En Ahome, la psicosis colectiva empezó a instalarse por los frecuentes ataques contra mujeres que se perpetran por sujetos desconocidos y el ambiente se envilece porque no hay arrestos ni indicios de quienes son los responsables, mientras que los pobladores se enfrentan a la zozobra de que los delincuentes sigan sueltos.
Ello implica, que hay una delincuencia envalentonada o una autoridad vacía e incapaz de actuar para defender a la ciudadanía.
Aunque las agresiones que se consumaron y se denunciaron públicamente, corresponden investigar al Ministerio Público del Fuero Común, al alcalde Gerardo Vargas Landeros le conviene de urgencia abogar para que se castigue a los probables culpables, o de lo contrario, el problema se le convertirá en una “bola de nieve” que lo arrasará inevitablemente.
Las redes sociales y los modernos sistemas de comunicación, de acuerdo a lo que señaló el edil, generaron un clima sicótico que no ayuda en nada y contrariamente, enerva los ánimos de los habitantes.
Las falsas alarmas y la desinformación que se maneja por menesterosos a través de tales vías, le suma elementos nocivos a una circunstancia que se vive en lo que se presumió recientemente que la ciudad de Los Mochis, es una de las más seguras del país.
Independientemente, de ser de las más atractivas para vivir e invertir en la creación de empresas, cuya distinción la mantiene desde más de una década.
Empero, los abusos en las calles o en las plazas y particularmente en los espacios más solos, construyen condiciones propicias para que los depredadores de damas, estén al acecho.
Por falta de vigilancia.
Y posiblemente no sean muchos los casos como para mortificarse, pero basta con uno solo para poner atención a la problemática.
La obligación del ayuntamiento, es brindar seguridad en la prevención de los delitos y al parecer la Policía Municipal, es la que falla constantemente.
Además de exigir la implementación de operativos precisos, el munícipe debe revisar a conciencia porque la pasividad de los mandos y de los integrantes de las corporaciones que están bajo su encargo.
No debe olvidar que el proceso electoral está todavía reciente y a la coyuntura política de los adversarios que están muy dolidos porque por segunda ocasión perdieron contra su figura, están resueltos a capitalizar fenómenos sociales que si no se solucionan en tiempo y forma, los harán más complejos y escandalosos.
No puede dar margen a que utilicen conflictos comunitarios en aras de causar un daño político.
Y no esquivar sino tener presente, que la presidencia municipal, es el primer enlace con los vecinos, mediante sus síndicos y agentes policiales, y por ende, lo observan como quien debe cargar con la encomienda de proteger sus libertades, su integridad y su patrimonio.
Además de que durante la campaña político partidista, uno de los compromisos más sentidos, fue lograr colonias citadinas y comunidades rurales seguras.
A estas alturas el pueblo, no debe dar cabida a las dudas.
Investigación a fondo de atentado a funcionario de la UAS.
Aunque el atentado a balazos que se dirigiera en contra del director de Comunicación Social de la Universidad Autónoma de Sinaloa, Arnoldo Valle, se investiga por la Fiscalía General del Estado el siete de julio en el campus Buelna, universitarios que salieron a las calles para demandar que no haya agresiones contra quienes integran la comunidad de enseñanza, plantearon también que el caso lo tome la Fiscalía General de la República.
La verdad es que los proyectiles con los que quisieron hacer daño al funcionario y sobre todo la identidad de quienes activaron las armas de fuego, deberá aclararse en lo inmediato para llevar a rendir cuentas ante la justicia a quienes actuaron como autores materiales e intelectuales, en caso de existir una planificación para ejecutar ese acto.
Independientemente de las diferencias políticas o posturas distintas que pudieran presumirse, adopta la FGE.
Entre más equipo haya para averiguar, más rápido se llegará a la madeja a través de su hilo.
Irrefrenables los precios en hoteles de Mazatlán.
En dónde no hay control tampoco, es en Mazatlán. De un tiempo acá los precios de las habitaciones en los hoteles están por las nubes y la Procuraduría de la Defensa del Consumidor, que prácticamente no existe en Sinaloa, jamás la dá la razón a los turistas.
Y cuando se atrevió a exponer alguna información, no pasó de concretarse, a cómodos puntos de vista.
Es decir, a declararse incompetente porque la legislación en la materia no se diseñó para proteger la economía de los consumidores.
Que todo se basa en la Ley de la Oferta y la Demanda, que significa, que los hoteleros están con manos libres para hacer su agosto en julio o en cualquier otro mes del año.
Además, si proliferan los viajeros no se “tientan el corazón” para cancelar las reservaciones con la intención de ganar más.
Las encarecen al grado de que una habitación por un día puede costar entre cinco mil y siete mil pesos, cuando más baratas están.
No hay quien los pare.
