La creación desde la nada se convierte en un arte económico pero provechoso, una expresión que dice más que diez mil palabras y que necesita solo del cuerpo y de la dualidad del blanco y el negro. Es con esa premisa que Mariano Meza Zatarain realiza, desde poco más de 40 años, el arte del mimo en Sinaloa. Estado donde una milenaria expresión pasa por invisible, desapercibida.
Actualmente, Mariano Meza se desenvuelve en los teatros de la Universidad Autónoma de Sinaloa, realizando activamente presentaciones a lo largo del estado. Además, desde hace 15 años realiza, en conjunto con el dramaturgo sinaloense Ramón Perea, una labor educativa para los jóvenes que se desarrollan en el teatro.
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Como el mismo se señala, “mazatleco de nacimiento, pero culichi por adopción”, el maestro Mariano vio la luz en la ciudad de Mazatlán, pero con tan solo seis meses de edad partió a la capital sinaloense, donde más tarde desarrollaría sus dotes artísticas.
La pantomima
“La pantomima, para mí, es un arte milenario que se expresa a través de movimientos corporales y gestuales. Es el teatro de la metáfora viva, eso es la pantomima”.
Según el maestro Meza, el mimo es un personaje mágico que se entrega en cada ejecución, movimiento y gesto para poder contar una historia de forma inusitada. La pantomima está regida por un principio básico: el silencio. Esta se diferencia del teatro moderno, puesto que se genera a través de la palabra y lo visual, cuando la pantomima se crea a través de la expresión corporal.
La pantomima no es un arte menor, señala el maestro, “la pantomima tiene forzosamente un lugar ganado por su complejidad, si el teatro es difícil, la pantomima es tres veces más”.
Sus inicios
Fue en su infancia cuando, en sexto grado de primaria, Mariano tuvo su primer acercamiento con las artes a través de una maestra que les inculcó el amor por la lectura y las expresiones artísticas. Aún recuerda con cierta dulzura cómo ella vio en todos sus alumnos ciertos talentos: “Ella fue la que, de alguna manera, me alentó para que yo entrara a hacer pantomima. Me encaminó”, relata.
Su primer encuentro con la pantomima lo lleva grabado en la mente, fue cuando su escuela fue invitada a una presentación y, movido por la curiosidad, asistió. “Cuando se abre el telón y dan la primera llamada, desde el primer momento, has de cuenta que me flechó. Fue amor a primera vista.” Así decidió, desde su primer encuentro, que la pantomima sería su vocación de vida.
Al principio, Mariano realizaba tareas de promoción cultural a través de talleres experimentales donde abordaban el cuerpo como herramienta de comunicación, estos talleres de iniciación fungían como parteaguas para este arte del mimo. De eso hasta ahora, van 40 años de promover el arte del silencio de forma activa con presentaciones y talleres.
“Eso nos ha llevado a tomar talleres de actuación, dirección, escenotecnia, iluminación, sonido, danza. Todos los talleres habidos y por haber. A la fecha se realizan esfuerzos para mantener vivo el arte del mimo con mucha dignidad”, señala.
Mariano Meza mantiene complejo su arte, utilizando distintas técnicas que ha recopilado a lo largo de su trayectoria; Retoma la pantomima de ilusión, la técnica universal de Marcel Marceu, Jacques Lecoq y la gramática corporal de Etienne Decroux. De esas tres técnicas nace la escuela Nouveau Colombier, que es la más utilizada en sus presentaciones.
En su haber actoral, además del arte del mimo, Mariano Meza ha desempeñado gran labor en las artes escénicas. Siendo incluso alumno directo del conocido dramaturgo sinaloense Óscar Liera.
“Óscar tuvo mucho que ver con el asunto de impulsarnos cuando yo llego a la UAS en el año del 84 u 85, llegando a la preparatoria Zapata”.
Fue en dicha institución donde la historia del maestro Mariano comienza en la Universidad Autónoma de Sinaloa, institución que lo ha cobijado durante toda su trayectoria y por la que el mimo se muestra profundamente agradecido.
“En aquellos tiempos, cuando iba iniciando el primer grupo de pantomima en la universidad, el estilo que más predominaba era la Pantomima Clásica, pues era lo más inmediato. Existía una gran influencia por el mimo clásico de la cara blanca”, menciona.
