Culiacán, Sin.- El montaje del altar de Día de Muertos es una tradición mexicana desde tiempos prehispánicos, y el Museo de Arte de Sinaloa ha llevado a cabo este ritual por 30 años, rindiéndole tributo a importantes creadores plásticos como Diego Rivera, José Guadalupe Posada, Frida Kahlo, Vlady, Vicente Rojo.
Ahora, le toca a Francisco Toledo estar en el centro del altar que levantará el Masin, honrando a quien sigue siendo considerado uno de los mexicanos creativos más importantes, pues se llevó a casa el Premio Nacional de Ciencias y Artes en el área de Bellas Artes.
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Este 31 de octubre de 2024, a las 16:00 horas, el Masin abrirá sus puertas para que la comunidad sinaloense admire parte de la obra del pintor oaxaqueño, la cual colgará de los muros de la Sala 3 de la galería ubicada en el Primer Cuadro de Culiacán.
Francisco Toledo nació en Juchitán en 1940, y antes de perder la vida en 2019, se ganó el aprecio de quien lo conoció como promotor cultural, activista, filántropo, defensor de los derechos humanos y las lenguas indígenas, así como un gran artista que conjugó colores, formas, texturas, volúmenes y seres fantásticos habitantes de su inmensa obra.
Su carrera artística comenzó como discípulo de Arturo García Bustos; ingresó al Taller Libre de Grabado de la Escuela de Diseño y Artesanías del Instituto Nacional de Bellas Artes; fortaleció su imaginario en Europa y Estados Unidos; sin embargo, fue en su natal Oaxaca donde nutrió profundamente su mundo mágico.
Ya formado como artista, creó instituciones y proyectos vanguardistas, universos con vitalidad propia, travesías entre el volumen, las texturas y el color naciente de una creatividad vinculada al mito, a la magia y a las raíces mexicanas.
Fuera de sus obras artísticas, Toledo aportó al patrimonio cultural mexicano fundando el Museo de Arte Contemporáneo de Oaxaca; la Casa de Cultura de Juchitán; la Biblioteca para Invidentes Jorge Luis Borges; el Instituto de Artes Gráficas de Oaxaca; el Taller Arte Papel Oaxaca, el Centro de Artes de San Agustín; el Centro Fotográfico Manuel Álvarez Bravo; el Cine Club; el Jardín Etnobotánico; la Fonoteca Eduardo Mata; la Biblioteca Francisco de Burgoa; la editorial Ediciones Toledo; así como las revistas Guchachi Reza y Alcaraván.
¡Ya estiró la pata!
Además de la inauguración de este altar, el museo le abre las puertas al colectivo Bordamos de Corazón, el cual creó una obra de arte textil alusiva al 2 de noviembre titulada “¡Ya estiró la pata!”.
El nombre de la exhibición hace alusión al humor mexicano ante este tema, por lo que siguieron la misma línea con frases como “El muerto al pozo y el vivo al gozo”; “Matrimonio y mortaja del cielo bajan”; “Del trabajo y de la flaca nadie se escapa”; entre otras que estarán bordadas de manera minuciosa con hilos de colores sobre tela.