/ lunes 26 de agosto de 2024

Turbulencias de Mayo en Sinaloa

¿Tuvo el Estado complicidad en los hechos que derivaron en el arresto de Ismael Zambada García, “El Mayo”, y en el sesinato de Héctor Melesio Cuén Ojeda con el grupo criminal de Los Chapitos? ¿O la mafia actuó por cuenta propia sin consultar a nadie?

Es claro que Joaquín Guzmán López no actuó solo en la trampa para atrapar al “Señor del Sombrero”, y que lo que parecía ser un día de campo en la cúpula del Cártel de Sinaloa aquel jueves 25 de julio, hoy suelta hedor a diestra y siniestra, salpica con su tufo a todos los implicados, con una Fiscalía General de la República apresurada por no hacer quedar en ridículo al presidente Andrés Manuel López Obrador, que pretendía coronar su sexenio con una descabellada reforma al Poder Judicial intocable.

Ahora los gringos y los canadienses entraron al quite, y fue el embajador Ken Salazar, tan amigo de AMLO, quien le puso el “cascabel al gato” al sentenciar que la elección de jueces, magistrados y ministros le abren la puerta a naturalizar al crimen organizado. Si ya de por sí, el narco compra todo, ahora a poner jueces en campañas adulteradas con dinero sucio.

Sinaloa no deja de estar en el centro de estas turbulencias a un mes de que aquel avión turbo hélice aterrizara en el aeropuerto Doña Ana de Santa Teresa, Nuevo México. Las secuelas han sido brutales, en lo político, en lo jurídico, en lo diplomático y, aunque no se quiere decir, en lo violento.

Desde hace unos años, qué duda cabe, Los Chapitos y los Zambadas mantenían una guerra de baja intensidad, quedó demostrado en la guerra entre Rusos y Ninis en el 2021, que terminó cuando “El Mayo” mandó al Ruso a Mexicali y zonas circunvecinas.

Hoy, el recelo, las reticencias y los malestares se agravan con la operación contra el Mayo. Se trata de dos grupos irreconciliables, ambos grupos saben conviven en el mismo estado, como dormir con el enemigo en casa. Y mientras la ciudadanía, vive con el tigre suelto, con autoridades cooptadas.

¿Imputará la FGR a la exfiscal Sara Bruna Quiñónez por las irregularidades que dice que encontró en el homicidio de Cuen? Esta historia todavía no termina, la agenda sigue avanzando sobre todo por las urgencias del presidente al quedarle cinco semanas en el cargo.

Las garras de los falsificadores de billetes

Mazatlán es un punto estratégico… hasta para las malas prácticas y cualquier tipo de delitos por el dinero que mueve el puerto derivado de sus actividades económicas.

En este escenario el arribo de bandas de falsificadores de billetes comienza a generar un daño económico a los comercios locales debido a que se han convertido en el blanco perfecto de estos delincuentes. ¿Pero cómo es posible que ocurra esto? Pues más que nada es una lógica de mercado como dijo el clásico capitalista “Dejad haced… dejad pasad”.

Es increíble que las autoridades locales no tengan la mínima idea de esta situación, vaya, que ni siquiera haya una alerta llamando a denunciar de inmediato cuando se es víctima de un billete falso.

Las bandas que han sido detectadas en estados como Jalisco, principalmente en el área metropolitana de Guadalajara, han encontrado en esta parte de Sinaloa un vergel para asentarse y aumentar sus operaciones truculentas.

El sistema de control financiero en México es despiadado solo cuando se trata del adversario, pero a la delincuencia casi no la toca, y ahí el asunto se torna más político que funcional. ¿Dónde está pues la aplicación de la Ley?

¿Tuvo el Estado complicidad en los hechos que derivaron en el arresto de Ismael Zambada García, “El Mayo”, y en el sesinato de Héctor Melesio Cuén Ojeda con el grupo criminal de Los Chapitos? ¿O la mafia actuó por cuenta propia sin consultar a nadie?

Es claro que Joaquín Guzmán López no actuó solo en la trampa para atrapar al “Señor del Sombrero”, y que lo que parecía ser un día de campo en la cúpula del Cártel de Sinaloa aquel jueves 25 de julio, hoy suelta hedor a diestra y siniestra, salpica con su tufo a todos los implicados, con una Fiscalía General de la República apresurada por no hacer quedar en ridículo al presidente Andrés Manuel López Obrador, que pretendía coronar su sexenio con una descabellada reforma al Poder Judicial intocable.

Ahora los gringos y los canadienses entraron al quite, y fue el embajador Ken Salazar, tan amigo de AMLO, quien le puso el “cascabel al gato” al sentenciar que la elección de jueces, magistrados y ministros le abren la puerta a naturalizar al crimen organizado. Si ya de por sí, el narco compra todo, ahora a poner jueces en campañas adulteradas con dinero sucio.

Sinaloa no deja de estar en el centro de estas turbulencias a un mes de que aquel avión turbo hélice aterrizara en el aeropuerto Doña Ana de Santa Teresa, Nuevo México. Las secuelas han sido brutales, en lo político, en lo jurídico, en lo diplomático y, aunque no se quiere decir, en lo violento.

Desde hace unos años, qué duda cabe, Los Chapitos y los Zambadas mantenían una guerra de baja intensidad, quedó demostrado en la guerra entre Rusos y Ninis en el 2021, que terminó cuando “El Mayo” mandó al Ruso a Mexicali y zonas circunvecinas.

Hoy, el recelo, las reticencias y los malestares se agravan con la operación contra el Mayo. Se trata de dos grupos irreconciliables, ambos grupos saben conviven en el mismo estado, como dormir con el enemigo en casa. Y mientras la ciudadanía, vive con el tigre suelto, con autoridades cooptadas.

¿Imputará la FGR a la exfiscal Sara Bruna Quiñónez por las irregularidades que dice que encontró en el homicidio de Cuen? Esta historia todavía no termina, la agenda sigue avanzando sobre todo por las urgencias del presidente al quedarle cinco semanas en el cargo.

Las garras de los falsificadores de billetes

Mazatlán es un punto estratégico… hasta para las malas prácticas y cualquier tipo de delitos por el dinero que mueve el puerto derivado de sus actividades económicas.

En este escenario el arribo de bandas de falsificadores de billetes comienza a generar un daño económico a los comercios locales debido a que se han convertido en el blanco perfecto de estos delincuentes. ¿Pero cómo es posible que ocurra esto? Pues más que nada es una lógica de mercado como dijo el clásico capitalista “Dejad haced… dejad pasad”.

Es increíble que las autoridades locales no tengan la mínima idea de esta situación, vaya, que ni siquiera haya una alerta llamando a denunciar de inmediato cuando se es víctima de un billete falso.

Las bandas que han sido detectadas en estados como Jalisco, principalmente en el área metropolitana de Guadalajara, han encontrado en esta parte de Sinaloa un vergel para asentarse y aumentar sus operaciones truculentas.

El sistema de control financiero en México es despiadado solo cuando se trata del adversario, pero a la delincuencia casi no la toca, y ahí el asunto se torna más político que funcional. ¿Dónde está pues la aplicación de la Ley?