Son tiempos de tribulaciones sociales y políticas para el estado, los que apenas comienzan y que van para largo si la claridad de la luz del túnel no es posible observar tras las revelaciones de Ismael Zambada García, que desde una prisión estadounidense, sostiene que se reuniría el pasado 25 de julio con el gobernador Rubén Rocha Moya.
Es el tema que está en el imaginario de “todo el mundo” y que ante la necesidad de hurgar para conocer la realidad de cómo sucedieron los hechos, dan rienda suelta a la capacidad de desarmar e integrar elementos en busca de lo que no se sabe. Y que probablemente, no se conocerá nunca si se le agregan intereses que escapan a la verdad.
La llama del desasosiego aumentó cuando el ex capo del Cártel de Sinaloa, de acuerdo en lo que expuso en su carta, desestimó la versión de la Fiscalía General del Estado de que el asesinato de Héctor Melesio Cuén Ojeda, que también estuvo en el lugar donde decidieron verse para arreglar problemas políticos y se suscitaron los hechos, no le arrebataron la vida por robarle el carro, sino que fue víctima de un atentado directo.
La fuerza del torbellino que está en la entidad y que se intensifica es de por sí muy peligroso, porque el asunto que debía recaer en la cancha del gobierno federal, se estacionó localmente.
En primer lugar porque se trata de personales sinaloenses, aunque las repercusiones de las actividades de delincuencia organizada salpican a toda la República Mexicana y rebasan las fronteras.
Y en segundo término, porque desde la detención o entrega del ex directivo de la organización delictiva obligaron a los Estados Unidos, a dar un tratamiento por su hermetismo, con sombras de sospecha.
Con indicativos que sus autoridades, planean golpes más fuertes y despiadados contra figuras gubernamentales y políticas mexicanas.
Tal riesgo, llegó entre los mensajes que continuamente por ser épocas de campaña presidenciales entre Kamala Harris y Donald Trump, que usan la temática en cuestión como discurso para ganar más adeptos.
Hay todo un cuadro de condiciones como para instalar un teatro a la medida de los gringos y un caldo de cultivo en México y en la tierra de los once ríos como para agravar el estado de cosas.
El oriundo de Batequitas que salió a aclarar su situación y que presentó la ruta de vuelo para delinear que en los días que aconteció el problema, señala que estuvo fuera, tendrá una pesada carga en lo sucesivo.
Casos como el que ocupa, empezó a cambiar el curso de las cosas repentinamente y las mortificaciones al parecer llegaron para quedarse. Sobre todo, porque desde el vecino país norteño, manejarán el proceso judicial y lo que se declare a su modo.
Y con dosis que harán daño a quien quieran hacerle y a quien tenga responsabilidad o no en el acontecimiento que agarró por sorpresa a todos.
La postura del embajador de EU en México al respecto, Kenneth Salazar, luego de que el presidente Andrés Manuel López Obrador, demandara información precisa y que señalara que no quieren cooperar, fue oportuno.
Pero exhibió toda una estrategia de largo de corto, mediano y largo plazo para someter a quien osé ponerse en su contra.
Landeros y Chiquete, sorpresa en las Secretarías renovadas.
Con una velocidad sorprendente, Joaquín Landeros Guicho dio un salto hacia la titularidad de la Secretaría de Finanzas del Gobierno del Estado que dejó Enrique Díaz de la Vega para pasar a atender sus asuntos profesionales y empresariales que le demandad su presencia.
Su arribo despistó a los analistas que apostaron por otros personajes y ello lo obliga a luchar por desempeñarse con la mayor eficiencia t responsabilidad que se requiere en el encargo.
El ex secretario de Obras Públicas, seguramente permanecerá los tres años que le restan al actual gobierno, dado que es el tramo en que el gobernador Rubén Rocha Moya quiere cerrar su mandato y cristalizar las promesas que empeñó durante su campaña.
De entre cuatro Secretarías que tienen nuevas cabezas también asombró la llegada de Ana Francis Chiquete Elizalde a Semujeres. Y fue la única sobre la que se fueron encima algunos colectivos de buscadoras y damas de a pie, que consideraron que no merece estar allí.
No es el caso de Raúl Montero Zamudio que ocupó la silla de la SOP y quien estaba en la subsecretaría de Programas y Contratos de la dependencia, ni de Catalina Esparza Navarrete que sustituyó a Graciela Domínguez en las riendas de la Secretaría de Educación Pública y Cultura.
