Lo que este 21 de noviembre se vivió en las escalinatas de la Catedral culiacanense y en la plaza pública contigua, constituyó una especie de “Jueves Blanco” -contrapuesto al negro que se repudia- y bosquejó entre la multitud que se embonó solidariamente, a la postal que refirieron los organizadores de bandas de música, mariachis y grupos norteños, que se plasmó en tiempos de guerra. El mensaje de este evento asombroso radicó en que si la violencia puede rebasar a las autoridades, la sociedad no tarda en superar a las mismas, si se organiza.
Dado que conformó una corriente de expresión colectiva, de la urgencia de acabar con el problema latente que la abruma.
Los más de 250 integrantes de cuadros de filarmónicos, hombres y mujeres de segmentos del espectáculo que portaron trajes y sombreros de charro, asi como de los intérpretes que acordeón en hombros, complacieron piezas que armonizaron con guitarras y tololoches, tras abandonar los camellones y cruceros de calles que tomaron desde que estalló la contingencia, fueron la prueba de que cuando se quiere se puede.
Al llamado de apoyo del empresario de los alimentos Miguel Taniyama, se agregaron rápidamente algunas autoridades y restauranteros. Y los meseros y los estudiantes de gastronomía de la Universidad Autónoma de Sinaloa y de otras instituciones, le entraron al reto.
Un poco más de 30 agrupaciones hicieron sonar con poderío sus instrumentos y la gente de la capital de Sinaloa, venció los miedos que la obligaron a enclaustrarse por más de dos meses.
La consigna de auxiliar a los más golpeados por la crisis económica que en un plazo medio o largo alcanzará a todos, resultó funcional y los mil 200 kilogramos de ceviche de camarón que se prepararon, se agotaron.
La señal más clara y contundente lo plantea el acto de solidaridad comunitaria y enseña que aún en las épocas más complejas, la organización de la gente es efectiva.
Y expone sin lugar a dudas, que cuando las partes se unen, pasan a ser la fuerza del todo.
Es la energía junta que podrá desbordarse sobre las capacidades de las autoridades que no encuentran una solución a los conflictos, de la que resalta la iniciativa ciudadana que no debe desdeñarse en instantes en que busca la paz.
Policías, buscan evitar la fatiga del Control de Confianza.
En la atmósfera de los más de 700 policías preventivos de Culiacán, que le buscan mil complicaciones a realizar los exámenes de control y confianza, todos los días le abonan historias en contra o para hacer ruido al proceso.
Desde que los acogió el temor de que les sucediera algo en el trayecto del camino hacia la Ciudad de México, a pesar de que los escoltan seis patrullas con elementos de la Guardia Nacional a bordo y otras estatales, hasta que no pueden dormir o que no les cumplió el alcalde Juan de Dios Gámez Mendívil de entregar los viáticos que les prometió.
O que los tendrán en espera o que estarán con fatiga.
El secretario de Seguridad Pública estatal, Gerardo Mérida, aclaró que no contempla el procedimiento cansancio en nadie. Y se les da tiempo a que se encuentren en condiciones propicias para someterlos a las pruebas respectivas. Al inicio de ello, hay una entrevista que sirve de antesala.
Es más lo que se sube a las redes sociales en sentido de lamento, que la realidad de lo que sucede.
La diputada Gárate no olvida los excesos de Margot en Navolato.
Paola Gárate, diputada local del Partido Revolucionario Institucional, no olvida que las cuentas públicas del ejercicio del año 2023 que se aprobaron en el Congreso del Estado, no se analizaron a profundidad.
La legisladora, cuestiona particularmente que el caso de Navolato, donde los excesos en las irregularidades que cometió la ex alcaldesa morenista Margot Urrea, son un abuso a los ciudadanos y al dinero público, que apena.
A ver si Jorge Bojórquez, del PRI, que asumió como edil navolatense se anima a hurgar en los expedientes negros.