Culiacán, Sin.-Tradición, cultura, gastronomía, artesanía, música, literatura, teatro y danza son una parte esencial del corazón de Sinaloa; región incubadora de tantos artistas, talentos y sensibles de todo lo bello, como de lo que no lo es.

Esa parte emblemática de esta región del noroeste de México suele ser menospreciada y poco apoyada por muchos; sin embargo, hay quienes dedican sus vidas a preservar las artes sinaloenses, como el promotor cultural, José Alfonso Flores Carrasco.

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Durante 13 años, el también artista plástico se ha dedicado a resguardar y fomentar las creaciones locales a través de un proyecto cultural enraizado al suelo de Culiacán, llamado Paseo de las Artes.

El inicio

Había una vez un grupo de creadores, que incluía a José Alfonso, quien personificaba al payaso Mosquito Prieto y Aguado de la Barriga; este colectivo necesitaba un espacio para dar a conocer las obras hechas con sus manos desde sus más profundos pensamientos y la inspiración que ofrecía la cotidianidad.

“Ya teníamos 16 años buscando donde hacer un espacio cultural con la iniciativa de los artesanos”, recordó el promotor de la cultura culiacanense.

El colectivo de escénicos y artesanos empezó a performar en “El Calpulli”, espacio que aglutinaba artistas universitarios e independientes de distintas disciplinas; hasta un lamentable día, durante la presentación de la obra “El Gran Inquisidor”, cuando la mala combinación de velas y papel sanitario en la escenografía, provocaron el incendio de este lugar.

“Después de eso, pues ya nadie nos quería rentar ni prestar ningún espacio, y dijimos: vamos a buscar un espacio público”, comentó Alfonso Flores entre risas.

De tanto tocar puertas, terminaron arropados por el Instituto Sinaloense de Cultura, cuando recién adoquinaron parte del callejón Andrade; ubicación que años después se convertiría en un ícono de la artesanía y las artes escénicas nacidas en esta región del estado.

Gracias a que la institución, que solía llamarse Difocur, apoyó a estos creadores y promotores culturales, el jueves 13 de octubre del 2011 se llevó a cabo la primera edición del ahora conocido Paseo de las Artes.

“Ese día vinieron 14 artesanos, y eramos 14 gentes también, inquietos en organizar, de los cuales quedo yo nada más”; 13 años después, en diciembre de 2024 “vamos a tener 500 ediciones de este paseo semanal”, puntualizó José Alfredo.

Hoy en día, el Paseo de las Artes ha madurado como una tradición efectuada cada jueves por la tarde en el Centro de Culiacán, ofreciendo una amplía variedad de productos hechos totalmente a mano, distribuidos en el tianguis que amenizan diversos escénicos.

“El foro (escénico) era nada más una parte complementaria de los artesanos que aquí vienen para atraer un poquito la gente; pero poco a poco el foro también fue tomando su importancia de manera que actualmente tenemos varias secciones”.

Cada semana, acuden músicos que gozan de deleitar a los pasantes con sus composiciones o la interpretación de canciones ya existentes; se organiza un desfile de poetas en el que los aficionados de la lírica comparten una parte de sí mismos inmortalizada en sus textos; entre múltiples presentaciones danzísticas y teatrales.

En los espectáculos que ofrece el tradicional paseo, han colaborado artistas como el grupo de boleros Trío Azteca; la agrupación de estudiantes de la Escuela de Artes José Limón llamada ¿Dónde está Enya?; al igual que creadores plásticos, como Dolores Lugo.

Todos los jueves, el Paseo de las Artes ha abierto sus puertas para que cualquier artesano, creador e intérprete que anhele dar a conocer su trabajo pueda hacerlo de manera gratuita y directa con el público.

“Quien tenga el interés de participar, con todo gusto es bien recibido aquí”, así lo dijo el payasito de apellido Flores Carrasco.

Legado de una gran historia

Este domingo, la tierra dio 13 vueltas al sol desde el día en que esta noble actividad vio la luz, en beneficio tanto de los participantes de cada edición, al igual que a la sociedad culiacanense.

Artesanos han recibido más pedidos de sus manufacturas por mostrar su trabajo en el callejón Andrade; y múltiples grupos musicales que comenzaron tocando en el pequeño foro, obtuvieron ofertas laborales para amenizar restaurantes o bares.

De tal manera, el Paseo de las Artes va construyendo, peldaño a peldaño, el camino hasta su objetivo; escribir una narrativa diferente de lo que es esta bella ciudad capital, que habita en un ciclo de violencia aparentemente interminable.

“El espacio público nos pertenece a todos, lo administran las autoridades; pero es nuestro derecho hacer que este espacio público tenga una resignificación, y en este caso, es un espacio de encuentro en el que podemos pasar una tarde agradable y constructiva”, enfatizó el creador del popular tianguis.

Para concluir esta entrevista exclusiva con El Sol de Sinaloa y dar inicio a un espectáculo más, José Alfredo invitó a todo inquieto que desee dejar su huella en la historia local, aportando a través del arte, del trabajo fruto de su alma, a la cultura de Culiacán.

“Aprovechen esta oportunidad, este es el único tianguis cultural que además no cobra derecho de piso, toda la actividad es gratuita aquí. ¡Vengase! ¡Aprovechela! Es suya”.