Si en algo coinciden estadistas de diferente signo ideológico, tanto de derecha como Ronald Reagan (USA) o de izquierda democrática como Felipe González (España) y Pepe Mujica (Uruguay) es que “el mejor programa social contra la pobreza y la desigualdad es el empleo”, desde luego que sea de calidad, bien remunerado y con todas las prestaciones de la seguridad social. Lamentablemente, esto no pasa en México (menos en Sinaloa) y para profundizar esta tragedia el pasado mes de junio, después de mucho tiempo, tuvimos un decrecimiento de empleos formales: en lugar de crearse nuevos empleos, a nivel nacional se perdieron 29,555 puestos de trabajo.
En esta ocasión el área comunicación social del Instituto Mexicano del Seguro Social(IMSS) no tuvo la capacidad retórica para buscarle una interpretación amable al pésimo dato, no había manera. Regularmente, tanto el IMSS como Banco de México, la Secretaría de Hacienda son muy creativos para encontrar una redacción hasta críptica que haga pasar como positivo algo que en realidad no lo es.
Recordemos por ejemplo que hace unos días el Banco de México determinó que la volatilidad poselectoral de los mercados financieros (v.g. el intempestivo incremento del dólar) no se debió a la desconfianza en México o al incremento del riesgo país, sino a transitorios “factores idiosincráticos”, emulando tal vez la frase célebre de banquero central norteamericano Alan Greenspan que adjudicaba cualquier auge accionario a una “exuberancia irracional”.
En esta ocasión el comunicado del IMSS, institución encargada de presentar los datos de empleo formal, en general fue muy técnico y no cargaron con retórica el informe. Por cierto, debo reconocer y agradecer al IMSS que desde hace cerca de dos años estos datos los publican el día cinco de cada mes y no el doce como lo hacían antes, lo cual nos permite analizar con mayor prontitud el comportamiento del mercado laboral en el país. Se agradece.
Las partes medulares del empleo formal en junio son las siguientes:- Al 30 de junio de 2024, se tienen registrados ante el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) 22,319,444 (veintidós millones trescientos diecinueve mil cuatrocientos cuarenta y cuatro) puestos de trabajo, de los cuales el 86.5% (ochenta seis punto cinco por ciento) son permanentes y el 13.5% (trece punto cinco porciento) son eventuales.
Para ubicar el saldo en este rubro, cuando empieza el nuevo sexenio, primero de diciembre del 2018, el número de empleos formales a nivel nacional eran 20,457,926 en total. O sea, la creación de empleos formales de este gobierno ha sido de 1,861,518 puestos de trabajo. Una calamidad si tomamos en cuenta que cada año se incorporan un millón de jóvenes al mercado de trabajo.
Esa debe ser la capacidad creadora de la economía mexicana para evitar que nuestra gente siga emigrando a los Estados Unidos, los jóvenes desistan abandonar el país, ose involucren en actividades irregulares. La creación promedio mensual anda en 30 mil puestos de trabajo cuando se necesitan 100 mil y al año se generan como 400 mil cuando se requieren un millón.
Las transferencias monetarias y los programas asistenciales son necesarios como una red de protección social básica para la población menos favorecida, pero si queremos ser un país de clases medias y con un robusto estado de bienestar necesitamos crecer económicamente, ser más atractivos a la inversión productiva generar empleos mejor remunerados que incrementen la calidad de vida de la población.
En junio se registró una disminución mensual de 29,555 (veintinueve mil quinientos cincuenta y cinco) puestos, que equivale a una tasa mensual negativa de 0.1% (cero punto, uno por ciento). Con lo anterior, la creación de empleo en el primer semestre del año es de 295,058 (doscientos noventa y cinco mil cincuenta y ocho) puestos, delos cuáles, el 96.8% (noventa y seis punto ocho por ciento) corresponde a empleos permanentes. En los últimos doce meses se observa una creación de 432,137(cuatrocientos treinta y dos mil ciento treinta y siete) puestos que equivale a una tasa anual de 2.0% (dos puntos cero por ciento).
Este es el peor reporte de empleo formal para México en mucho tiempo. Si antes avanzábamos lento, en este gobierno estamos retrocediendo. Y solo estamos hablando de los 22.3 millones de mexicanos con empleo formal, nos faltaría analizar la situación económica de los 39 millones de personas que laboran en el mercado informal, dado que la población económicamente activa (PEA) al mes de mayo asciende a 61.4 millones de mexicanos. La política activa de empleo debe ser la prioridad del nuevo gobierno y no la captura política del poder judicial o la anulación de los órganos constitucionales autónomos que tanto les incomodan.
Excelente inicio de semana.
08/Jul/2024.