En lo que empezó a configurarse como la crónica de un “cambiadero” anunciado, Enrique Díaz Vega reveló que dejará las riendas de la Secretaría de Administración y Finanzas del Gobierno del Estado y el gobernador Rubén Rocha Moya confirmó que seguirá la reingeniería del equipo que antes del proceso electoral, resolvió se rediseñara.
E incluso, diluyó todo indicio de duda, de ineficiencia o irregularidad que se le intentará cargar al todavía Tesorero. Recordó que el titular de la SAyF asumió el encargo que se cimentó en un acuerdo previo y se debe honrar que el compromiso, sería colaborar durante dos años del actual sexenio.
Ese tramo se cumplió y por lo que se observa, ambos se ciñen a respetarlo.
El mandatario, allanó que el retiro de este integrante del gabinete en lo que se considera una de las oficinas más importantes y funcionales, se decidió porque se dedicará a atender sus asuntos personales, profesionales y empresariales.
Al parecer, no hay nada de anomalías en la determinación y para probarlo, extendió que si no desea separarse del gobierno, que no es necesario hacerlo.
Seguro que el oriundo de Batequitas, sabe que desde este puesto clave para el ejercicio de la administración pública, el impulso de los programas sociales y de las inversiones para el desarrollo, en lo que va de su mandato no tuvo conflictos.
Con frecuencia, aseguró que su etapa gubernamental gozó de un sano estado financiero que le permitió hacer ahorros, pagar deudas y hasta solucionar problemas como la compra de maíz.
Y ello es lo que valora.
Más los movimientos continuarán por el desacomodo que ocasionó el suceso electoral al que se fueron varios como aspirantes a senadurías, diputaciones, alcaldías y otros.
En el afán del perfeccionamiento y por los días que transcurren, el Ejecutivo activa reajustes. En éstos, María Inés Pérez, secretaria de Bienestar solamente pasará a otra posición en la que el mandamás la requiere.
Cualquier ex abrupto o incidente político que pudiera empañar la relación, se disipó totalmente.
La confianza es un elemento esencial que se revisa y lleva a aceptar o a rechazar en este caso.
De Enrique Inzunza Cázarez, el jefe del gobierno sinaloense, sostuvo que no quisiera se le vaya al Senado. Evidentemente que lo ocupa y éste último también le dio una muestra de lealtad e institucionalidad al afirmar que no tiene proyecto personal y estará donde lo pongan.
Las que no se quedarán son Graciela Domínguez Nava ni Teresa Guerra Ochoa, secretarías de Educación Pública y Cultura, y, de las Mujeres, respectivamente. En tanto, Jaime Montes, hace su lucha para no salir de la silla de Agricultura estatal.
Asi, los sinaloenses y los analistas están en una espera que podría ser larga para conocer el movimiento de las fichas de las instituciones que conforman al Gobierno del Estado, en busca de ser más eficientes.
Mérida no pone orden ni en la Secretaría que dirige.
Ante el incidente que se registró en la Secretaría de Seguridad Pública del Estado, entre dos altos funcionarios –el militar Rómulo Mejía y Sobeyda Sandoval-, en el que acusan al primero de violentar a la dama, el escándalo no revela otra cosa, más que la existencia de un vacío de poder muy hondo.
Es obvio que si el titular de la SSPE, Gerardo Mérida no es capaz de poner orden dentro de la institución responsable de hacer que se respeten y se cumplan los reglamentos y las relaciones laborales, menos estará en condiciones de lograr que se prevenga el delito y se cumplan con las disposiciones legales en la materia.
El hecho, vergonzoso porque se dá en un espacio que debe ser ejemplo para los ciudadanos del comportamiento que se tiene que modelar, da cuenta de una serie de fallas e irresponsabilidades desde que arribó a la cabeza, el actual secretario.
Es inexplicable el por qué lo mantienen en su puesto.
¿Y Tatiana Clouthier?
La presidenta electa Claudia Sheinbaum dio a conocer a quienes presidirán 16 secretarías de estado de lo que será su gobierno federal y llama la atención que quien fungiera como Coordinadora de su Campaña político-electoral, Tatiana Clouthier Carrillo no aparece entre los que se nombraron.
Tradicionalmente quienes coordinan las campañas, pasan a ocupar uno de los lugares más altos en la jerarquía del organigrama gubernamental. Con Andrés Manuel Lopez Obrador, fungió como secretaria de Economía.
Lo posible, es que la ubiquen muy cerca de la sede de la Presidencia o en uno de los tantos organismos que aún no se elige a su dirigente.
