Desde Shakespeare hasta El Bosco, los jardines han sido el escenario para esa narración inabarcable que llamamos humanidad. Son símbolo de fertilidad, alimento, arte y belleza, ya que las flores y plantas que los conforman, resguardan los colores, historias y sabores de cada región particular en el mundo: como el naranja intenso del cempasúchil en México, el enigmático púrpura de la sakura en Japón, o los 22 de botánicos de Islay, Escocia, que, en conjunto, crean un dry gin único: The Botanist.
Este Día mundial de los jardines botánicos, The Botanist recuerda a las flores y plantas que dan forma a su sabor, las cuales son recolectadas, a mano y una a una, por botánicos expertos en Islay, Escocia.
Menta: Es una hierba a la que se le ha asignado un gran valor desde la antigua Grecia e incluso en civilizaciones más viejas. La menta era una náyade (una ninfa de agua) que intentó seducir a Hades, pero fue capturada en el momento preciso por Perséfone, quien la convirtió en una hierba con olor dulce y agradable.
Manzanilla: La manzanilla expide un olor familiar y perceptible para casi todo el mundo. Desde hace siglos, a partir de la Edad Media, era plantada en jardines en los que se solían dar paseos. Al pisarlas, estas plantas compartían su aroma con los caminantes, esparciéndose por el campo con cada nuevo paso.
Cardo: Es símbolo de Escocia. Se cree que su relevancia derivó de la batalla de Largs en 1263, cuando un soldado descalzo del rey nórdico Haakon IV, sin darse cuenta, caminó sobre un cardo mientras avanzaba sigilosamente hacia el campamento del ejército escocés. La planta lo lastimó, provocando un chillido de dolor que reveló su ubicación y permitió que los escoceses pudieran repeler el ataque.
Saúco: Se trata de uno de los árboles con mayor peso en la mitología de Occidente. Se dice que Judas se colgó de un saúco –el texto anglonormando del siglo XIV llamado “Los viajes de Sir John Mandeville” habla sobre esto: “el árbol de saúco que judas utilizó para colgarse, por desesperación que tenía, cuando vendió y traicionó a nuestro Señor”.
Hierbabuena: Está planta es la base de uno de los aceites esenciales más venerados –los egipcios, romanos y griegos lo tomaban para mejorar su digestión y para aliviar dolores estomacales, además que ha sido comprobado que es uno de los agentes más efectivos contra el resfriado común, si se toma al principio de la enfermedad, usualmente en té–.
Hoja de limón: Esta planta ha sido utilizada desde hace muchos años como tónico para el estrés, la depresión y la ansiedad. En el siglo XVII, John Evelyn escribió respecto a ella: “la hoja de limón es excelente para la mente, fortaleciendo la memoria y alejando poderosamente a la melancolía”.
Tomillo: De acuerdo a una leyenda, el lugar en el que crezca tomillo, es un sitio sagrado para las hadas. Esta hierba fue utilizada (y posiblemente todavía se utilice) para purificar espacios en ciertos rituales mágicos.