Culiacán, Sin.- Un 14 de febrero de hace 27 años, por accidente llegó a presenciar un juego al entonces campo de softbol del Centro Cívico Constitución, hoy estadio municipal Gloria Guadalupe Borrego Núñez, por no practicar dicha disciplina jamás pensó que regresaría de nuevo a las pequeñas gradas que existían, pero el destino le tenía preparado algo diferente.
Ella estaba de lleno inmiscuida en el deporte del voleibol, pero fue vista en el CCC por su amiga Lupita Cano, ésta le hizo extensiva la invitación a jugar softbol, le gustó la idea y ahora es parte del inventario de este deporte.
Pero no solo abrazó el softbol como el deporte de su pasión, sino que 10 años después de intensa práctica y juego, que se presenta otra oportunidad, un poco obligándola a que se adhiriera más a esta disciplina y no pueda desprenderse de ella nunca jamás.
Que recibe la invitación, a través de Lorenzo Larrañaga Núñez y el profesor Horacio Díaz López (qepd) para que atendiera el estanquillo que hasta la fecha funciona en los terrenos del softbol que se practica en el CCC y donde se ha sostenido por espacio de 17 años.
A decir de ella misma, no dudó en ningún momento dar el sí, pues su condición de desempleada en esos momentos no lo permitían expresar algo diferente.
En la actualidad ella cumple sus funciones de jugadora (activa) y se da el tiempo necesario para cuidadosamente atender a la clientela que consume los alimentos que ella prepara a diario con gran esmero y ganarse, más allá del centavo, la confianza de los comensales que de paso le garantice su sobrevivencia económica.
Esta vez nos referimos a la señora Yolanda Rivera Salomón quien, al paso del tiempo, al estar con la obligación de atender el negocio y realizar las labores de jugadora, se ganó el apodo de La Viborita, razón social y que de forma honrosa tiene el estanquillo.
¿Qué representa para usted la oportunidad de generar alimentos que consumen jugadores, jugadoras y aficionados?
“Una gran responsabilidad porque se trata de personas de diferentes gustos, y tengo que sonreírles, aunque a veces quisiera mandarlos a… freír espárragos. ¿A veces me dicen, oiga qué le puso a la cochinita?, pues lo normal, lo que se le pone, es que a mi me hace daño esto, esto otro. No, pues tiene lo esencial, pues es qué si no me dice no compro, pues tiene lo que se le echa a la cochinita.
Son detalles propios de un negocio, mantener a la gente contenta, darles gustos, como el profe José Luis López (qepd) que me decía que él no podía comer la cochinita y que, si podía hacerle quesadillas de pechuga, pues fue así como empecé a preparar también las quesadillas”.
Pero claro y definido tiene que el negocio que quiere mantenerse y florecer hay que cuidarlo y que frente a dicha situación ella siempre busca que al cliente hay que darle el gusto para que se retire y regrese contento.
“Aunque a veces uno no viene de buen humor y te llegan gritando fuerte. Te dicen ¿Qué tienes?, pues qué quieres contesto, pero hay que tenerlos contentos y buscamos otras respuestas más agradables”, sostiene.
Y sabedora que dependiendo con qué calidad sean los alimentos que ella a diario ofrece, mejor o mayor será el consumo, pues ella le imprime más entereza a lo que realiza.
“Claro, eso es más que nada, cuidar de todos los alimentos que se preparan. Sería muy irresponsable de mi parte ofrecer alimentos que estén deshidratados, pues de los consumidores vivimos y tenemos que actuar de manera profesional y responsable para cuidar la salud de cada uno de ellos”.
¿Qué comentarios recibe de sus consumidores?
Gracias a Dios muy buenos y con ganas de regresar, me dicen. Entonces eso me deja más satisfecha a mí, que cualquier otra cosa, que me digan, vamos a volver.
Yolanda Rivera
Doña Yolanda Rivera Salomón se siente parte fundamental de la directiva del Comité Municipal de Softbol que esté en turno porque ella está cumpliendo a cabalidad las orientaciones de sus representantes, porque principalmente se debe a ellos y entiende que tiene responsabilidades.
“También es una fuente de trabajo, queremos mantener ese espacio, seguirlo manteniendo, si me quitan el estanquillo no sé qué pasaría, me deprimiría. Me ha servido mucho el apoyo de la gente”.
LA JUGADORA
No olvida que ella arribó al campo de softbol en su calidad de deportista, voleibolista-aficionada, pero que luego la enrolaron a la pelotablanda y a partir de ahí empezó a jugar en diversas categorías y actualmente lo hace en la super máster.
Gracias a su perseverancia fue ganándose un lugar, le queda en claro que de las jugadoras Elite no es, pero cuando juega se defiende y se entrega totalmente respetando y dándole su lugar a este deporte.
“No me considero una persona uff, excelente, más bien regular. Me gusta hacer mi trabajo, me encanta la posición que juego, a veces me han querido dar otras posiciones, pero lo que juego se me hace que es la mejor para mí, es el catcher, cuando me dan la oportunidad trato de hacer mi mejor esfuerzo y dejar a la gente satisfecha, aunque no ha todo mundo lo tengo contento, pero eso es cosa de qué a mí, me vale…trato de hacer lo mío, generar lo mejor y ser triunfadora. No todo el tiempo se logra, pero por esfuerzo no queda”.
Ese largo trecho en el softbol le ha abierto las puertas para representar a Culiacán en los torneos estatales y a Sinaloa en los campeonatos nacionales, como ella lo asienta, lo hace con toda la responsabilidad que implica portar las respectivas casacas.
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“Cuando se trata de torneos estatales entrenamos a conciencia, pero también hay que trabajar para sobrevivir, razón por la cual hacemos muchos esfuerzos para una salida, pero nos gusta. Dedicamos el tiempo para estar en forma, porque tenemos que dar lo mejor de nosotras”.
Y apunta de manera enfática que ella sí se pone la camiseta, que la suda, “golpes me han costado, bastantes, pero sí me gusta demostrar el máximo que puedo dar y hacerlo lo mejor que pueda”.
¿Y todos estos 27 años como jugadora que le ha dejado a usted el softbol?
“Muchas experiencias, muchas amistades y una cosa que me dejó de dos años para acá, que nunca terminas de conocer a la gente. Siempre a cada evento es diferente situaciones muy distintas, pero de todas he aprendido; quedan experiencias, recuerdos muy gratos y bonitos de verdad”.
¿Cómo le llega el apodo de La Viborita?
Rivera Salomón sostuvo que, a consecuencia de una jugada donde tuvo que ver una decisión del ampayer y que no se quedó callada, que luego se trasladó al estanquillo y continuó con el tema del juez, fue que el profesor Horacio Díaz López la bautizó como La Viborita.
Entonces ya, como le digo, a consecuencia de esa jugada y que estás en la tienda comentándola, a fuerza eres una venenosa.
Yolanda Rivera
¿Y lo aceptó tal cual?
“Claro, lo acepto, Las Víboras se defienden nada más cuando son atacadas, ¿qué pasaría en el campo de juego?, si no las tocas o agredes son nobles como cualquier animalito, así soy yo y ustedes me conocen muy, muy…bien”
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