Culiacán, Sin.- Con la presentación del programa multidisciplinario F.I.A.S.O.M. (Freedom is a State of Mind), la Compañía de Danza Joven de Sinaloa, compuesta por maestros de la Escuela Superior de Danza del Instituto Sinaloense de Cultura, brilló en el Teatro Pablo de Villavicencio, como parte del Festival Cultural Sinaloa 2024.
La compañía ofreció un espectáculo que combinó elementos de videodanza y coreografía en vivo, explorando temas de libertad, solidaridad y resistencia.
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El programa incluyó dos obras destacadas. La primera, F.I.A.S.O.M., es una videodanza coreografiada por la ítalo-alemana Marion Sparber, en colaboración con los bailarines Alan Fuentes Guerra, Pablo von Sternenfels, Ethymia Chatzakou, Csenger K. Szabó y Lisha Chen.
Este proyecto multidisciplinario contó con la música de Stefano Ciardi y un video realizado por Ky-Anh Tran. La obra, que tiene una duración de 15 minutos, está inspirada en la película El Gran Dictador de Charlie Chaplin y busca resaltar la importancia de la libertad como un estado mental.
Según Sparber, “nuestro arte debe servir de altavoz para llamar la atención sobre las injusticias de nuestro mundo”.
En la segunda parte de la función, el público pudo disfrutar de la pieza Side (D) Effect, una obra de 40 minutos que fue presentada originalmente en el 37º Festival Internacional de Danza José Limón.
Esta coreografía, que también es una colaboración entre Marion Sparber y Alan Fuentes Guerra, fue interpretada por los bailarines Mario Edén Cázares, Edylin Zatarain, Melissa Alfaro, Alondra Alvarado, César Gerardo Yee, Bryant Gaytán y Carlos Zamora. Bajo la dirección artística de Edylin Zatarain y Carlos Zamora, Side (D) Effect utiliza la expresión corporal para explorar conceptos como el acompañamiento, la transformación y la creación de experiencias colectivas.
Una de las ideas centrales de Side (D) Effect es la interconexión humana. La obra busca, según los creadores, “observarnos como humanos, sabiendo que nuestro presente es el resultado de cada apoyo, cada giro y cada respiración compartida”. La coreografía juega con la idea de cómo los cuerpos interactúan y se apoyan mutuamente, construyendo una narrativa visual y emocional que resonó profundamente entre los asistentes.
Ambas piezas destacan no solo por su calidad artística, sino por la profundidad de los mensajes que transmiten. En un contexto donde la realidad social puede ser caótica, la Compañía de Danza Joven de Sinaloa logró captar la atención del público, ofreciendo una reflexión sobre la libertad, la solidaridad y el poder del arte para transformar.