Cuando los españoles evangelizaron a los habitantes de la Nueva España, apelaron a un sinnúmero de tácticas con la finalidad de imponerles a toda costa la religión.
Organizaron obras de teatro, cantos, pintura, escultura, arquitectura, leyendas y toda clase de artimañas con tal de que creyeran en lo que ellos querían.
En el caso de la Navidad recurrieron a pastorelas, villancicos y, por supuesto, a la Rosca de Reyes.
La Cámara Nacional de la Industria Panificadora y Similares de México (Canainpa) relata que los colonizadores trajeron a México el trigo y sus procesos para transformarlo en alimento. Dicho cereal se siembra, por primera vez, en un solar que pertenecía a Hernán Cortés y que fue regalado a Juan Garrido, un esclavo liberado que se convirtió en uno de los primeros panaderos de la época de colonial.
Para poder introducir esta costumbre religiosa en la tierra conquistada, la combinaron con el chocolate o el atole. Es así como el maridaje entre la rosca y estas bebidas muy mexicanas simboliza la amalgama entre la cultura española y la prehispánica.
Sin embargo, en la actualidad todos estamos ávidos de experimentar con nuevos sabores y por eso le pedimos al chef Ramón Godínez, de Fonda Garufa que nos recomendara cinco propuestas de maridajes alternativos para los que quieran salir de lo convencional este 6 de enero.
1) Rosca tradicional: Chocolate oaxaqueño
2) Rosca de nata: Malteada de canela
3) Rosca de Nutela: Vino de invierno
4) Rosca con Chantilly: Té chai
5) Rosca con crema pastelera: Café moka
6) Rosca con costra de concha de azúcar: Atole de zarzamora o mazapán