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Culinaria Mexicana y Palacio de Hierro rindieron un homenaje en vida bien merecido a la chef Lucila Molina de Merlos. Ella comenzó su carrera culinaria a los seis años de edad, vendiendo bocadillos y tamales para complementar el gasto familiar. A los 17 años se casó con su actual esposo, Juan Merlos, y fue su suegro, del mismo nombre, quien le enseñó los secretos más completos de la cocina poblana, su especialidad.
Inició una trayectoria gastronómica en 1970, con un catering de cazuelas para fiestas. Debido al éxito, Casa Merlos abrió sus puertas formalmente en 1985 como un restaurante con especialidad en cocina poblana del siglo XVIII, sin dejar de lado el ya famoso buffet de cazuelas.
Por más de 35 años, este restaurante ha creado una magia culinaria a través de las manos de la chef Lucila Molina de Merlos. Su labor como cocinera e investigadora de los antiguos secretos de la cocina poblana le han permitido crear aportaciones para enriquecer una gastronomía que se postula para ser reconocida como un patrimonio cultural mundial, por parte de la UNESCO.
En sus propias palabras
“Mi lema es hacer feliz a los demás”, así inició su discurso la noche de su homenaje la chef Lucila Molina de Merlos, quien además dijo estar muy contenta y agradecida porque ese reconocimiento la impulsa a hacer las cosas aún mejor.
