Culiacán Sin.- De la combinación de costumbres vivimos todos los días. Transitamos en una especie de enredaderas culturales. La globalización lo consolidó, pero es un ir y venir de lo mundial a lo local en la vida cotidiana. Lo vemos en los alrededores, cíclicamente, con Día de Muertos y Halloween por ejemplo.
Montar altares era algo característico de los estados del Sur del país. Una república con figura de caballo de mar, o mural dividido en una especie de cuatro partes, en que de la cintura para abajo se reconoce como la meseta donde los aires civilizadores de los grupos originarios mexicanos se expandían, y de ahí que la cultura maya ofrecía su esplendor. Históricamente se ve a México de otras partes como un monumento de historia y cultura brillantes, y se habla de población originaria con sus procesos de resistencia y dignidad. Nada qué ver con la discriminatoria manera de ahora en que se sigue hablando de la población indígena desfavorablemente. Solo basta en nuestras tierras culichis escuchar todavía a uno que otro joven hablar de los “oaxaquitas”. ¿Qué es eso? ¿No deberían ya formar parte del pasado ese tipo de expresiones?
Pues de las tradiciones mexicanas nos queda mucho aún vivo y renaciendo, contra todo prejuicio. Y he ahí que ahora también en el Norte, ese figurón al que se le llamaba la región del país “donde terminaba la cultura y empezaba la carne asada”, la gente también muestra interés en que sigan viva tradiciones auténticas mexicanas, como las de Día de Muertos, en un sincretismo con otras expresiones, incluso las del Halloween. Porque la cultura se nutre de distintas venas, no de absolutismo tampoco. Sería negar la realidad. Lo cierto es que perviven, entre todo, las costumbres, con el papel picado, los recuerdos, y tal vez hasta tuvo que ver la película de Disney que movió en los ojos de los europeos el asombro, sobre el día de los Fieles Difuntos.
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Enfrentar la muerte es doloroso como principio. Pero es quizás la manera mexicana de tratar ese hecho culturalmente como algo universalmente curioso. Parte de las expresiones de Día de Muertos se resume en flores como la de cempasúchil que ahora es producida más en China, desplazando a México como mayor productor… Pasa eso. Ahora nos ganan hasta en el mercado de los “bienes culturales”. ¿Qué seguirá en otros veinte años? Pues, sea como fuere, al menos disfrutar al máximo de vivir…
Calaverilla
El Elmer con sus libritos
sigue vivito y coleando
del Colegio a la Academia
tiene nuevos parvulitos
los entrenará en las letras
y de paso en culichismos.
Las estrella de las artes
siguen escribiendo aquí
Ernestina, Juan Esmerio,
compartiendo su Buen Fin.
Esta ciudad nos recibe
con Tomateros ganando
y con la gente bailando,
con raspados y paraguas:
del parque Revolución
el “69” aniversario…
Pero no todo es jolgorio.
Hubo un 17 oscuro,
con muchas balas silbando
con la gente apresurada
y no porque algo regalaron.
Atemoriza la muerte,
pero seguimos andando.
Este es Puro Sinaloa
que vive con la frente en alto.
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