Culiacán, Sin.- El haber sido una niña de barrio, de colonia, que en la calle competía en diversas actividades recreativas, descalza, con los de su edad, que le generaba una ilusión acudir por las tortillas rauda y veloz sin calzado alguno; le permitió ir adquiriendo una madurez genuina para más adelante convertirse en una deportista de Alto Rendimiento en varias disciplinas.
Su fuerte lo fue el voleibol, que le permitió representar a México en un Campeonato Mundial en Inglaterra en 1991 cuando ella contaba con 21 años de edad, disciplina a la que le dedicó 10 abriles en lo más alto de lo competitivo; pero por lo polifacética que resultó, brilló en atletismo, halterofilia y softbol, aparte que tuvo el tiempo de dedicarle algo al karate con el maestro de las artes marciales, profesor Elías Gómez Barajas.
Pero no solamente destacó como jugadora, pues esos conocimientos que adquirió la condujeron a inclinarse como entrenadora de voleibol de la UAS donde laboró por espacio de 29 años.
Desde luego que el terreno académico también lo dominó al cerrar la Preparatoria Emiliano Zapata UAS, luego la profesional en la ESEF y concluyó con una maestría en Educación Física.
Nos referimos a Alba Cecilia Vergara Quiñónez, mejor conocida en el deporte como “Albis”, quien a los 16 años edad que arrancó en el voleibol, ya estaba considerada como un garbanzo de a libra.
“Agradezco mucho a mi familia, a mis papás que siempre estuvieron conmigo, que en su ignorancia por ser personas de rancho me dieron oportunidad de crecer y desenvolverme, porque para ellos era difícil dejar ir a su hija más chica que saliera, viajara; les agradezco eternamente a mis viejitos que me hayan dado la oportunidad de irme. Le agradezco a la vida y a Dios de haberme puesto en el camino a los entrenadores idóneos. Yo me acoplé con todos y ahora el tener el reconocimiento de mis alumnos me hace sentirme muy halagada”, dijo la espigada jugadora que con su estatura de 1.75 metros estableció un dominó completo que la llevó a estar entre las mejores jugadoras de la UAS y Sinaloa en sus tiempos de juvenil y libre.
Inició en el voleibol, jugando por espacio de 31 años, donde su máximo logro, aparte de un sinfín de Estatales, Regionales y Nacionales, fue el ganarse el derecho a participar en el Mundial de Inglaterra en 1991, en carácter de refuerzo, toda vez que la UAS perdió ese boleto ante la UNAM.
En su momento y durante el proceso de preparación, y por la misma necesidad de alcanzar el punto máximo y mayor fortalecimiento, fueron llevadas –por Guillermo “Milhoras” Espinoza-- a entrenar (pesas) e inmediatamente el entrenador Jorge Huie Molinet vio en ella un potencial para la halterofilia y no obstante que ella se rehusó en su momento, al final declinó, y se quedó (alternando con el voleibol) por espacio de tres meses al grado que se ganó el derecho a acudir a un Campeonato Nacional a la ciudad de México (CDOM) y el resultado fue que se agenció la medalla de honor en la categoría de Primera Fuerza.
Y como la juventud es la madre de todas las batallas, también vio en el atletismo la manera de derrochar todas sus energías y se puso en manos de Jesús Corvera Cisneros (qepd) y cumplió su objetivo de arribar a un torneo nacional.
Ella compitió en bala (subcampeona), disco (tercera) y jabalina.
Para llegar a ese grado, durante las eliminatorias Regionales imponía su clase y cada año establecía diferentes marcas en cada una de ellas.
Pero le faltaba algo más y como ya había aprendido (con Chepito Zazueta) a catchar y batear, aunque fuera beisbol, que hace su arribo al softbol y rápido probó las mieles del triunfo, puesto que resultó Campeona Nacional en Segunda y Primera Fuerza, jugando el filder izquierdo.
“La fuerza del voleibol y los lanzamientos del atletismo me hacían un favor con el lanzamiento de la pelota de softbol desde el filder, la llegaba de aire hasta el home”, sostiene Albis Vergara.
