/ lunes 20 de febrero de 2023

Vanguardia en libertad | Una noche en Culiacán

Creo que nunca le había puesto tanta atención a lo que es Culiacán de noche, pasando por la que hoy conocen como La Isla este sector tan popular, no estoy muy segura si lo conozcan, pero, me fue difícil ignorar las grandes camionetas modificadas del año que traían hombres con barba arreglada o mujeres con sus cuerpos voluminosos con la música tan alta que hacían temblar las puertas de mi pequeño coche mientras esperaba mi crepa en una zona donde antes no había nada o casi ningún puesto, sin embargo, en los últimos años ha crecido de manera descomunal y se podría decir que hay hasta una saturación de negocios gracias a la cultura que conocemos como “buchona” y creo hoy más que nunca influye día con día en nuestra sociedad sinaloense.

Esto no es solo en la popular zona de La Isla, sino en prácticamente toda la ciudad, pero especialmente los fines de semana donde las míticas plazas se llenan de personas de todo tipo donde chicos y grandes siguen estas modas que para los padres más conservadores que solo iban de pasada pueden tomarlo como una irresponsabilidad ver a los jóvenes sacando vapor por la boca con su cigarro desechable que compraron en una máquina dispensadora que está a un lado de esos restaurantes caros donde haces fila por horas para entrar y pertenecer a un estatus que supuestamente pocas personas tienen acceso a este.

Las noches en la capital son muy escandalosas, exageradas, donde vas circulando por una calle tranquilamente, como todos los días cuando, por un lado, te pasa a toda velocidad una camioneta GMC último modelo o también ves carros lujosos por la ciudad como si salieran en las cajas de cereales que por cierto, díganme cuáles compran para también traer mi BMW, Audi, Mustang, por mencionar algunos.

Vanidad

Personalmente, considero que soy muy vanidosa y femenina, pero tengo que aceptar también que hay algunas ocasiones donde prefiero andar cómoda, por lo que a veces me imagino el tiempo que se toman las otras chicas en arreglarse tanto, pero eso me agrada, el saber que una persona se tiene el suficiente amor propio para esmerarse y arreglarse bonito, definitivamente no estoy en contra de eso.

Y no solo estoy hablando de las mujeres, no estoy segura si sea por moda o por modernidad de que he puesto atención a los hombres que suelen ser más atentos con su persona, no diré que todos porque todavía no llegamos a ese nivel y tampoco estoy diciendo que los hombres sean antihigiénicos, a lo que voy es que la vanidad ya está dejando entrar en la vida masculina y eso me parece muy evolutivo.

Pero bueno, no todos vestimos igual y eso es interesante, cada quien se identifica con un estilo personal y con un estilo de vida a lo mejor muy distinto a la de los demás, pero está bien siempre y cuando te funcione.

En fin, ¿las noches en tu ciudad las disfrutas? Te leo...


Contacto

m.elena.millan@elsoldesinaloa.com.mx


Creo que nunca le había puesto tanta atención a lo que es Culiacán de noche, pasando por la que hoy conocen como La Isla este sector tan popular, no estoy muy segura si lo conozcan, pero, me fue difícil ignorar las grandes camionetas modificadas del año que traían hombres con barba arreglada o mujeres con sus cuerpos voluminosos con la música tan alta que hacían temblar las puertas de mi pequeño coche mientras esperaba mi crepa en una zona donde antes no había nada o casi ningún puesto, sin embargo, en los últimos años ha crecido de manera descomunal y se podría decir que hay hasta una saturación de negocios gracias a la cultura que conocemos como “buchona” y creo hoy más que nunca influye día con día en nuestra sociedad sinaloense.

Esto no es solo en la popular zona de La Isla, sino en prácticamente toda la ciudad, pero especialmente los fines de semana donde las míticas plazas se llenan de personas de todo tipo donde chicos y grandes siguen estas modas que para los padres más conservadores que solo iban de pasada pueden tomarlo como una irresponsabilidad ver a los jóvenes sacando vapor por la boca con su cigarro desechable que compraron en una máquina dispensadora que está a un lado de esos restaurantes caros donde haces fila por horas para entrar y pertenecer a un estatus que supuestamente pocas personas tienen acceso a este.

Las noches en la capital son muy escandalosas, exageradas, donde vas circulando por una calle tranquilamente, como todos los días cuando, por un lado, te pasa a toda velocidad una camioneta GMC último modelo o también ves carros lujosos por la ciudad como si salieran en las cajas de cereales que por cierto, díganme cuáles compran para también traer mi BMW, Audi, Mustang, por mencionar algunos.

Vanidad

Personalmente, considero que soy muy vanidosa y femenina, pero tengo que aceptar también que hay algunas ocasiones donde prefiero andar cómoda, por lo que a veces me imagino el tiempo que se toman las otras chicas en arreglarse tanto, pero eso me agrada, el saber que una persona se tiene el suficiente amor propio para esmerarse y arreglarse bonito, definitivamente no estoy en contra de eso.

Y no solo estoy hablando de las mujeres, no estoy segura si sea por moda o por modernidad de que he puesto atención a los hombres que suelen ser más atentos con su persona, no diré que todos porque todavía no llegamos a ese nivel y tampoco estoy diciendo que los hombres sean antihigiénicos, a lo que voy es que la vanidad ya está dejando entrar en la vida masculina y eso me parece muy evolutivo.

Pero bueno, no todos vestimos igual y eso es interesante, cada quien se identifica con un estilo personal y con un estilo de vida a lo mejor muy distinto a la de los demás, pero está bien siempre y cuando te funcione.

En fin, ¿las noches en tu ciudad las disfrutas? Te leo...


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