/ martes 23 de julio de 2024

Quieren aumento, pero siguen sin mejorar el servicio

Uno de los debates que aparecen a mitad de cada año es la propuesta de los concesionarios de aumentar la tarifa al transporte público.

El gobernador ya había dicho que no, mientras él estuviera en la administración. Pero claro, los dueños de las unidades van a buscar meter el ruido para lograr algo, por eso se subieron a 14 pesos lo que quieren.

La verdad es que este debate siempre se habla en los espacios mediáticos, pero nunca se concreta en que, si quieren aumento, tienen que mejorar el servicio.

Ya hace un par de años algunos concesionarios se habían comprometido a sacar de circulación la chatarra, y se hizo parcialmente, luego tuvieron problemas para pagar los camiones que financió Quirino Ordaz en su sexenio y después, la lloradera. Pero ellos nunca pierden. Como los políticos, no hay dueño de camión pobre.

El caso es que poco han invertido por desterrar los viejos vicios que aquejan al transporte público en Culiacán y Sinaloa, el pueblo sinaloense merece un mejor transporte.

Sobre todo para incentivar su uso porque en este momento, con los años, la mayoría de las personas prefieren tener vehículo, aunque resulte más caro, que andar en camiones, no nada más por asunto de estatus, sino porque con los medios que actualmente existen, las opciones se reducen. Falta mucho por hacer en este rubro.

Uno de los debates que aparecen a mitad de cada año es la propuesta de los concesionarios de aumentar la tarifa al transporte público.

El gobernador ya había dicho que no, mientras él estuviera en la administración. Pero claro, los dueños de las unidades van a buscar meter el ruido para lograr algo, por eso se subieron a 14 pesos lo que quieren.

La verdad es que este debate siempre se habla en los espacios mediáticos, pero nunca se concreta en que, si quieren aumento, tienen que mejorar el servicio.

Ya hace un par de años algunos concesionarios se habían comprometido a sacar de circulación la chatarra, y se hizo parcialmente, luego tuvieron problemas para pagar los camiones que financió Quirino Ordaz en su sexenio y después, la lloradera. Pero ellos nunca pierden. Como los políticos, no hay dueño de camión pobre.

El caso es que poco han invertido por desterrar los viejos vicios que aquejan al transporte público en Culiacán y Sinaloa, el pueblo sinaloense merece un mejor transporte.

Sobre todo para incentivar su uso porque en este momento, con los años, la mayoría de las personas prefieren tener vehículo, aunque resulte más caro, que andar en camiones, no nada más por asunto de estatus, sino porque con los medios que actualmente existen, las opciones se reducen. Falta mucho por hacer en este rubro.