Para Meza, el mimo ha ido evolucionando, “Se tiene que tener una capacitación constante, si no, se vuelve la copia de la copia. El mimo tiene que ser original, indagar los temas a partir de la estilización y de lo general a lo particular. Se tiene que dar un lenguaje sencillo que se comprenda”.
El mimo más grande del mundo
Desde Francia, Marcel Marceu es considerado el padre de la pantomima moderna, considerado también el mejor mimo del mundo, este se refirió al mimo como “el arte del silencio”, actuando por todo el mundo durante 80 años.
Es de uno de los alumnos directos del padre de la pantomima, que Mariano conoce para compartir la pasión por el arte del mimo. José Piris Pereda, artista del movimiento corporal y promotor de la técnica de actuación Nouveau Collombiere en España, compartió conocimientos durante distintos talleres con el sinaloense.
Así, Zatarain trae técnicas y conocimientos de expresión corporal, lenguaje artístico y del arte del mimo en general desde Francia y España a Sinaloa.
Incluso, a nivel nacional e internacional, el maestro pertenece a la Asociación Mexicana de Mimos, donde converge con distintos profesionales en México, pero además participa en la Red Internacional de Mimos, donde se encuentran los mejores mimos del mundo.
Triveni
“Lugar donde tres ríos convergen”, es esta frase sánscrita de la mitología hindú la que toma el nombre del grupo de pantomima con el que Mariano Meza comparte este incomprendido arte con las y los sinaloenses, haciendo alusión a los tres ríos que conforman Culiacán.
Promoción cultural en Sinaloa
Actualmente, gran parte de la carrera de Mariano Meza se dedica a llevar el arte del mimo a todo Sinaloa, incluso en las comunidades donde los eventos culturales no llegan.
“Es muy satisfactorio para uno cuando ve esas sonrisas y esos gestos, cuando te fundes en un abrazo largo y placentero cuando estás en escena. En esas giras de los circuitos artísticos nos tocó estar desde El Carrizo hasta Escuinapa”.
Mariano participó además en distintos encuentros de cultura regional y en ellos, el primer contacto con la pantomima para alguien que nunca la ha visto, siempre resulta cálido.
“Una vez que te desmaquillabas y cenabas con ellos, te mezclabas con la comunidad, te reconocían y eso se sentía bien porque estabas haciendo labor de extensión de la cultura a través de un arte maravilloso”.
A su vez, su trabajo con adolescentes de preparatoria cumple ya 15 años, realizando labores en la promoción artística encaminada a la prevención de adicciones a través de talleres que realiza en conjunto con el dramaturgo sinaloense Ramón Perea Rubio.
“Tenemos más de 30 años trabajando juntos, vamos indagando de forma paralela, a través de su dramaturgia -que es muy regional- me los presenta y ahí decidimos que espectáculo vamos a realizar”, dice.
En este taller, Mariano Meza impulsa a los adolescentes a aprender de los elementos corporales y técnicas de actuación, quienes, al final, terminan siendo las nuevas generaciones tanto de pantomima como de actores y actrices, un trabajo que, según Mariano, realizan con el corazón.
Los retos de los artistas sinaloenses
Por su parte, el maestro reconoce el reto de los nuevos artistas del estado. “Yo me considero afortunado, porque gracias a que la universidad me dio cobijo. Todo lo que actualmente soy se lo debo a ese arropo”.
En Sinaloa, la creación y el desarrollo artístico sobrevive con dificultad por cuestión de espacios, de programación, de experiencia teatral, de economía y de cultura. Pero hay escenarios alternos que los artistas indagan, presentando propuestas creativas y alternativas para desarrollar la cultura en todos los espacios.
“Vienen generaciones de jóvenes que hacen cosas interesantes, cuando nosotros iniciamos en los 80’s prácticamente no había nada”, dice.
Finalmente, Mariano Meza Zatarain considera que la pantomima le ha dado todo: “Yo siento que soy afortunado, he entregado parte de mi vida a la pantomima, le tengo mucho respeto, mucho cariño. Pero he entendido que esa es mi misión. Te lo digo, si volviera a nacer, volvería a ser mimo”.
Hoy, el maestro continúa con su agenda de presentaciones en los planteles de la institución, misma que atiende tanto a niños y niñas como personas adultas, con disposición total de mostrar este arte en todos los rincones del estado.
La pantomima, para mí, es un arte milenario que se expresa a través de movimientos corporales y gestuales. Es el teatro de la metáfora viva, eso es la pantomimaMariano Meza