En la víspera violenta que registró esa especie de parte de guerra en el que se informa a la sociedad lo que acontece a diario, que paralizó las actividades escolares en algunos planteles y en centros de trabajo, el anuncio de la asistencia del gobernador Rubén Rocha Moya al Congreso del Estado para rendir su Tercer Informe de Labores, seguía inamovible por la tarde, sin que se alejara la posibilidad entre la clase política y la ciudadanía de que se suspendiera.
Los temores de lo que suceda en las calles y pueda alcanzar a quienes, nada tienen que ver en el conflicto de inseguridad, merodearon desde el jueves por la tarde en medio de la espera y la toma de decisión de asistir o no a la Sesión Solemne de las 11:00 horas del viernes.
El riesgo de que se dibujaran espacios de inasistencia, fue permanente.
Antes el secretario General de Gobierno, Feliciano Castro Meléndrez en su calidad de Vocero, reafirmó que el evento se realizaría en medio de la normalidad. O sea, la determinación era inalterable.
Y desechó la probabilidad de imponer un “toque de queda” en la capital donde se concentraron los hechos de violencia en los últimos días. La medida la consideró como innecesaria.
Aparte, repitió su convocatoria cotidiana a la población para que salga a la vía pública a desarrollar sus tareas y se auto respaldó en que los céntricos comercios y otros lugares presentan escenarios de concurrencia humana.
E insistió que no existen circunstancias para hacer una declaratoria de este tipo en la que se impone la fuerza de las autoridades.
Es para otros casos.
En la Cámara local de diputados se reafirmó que la recepción al mandatario y a sus acompañantes así como los que recibieron invitación seguía su curso y todo apuntaba a que no habría cambios.
En tanto la gente, asumió como sospechoso el reporte de hombres armados al mediodía del jueves en una de las plazas comerciales más cercanas a la sede del Poder Legislativo y la atmósfera de temores aumentó, porque datos extraoficiales establecieron que elementos del Ejército Mexicano y la Guardia Nacional cerraron las instalaciones y prohibieron la salida y entrada de personas, e incluso de los trabajadores.
El resultado, es que no encontraron ni siquiera indicios de lo que se ventiló ante los centros de emergencia.
En estas condiciones entre los analistas y los pobladores, se mantuvo la creencia de que la reunión de trabajo entre los integrantes y representantes de los poderes Ejecutivo y Legislativo, estuvo siempre en modo de suspensión constante, puesto que hubo brotes violentos en diferentes puntos del municipio, que no se contabilizaron en los saldos formales, lo que exhibió el grado zozobra por el que se atraviesa.
En la contingencia, indefensos los bomberos y cuerpos de auxilio.
Los miembros del Heroico Cuerpo de Bomberos, asi como el de Veteranos y de otros organismos de auxilio y rescate, están prácticamente solos y en la indefensión cuando a nadie causan daño, y por el contrario, acuden a salvar la vida o a brindar otras ayudas a quien lo necesita.
¿Quiénes en estos momentos de contingencia violan los protocolos internacionales?
Las respuestas de la base de emergencias del 911 no se cansan de responder a los “apagafuegos” de mentir cuando parten hacia un incendio.
Las normas plantean que los primeros que deben llegar son las corporaciones policiacas o militares y ellos al último porque están desprotegidos.
La quema de los establecimientos de venta de alimentos, ratificó esa acción criminal de los operadores, que como en otras ocasiones, les pidieron que se adelantaran e individuos con armas en mano que encontraron en el lugar, les solicitaron que se retiraran. ¿Y los policías?
Larga vida y honores a doña Francisca García Pérez.
Por la obra de Dios y para orgullo de nuestro clan familiar, este 29 de noviembre cumple 93 años de existencia nuestra madre Francisca García Pérez, que trajo a la luz a 10 hijos y consumó cabalmente la titánica responsabilidad que le confirió el universo, como lo hace con todo el ser que se transforma de mujer a progenitora.
Y en la que el creador con su arte de todopoderoso combina a su esfuerzo coraje y perseverancia para sacar adelante una de las más grandes misiones. De caminar entre el caer y el levantarse, entre el llanto y la sonrisa, entre la tristeza y la alegría, más sin apagar nunca la llama de la esperanza, que la ilumina al mundo.
Es de reconocerse que como Generala su encomienda está por demás cumplida.
Muchas felicidades y larga vida a quien en la Ciudad de Tijuana, donde se funde la frontera de México con Estados Unidos y guarda historias del Sueño Americano, reunirá en torno a su figura, a sus hijos, nietos y bisnietos, que estarán de fiesta y convivencia. Abrazos y besos.
