Culiacán, Sin.- Cuando se habla de una carrera musical, normalmente entran los tabúes que una formación en arte puede atrasar la estabilidad económica de una persona, sin embargo, para muchos otros, llevar una Licenciatura en Música significa estar al tanto de ser un ejemplo en el arte para personas de todas las edades y Aleida es un claro ejemplo de todo esto.
“Como maestra no nada más yo enseño, porque yo aprendo también de los alumnos y para mí que un alumno se acuerde de mí, me salude en la calle o ver como avanza con algo que para él era complicado, a mí me ha dejado una satisfacción muy grande”, expresó la maestra Aleida en una entrevista para el Sol de Sinaloa.
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Oriunda de Culiacán, Sinaloa, Aleida Apodaca Rodríguez, tuvo su primer contacto a los 14 años, cuando apenas se encontraba en la secundaria, fue una vez que entro a la preparatoria que para ella la música se convirtió en parte importante de su vida, llevándola a formar parte de la primera generación de la Licenciatura en Música de la Universidad Autónoma de Sinaloa.
Especializada en piano y docente por vocación, ella ha formado por años a generaciones no solo de músicos profesionales, sino aún público que aprecie el arte y que le da el lugar y el respeto a esta carrera que hoy en día se encuentra llena de estigmas por estar enfocada en el arte.
“Aunque yo sé que a lo mejor no todos mis alumnos van a hacer músicos profesionales, estos también necesitan de un público que sepa apreciar y respetar la música y yo me quedó muy satisfecha con sembrar esa semilla en todos ellos”, externó.
Músico de corazón
Si bien esta pianista tuvo su primer acercamiento con el cuarto arte gracias a la flauta dulce, ella no dejo su pasión, pues en preparatoria, ella inició su camino con el que por mucho fue el dueño de sus manos, el piano, y es que en ese entonces en Culiacán no había clases del instrumento armónico y de viento que tanto le gustaba.
“En la secundaria yo empecé con la flauta dulce, porque me gustaba mucho, pero ya en la prepa me metí a piano porque era de lo que había clases, y fui a clases de órgano y fui a la Casa Escoboza y Yamaha en aquel entonces, después me vine a la UAS siguiendo al maestro Madrid y ahí me quedé”, expresó.
La pianista terminó el Técnico Instructor en Música en la UAS y entró a estudiar la carrera de Química, en donde estudio por dos años, pero fue cuando ella tenía 20 años que, en Culiacán, se abrió la Licenciatura en Música, por lo que decidió dejar la carrera de Ciencias y dedicarse de lleno al arte.
“Yo estudié dos años en Química, tenía el técnico y cuando supe que iban a abrir la licenciatura yo me salí y agarre la licenciatura con acentuación en instrumento, y no me he dedicado a otra cosa que no sea a la música”, mencionó.
Maestra por vocación
A pocos años de haber comenzado a ser una aprendiz del piano, Aleida, empezó a dar clases a niños pequeños de este instrumento armónico, cuando tenía solo 17 años. A partir de ahí, su gusto por la enseñanza se hizo más grande, pues se dio cuenta de que ser maestra también era lo suyo.
“Yo inicié muy chiquita a trabajar, daba clases particulares y daba clases a una niña de 4 años y aunque fue difícil, me di cuenta de que podía dar clases y que podía entenderme con niños chiquitos y de ahí en adelante le agarré el gusto a la docencia“, recordó.
Es por eso que ella no se ha soltado de la mano de esta bella arte y actualmente funge como maestra de piano, órgano, iniciación musical en el ISIC, mientras que también se ha dedicado desde hace diez años a ser docente en el nivel técnico impartiendo las materias de solfeo, conjuntos corales, introducción a la dirección coral en el EMUAS.
Sin estigmas
Si bien siglos atrás esta bella arte era respetada, ahora se ha convertido en una de las carreras más estigmatizadas por la sociedad, de hecho, es algo por lo Aleida también se dedica a ella, pues asegura que la música es una carrera que debe respetarse, pues como cualquier otra carrera también exige una preparación y una disciplina, pues esta también pide desvelos, tareas y sobre todo mucho tiempo.
Como maestra no nada más yo enseño, porque yo aprendo también de los alumnos
Aleyda Apodaca
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Años tenia Aleida cuando comenzó a dar clases de piano a niños pequeños.