En la metrópoli acostumbramos a desayunar tamales de rajas, de mole, verdes y de dulce, así es como se ofrecen en cada esquina y afuera de casi todas las estaciones del metro.
Después de los tacos, estas delicias se colocan como el platillo más tradicional de todo el país, en especial porque la manera de prepararse es infinita. Muestra de ello es la tamalería María Candelaria, ubicada en la Ciudad de México, donde además de ofrecer los clásicos de salsa verde o de mole negro en hoja de maíz, tienen “los montaditos”, únicos en su tipo, creación de Manolo Gutiérrez y Luis Valls: arriba del tamal se agrega un guiso, que puede ser de pozole, chicharrón en salsa verde o roja, chilaquiles, cochinita y esquites.
Entre las recetas originales encontramos los de setas en adobo, nopal con verdolagas, mole verde y frijoles con queso por mencionar algunos. Para el gusto dulce las opciones son de higo, elote, guayaba, manzana, chocolate, piña, fresa, cajeta y zarzamora con queso. Para acompañarlos están los atoles disponibles dependiendo la temporada, entre ellos destacan los de amaranto, nuez, champurrado, pinole y fresa.
María Candelaria cautiva con su manera de preparar tamales desde hace dos años, cuando comenzó el proyecto. Está revolucionando la forma de presentar y comer tamales.
Datos que reconocer de María Candelaria
-Su nombre es en honor a la película mexicana de 1943, dirigida y escrita por Emilio “Indio” Fernández, en la cual María Candelaria es protagonizada por la actriz Dolores del Río.
-Pesan 160 gramos: 90 de masa y 70 de relleno; en sí, una comida completa.
-Hay veganos que se antojan como los de mole verde con setas, mole almendrada, verduras, huitlacoche, nopal con verdolagas, entre otros.