La inteligencia emocional tiene para muchos un significado igual o diferente, dependiendo de cómo la persona quiere verlo; personalmente, la inteligencia emocional es esa capacidad de reconocer tus propios sentimientos y los sentimientos de otras personas que se pueden utilizar para motivarlos y poder llevar adecuadamente las relaciones de pareja, amistad e incluso entre la propia familia.
Este tema se ha popularizado, ya que en todos lados encontramos una referencia acerca del mismo, en un curso por internet hasta en libros, y lo que no toda la gente toma en cuenta es que sin esta habilidad no podremos avanzar porque es de suma importancia que podamos conocernos y reconocer cuando está pasando algo, tanto negativo como positivo para afrontarlo y continuar más allá.
Ahora bien, si lo enfocamos en otra situación, puedo referirme al modelaje donde he tenido que aprender a manejar mi inteligencia e incluso mi estabilidad emocional. Por ejemplo, siempre se trata de perfiles, perfiles que el cliente o la empresa necesita y tienen que escoger a la persona que más se parezca o se asemeje a lo que quieren expresar, proyectar o vender, ahí entrarían las facciones del rostro y del cuerpo; el cliente va a elegir a la persona que más se acerquen a lo que buscan, en este sentido, yo tuve que aprender a que si no me escojan, estaba bien, yo no entraba en ese perfil, siempre sin mostrar emociones, tuve que entender que se trataba de trabajo, que no era personal.
Por lo que, a la próxima vez que tuviera casting, yo acudía con las mismas ganas y daba todo mi esfuerzo para quedar, y si lo hacía era porque necesitaban mi perfil, no porque “no les gustara” y fue así a como poco a poco fui entendiendo muchas cosas del medio, no se trata de que no gustes, se trata de que no necesitan tu perfil. Y así como esto, podemos encontrar muchos otros ejemplos de maneras para aplicar la inteligencia emocional y no morir en el intento.
Y de alguna u otra forma esto afecta en nuestra salud, en cómo nos relacionamos con nosotros mismos e incluso con toda la gente a nuestro alrededor; si no podemos entender a aceptar alguna situación en el trabajo o con nuestra pareja, seremos más susceptibles a que la salud se ve afectada, es por esto que así como nos preocupamos por nuestro físico, el vernos bien también debería ser de nuestro propio interés, el cuidar de nuestra mente es muy importante porque como lo he afirmado antes, tu mente puede ser tu mejor aliado o tu enemigo.
Y me refiero a cuidarnos de nosotros mismos, así como cuidar de las demás personas, ser consciente de lo que pensamos, lo que nos decimos y de cómo actuamos; con las otras personas es lo mismo, a entenderlas, ser más empáticas y a no juzgar sus decisiones o pensamientos porque nadie sabe si la otra persona está pasando por una situación difícil o simplemente es un mal momento.
¿Y tú crees que tienes la suficiente inteligencia emocional? Nos escribimos.
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