Comenzar un buen festín gastronómico con la palabra gracias, es sin duda uno de los detalles que de entrada cambia el contexto de una experiencia que, por sí sola, es enriquecedora.
Hace apenas seis meses Gracias Comedor abrió sus puertas, nació de uno de los sueños de Diego Morones, publicista de profesión y ahora chef por convicción, quién antes de emprender este proyecto no tenía la menor idea de lo que era tener un restaurante, pero si del buen comer.
La sensación de exclusividad es inmediata, pues se ubica prácticamente en el roff garden de un edificio; no tiene anuncio y para llegar ahí hay que subir hasta el último piso por unas estrechas escaleras que te llevan a una amplia terraza.
En Gracias Comedor se sirven cenas tipo omakase, es decir, de 10 a 12 tiempos según el concepto del menú que cambia cada cinco semanas. Diego Morones asegura que la comida está hecha a base de historias, por eso se agradece que en cada tiempo se acerque él especialmente a las mesas a contar la historia del platillo en turno o una anécdota vivida, ya que cada uno de ellos resulta ser un homenaje importante a algún momento de su vida.
El menú encontrarás durante el mes de febrero y principios de marzo se llama De la Calle, consiste en platos e ingredientes callejeros de distintas partes del mundo; en este caso, el chef recató muchos de los sabores que hasta hoy se ha encontrado a su paso en sus viajes. En caso de que no comas carne, no quieras por Cuaresma o tengas alguna alergia, solo tienes que mencionarlo al momento de hacer tu reservación.
Recomendamos probar pho bo, una sopa típica con tallarines y verduras que se encuentra en todas las calles de Vietnam; también scotch egg, un platillo que se comía en siglo XIX, en especial los de clase alta, camino a sus casas de campo y aún se siguen vendiendo en las calles de Londres.
Es el costo por la experiencia de 9 a 12 tiempos es de mil 380 pesos e incluye una bienvenida de mezcal y vino tinto ilimitado. Estará disponible hasta el 6 de marzo.
DÓNDE
Colima 333, colonia Roma Norte