/ lunes 24 de junio de 2024

Tiempos Políticos | Los temblores en la cuerda floja del gabinete

Al temblor que agobia a algunos que en el gabinete estatal están conscientes de que no hacen las cosas bien o porque los corroen sus deslealtades, los nombres de Enrique Díaz Vega y el de José Luis Zavala Cabanillas, aparecen en el juego de la cuerda que moverá en el gobernador Rubén Rocha Moya para consumar lo que anunció como “cambiadero”.

La recomposición será para unos para mejorar, y para otros, para disminuir su circunstancia.

A la lista de María Inés Pérez Corral y José Jaime Montes, titulares de Bienestar y Agricultura que están por quedar en la calle, se augura que al también secretario de Administración y Finanzas se le moverá el tapete.

Desde antes del inicio del proceso electoral que se votó por los ciudadanos el dos de junio, el funcionario empezó a sufrir las consecuencias que le impuso el distanciamiento con quien tiene las riendas del gobierno.

Todavía se habla en los pasillos y entre los grupos que existen al interior de Palacio de Gobierno, que sostienen una lucha constante en el clima de la frialdad que se auto construyó, desde que lanzó un “madruguete” que no logró ver la luz del día para que lo invistieran con una candidatura.

Quiso estar en la carrera por la Senaduría sin comprender que el responsable de la Cuarta Transformación en la entidad, es el único que otorga la venia y por falta de oficio no concurrió con solicitud en mano. Estuvo aceleradísimo.

A esas fallas que se le vieron, las últimas informaciones sobre los negocios que promueve en dependencias hermanas, que representan conflictos de intereses y tráfico de influencias, seguramente repercutirán para que el oriundo de Batequitas resuelva su remoción.

Mínimamente podría ser objeto de un cambio de lugar, aunque algunos de los colaboradores del equipo Rochista, afirman que no seguirá allí.

Los cambios vienen de parte del mandatario, y por lo que se avisa, se cantan en serio. El Ejecutivo intenta afinar el funcionamiento del aparato gubernamental para que al entrar al segundo tramo de su mandato no haya sorpresas que lo acongojen. No le gustan las mortificaciones innecesarias.

De José Luis Zavala Cabanillas que entró como el poder de Obras Públicas y que actualmente despacha en una subsecretaria de Economía, se conocen elementos que lo colocan como uno de los que cumplió su ciclo en esa segunda silla.

No se sabe si bajará de rango, lo trasladarán a otra subsecretaría o lo subirán a una titularidad que quedará sin mando en el reacomodo a fondo que se aproxima y que se diseña en las oficinas donde atiende a la gente Rubén Rocha Moya. De momento en una gran parte de las piezas que conforman el eje de colaboradores principales, hay temblores que no los dejan en paz.

Lo que sí es cierto, es que el segundo personaje, conserva el valor de la fidelidad, lo que lo ubica en la línea de posibilidades de remontar la escala del puesto que actualmente conserva.

En lo que va del año, se concentró en cumplir con lo que le encomendaron y todo indica que ello le ayudó a superar cualquier exabrupto político y recuperar la confianza, que es elemental en estos casos.

La reingeniería que se reveló por el mando central para reestructurar el andamiaje del gobierno sinaloense, está en marcha.

Por lo que se observa, es que para atrás “ni para agarrar aviada”.

Un anillo de seguridad para Inzunza Cázarez.

Frente al grado de vulnerabilidad que tiene y por las lesiones que le dejó la campaña electoral, al senador electo por Morena, Enrique Inzunza Cázarez le fue bien. Logró el resguardo y un manto de seguridad al retomar la Secretaría General de Gobierno del Estado.

Y adicionalmente para que no se sienta tan mal, consiguió que le crearan un anillo de protección al permitir que María Teresa Guerra Ochoa y Graciela Domínguez Nava, retomaran sus posiciones en las secretarías de la Mujer, y, de Educación Pública y Cultura, respectivamente.

Momentáneamente está en un refugio que deberá abandonar de manera pasajera cuando se le llame a tomar posesión como integrante de la Cámara Alta en la Ciudad de México.

Lo más probable, es que entre al quite como legislador su suplente, Omar López, sin que ello signifique que olvide sus aspiraciones a la gubernatura, que a juicio de los analistas locales por los últimos acontecimientos que se desarrollan en el gabinete de la Presidente electa, Claudia Sheinbaum Pardo, está más difícil para los sinaloenses que no están tan cerca de ella.

Un complot de tres desde un café del aeropuerto.

Un viernes de este mes, trascendió que de nueva cuenta al actual secretario de Agricultura de Gobierno del Estado, José Jaime Montes se le captó como últimamente lo acostumbra hacer, sigiloso y con maldad, en unos de los locales comerciales del Aeropuerto Internacional de Culiacán.

Circuló información de que le gusta tomar café en las instalaciones de la estación aérea y continuamente se congrega para ello, porque el producto es de sabor más exquisito y más barato para sus bolsillos.

Más no es casualidad, que a su vez, caigan como sucedió como por obra del destino la madre de la lideresa de Morena en Sinaloa, -Merary Villegas-, María Victoria Sánchez y el depuesto alcalde de la capital del estado, Jesús Estrada Ferreiro, que en una especie de cónclave obran para reagruparse contra una figura a la que asumen como su enemigo y que despacha en la colonia Centro Sinaloa.

Los tonos que emitieron en el intercambio de ideas, amenazas y acusaciones de uno contra otro, finalmente los descubrieron como los actores de un complot que pretenden levantar contra el responsable del proyecto de la Cuarta Transformación en la entidad.

Buscan alinearse cuando no supieron controlar sus emociones y actitudes al “ponerse a las patadas con Sansón” y su comportamiento solo muestra que no entendieron que luchar contra un poder que ganó casi todo o lo que quiso el día dos de los corrientes, los expone a que los miren como los ardidos que solamente “sangran por la herida”.