Del encuentro del gobernador Rubén Rocha Moya ayer en la ciudad de México con senadores y diputados federales morenistas, así como con la Secretaria de Gobernación, Rosa Icela Rodríguez, obtuvo un espaldarazo político contra la crisis de seguridad que se vive y, en Sinaloa, con una motivación en igual sentido, un grupo de ciudadanos a los que encabezaron panistas, clamaron para que se aplique la Revocación de Mandato.
En tanto, en las calles, caminos y plazas, el Ejército Mexicano y la Guardia Nacional siguieron presentes, en busca de lograr el control de la confrontación armada que se libra entre dos facciones de la delincuencia organizada desde el pasado nueve de septiembre y que no culmina.
Es dable que en la capital de la República, sus correligionarios de Morena lo arroparon y se solidarizaron con lo que sucede en la tierra de los once ríos, como normal es que sus opositores le reprochen cada cosa que hace.
Como seguramente, la intervención de Rafael Morgan Ríos a quien se identifica como un antiguo albiazulista de cepa contaminó la intención de llamar y lograr la aplicación de una consulta para que se evalúe al gobierno en turno.
La participación de la ciudadanía sería más auténtica y confiable, si la injerencia de figuras adoleciera de la dosis política que le imprime a sus expresiones y a sus acciones, cuando lo central y urgente es terminar con el caos que trajo la confrontación de los delincuentes, que aún con la presencia de las Fuerzas Armadas despliega destrucción y miedo.
Ya los dirigentes de las bancadas contras en el Congreso del Estado se replegaron al aclarar que no promueve esa medida y que respaldan el enfoque de soluciones al grave conflicto que ocasionó el choque de células que andan al margen de la ley. Porque desencadenaron efectos de encierro y otros colaterales como económicos y sociales.
A lo que se suma, expuso al demandar Sergio Torres Félix de Movimiento Ciudadano en la Cámara sinaloense, la ausencia de la policía preventiva en la vía pública, y por ende, no se puede contener el robo, el asalto y otros delitos que se cometen a diario. Al grado de pedir, que se gestione el retorno de ese cuerpo municipal en Culiacán, en lo inmediato.
En tal entorno, el Gobierno del Estado habilitó como Vocero de los pormenores cotidianos de lo que pasa al Secretario General Feliciano Castro Meléndrez que busca dedicarse a ello sin pensar en sus proyectos futuristas sucesorios y aunque es saludable quitar carga al oriundo de Batequitas en estos momentos difíciles, podría afectarle en sus pretensiones.
La seguridad pública y la violencia son temas muy espinosos que no ceden ni se aminoran con posiciones o declaraciones políticas.
Los partes de guerra militares y los de la policía, son totalmente diferentes a los discursos y a menudo salpican de tierra mojada el rostro y las manos.
Son el caño de todas las administraciones públicas, dijera una vez, el ex director de la Policía de Culiacán y de Mazatlán, Armando Páez Campaña.
Meten a los individuos a un círculo en el que hay que “jugar con fuego”.