced de quién están los culiacanenses?

No solo los padres tienen miedo, también los maestros. El lunes, varias escuelas enviaron una carta responsiva a los padres y madres para informarles que, si bien harán lo posible por resguardar a los alumnos en caso de un hecho violento cerca de una escuela, no se hacen responsables si su integridad se ve comprometida.

Y si bien hay operativos de elementos militares por toda la ciudad, lejos de generar tranquilidad provocan miedo e incertidumbre entre la ciudadanía y muchas veces solamente se trata de operativos y vuelos de seguridad, los militares no van por objetivos prioritarios.

Estas decisiones ponen en evidencia que no hay un análisis real de la situación, no hay proximidad con los padres de familia ni los maestros y la autoridad solo busca disponer que haya labores normales en escuelas para dar una falsa sensación de seguridad y demostrar que las cosas se hacen porque se tienen que hacer.

¿Cuándo van a tomar en serio a los trabajadores de la educación, a los padres y a los alumnos, quienes tienen el verdadero pulso de la situación de inseguridad que se vive en Culiacán?