La huaya es una fruta que nace en los estados de Yucatán, Quintana Roo y Campeche, su cosecha comienza en junio y se extiende hasta finales de agosto.
También es conocida como mamón, mamoncillo, anoncillo, guaya, maco o limoncillo; crece en un árbol de la familia de las sapindáceas en las regiones tropicales de América y alcanza los 30 metros de altura.
La Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (SAGARPA) explica que, la huaya es una fruta sensible a las sequías y heladas, por lo que se cultiva raramente fuera de su hábitat natural, donde nace de manera silvestre.
Los frutos maduros, son agridulces, pequeños y babosos; contienen 85% de agua y son una fuente rica en carbohidratos, vitaminas A, C, B1, B3, B6 y B12. Además, minerales, aminoácidos, potasio, hierro y ácidos grasos insaturados como oleico y linoleico.
EN LA GASTRONOMÍA
En Yucatán acostumbran a consumirla sola o con sal y chile. Con esta fruta también se hacen conservas, agua fresca y lo añaden para dar sabor a cervezas o aguardientes. En el interior tiene una semilla que puede tostarse y comerse.
MEDICINAL
El té de sus hojas activa el sistema inmunológico y evita la proliferación de bacterias; sirve para calmar los nervios y la fiebre y en gárgaras cura infecciones de garganta. En jarabe puede curar la diarrea y tiene efectos desparasitantes. También matan pulgas y ahuyentan murciélagos.
DATO CURIOSO
A pesar de no estar científicamente comprobado, se le atribuye el beneficio de combatir el cáncer; en sitios como Yucatán, Quintana Roo y Campeche, realizan estudios esperando que no sea una cura, pero por lo menos sí un preventivo.
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