Estableció que el voleibol es el deporte que más le gustó “pero sentía que necesitaba algo más, mis sueños como toda deportista es que quería ser campeona nacional por eso es que incursioné en varios deportes individuales con mucho éxito”.
“El voleibol es por equipos, tú le puedes echar muchas ganas, incluso puedes ser líder, yo era líder en el equipo. Yo levantaba al equipo y me gustaba mucho, sabía jugar mucho en equipo, impulsaba mucho, y siempre me llevé bien con todas, tal vez por eso decían que era la líder”, sostiene.
Asentó que ciertamente hacían el trabajo en equipo, pero que ella decía que le faltaba un Campeonato Nacional (en sus 10 años de Alto Rendimiento de voleibol con la UAS nunca lo obtuvo) y por eso incursionó en el atletismo, donde registró un segundo lugar nacional y tuvo una invitación a un Mundial en Puerto Rico, que se quedó con la misma, señal que estaba haciendo bien las cosas.
“Jugué todos los deportes de niños y todo eso te da coordinación y mucha fuerza, cuando yo acudí al voleibol, en primera instancia Evaristo Bautista me invitó a participar en la selección, le dije que yo no sabía jugar y me dijo: vale más hacer jugar a grandotas tontas, que hacer crecer a chaparritas buenas y no le entendí en esos momentos, pero al tiempo me di cuenta qué me quiso decir”.
Recuerda que en su ignorancia de lo que era el voleibol organizado, sacaba por abajo, pero que tenía tanta coordinación y fuerza, porque desciende de familia fuerte , a que su papá era de la sierra de Durango (gente de campo), que le permitió aprender muy rápido.
“Pienso que todo eso me ayudó, sobre todo el ser una niña con una niñez bien fregona, tenía que ir al Río Tamazula a nadar, eso me ayudó a ser la deportista que fui”.
Albis Vergara permaneció activa en voleibol de Alto Rendimiento con la UAS por espacio de 10 años, cuando solo permitían 7, pero como incursionó en la selección Mayor (llamada por José Luis García, por necesidad al no haber una centro en el equipo grande) ahí se quedó al no poder regresar.
Por cuanto a la experiencia que le dejó su participación en el Mundial de Inglaterra (a donde Hilda Gaxiola también recibió llamado, pero no acudió), manifestó que le recuerda ver gran cantidad de equipos de diversas nacionalidades, enfrentarse a muchas potencias y poniéndose al tú por tú pese a la diferencia y nivel que existía.
A México le tocó el grupo de la 'muerte', pues ahí estuvieron el campeón Francia y el subcampeón Rumania.
La destacada multideportista y entrenadora sostiene que fue una alta y enorme satisfacción haber tenido la oportunidad de sobresalir en diversas disciplinas, “soy un ejemplo sin buscarlo, era muy satisfactorio para mí, que estaba siendo un ejemplo muy positivo para los jóvenes y niños en esa época y aparte veían que estudiaba y que trabajaba, hasta los mismos papás les decían, vean a la maestra”.
Albis fue de esas jugadoras que no se rendían en la cancha, que entregaban todo, que dejaban el pellejo en cada asistencia y que parte de eso, se lo inculcaron las grandes maestros de los que se rodeó.
“Nos debemos a los entrenadores, es cierto que tenemos el talento, pero cuántos no se pierden porque no tuvieron el entrenador adecuado”.
Generó sus respetos, en el voleibol a su iniciador Evaristo Bautista, además de los maestros José Luis García y “Milhoras” Espinoza (qepd) que fue quien la perfeccionó; Jorge Huie en Halterofilia; en atletismo a Jesús Corvera (qepd) y en el softbol explicó que fueron varios resaltando a Rafael Morales Briseño.
“El caso es que todos los deportes que practiqué siento que se conjugaron mucho, en el softbol tenía una fama que me lanzaba por los rodados y si en los jardines ya no alcanzaba un elevado me lanzaba y los catchaba, en las barridas no sabía, pero a como diera lugar lo hacía”.
FRASE
“Soy un ejemplo sin buscarlo, era muy satisfactorio para mí, que estaba siendo un ejemplo muy positivo para los jóvenes y niños en esa época”. Albis Vergara
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