Culiacán, Sin.- Cuando se habían disputado cuatro jornadas de la Liga de Beisbol JAPAC de Primera Fuerza, que hubo de suspenderse debido a la propagación del Covid-19, las ofensivas de los nueve equipos tenían sumados 275 imparables de todos colores y sabores.
Dicen los que saben que más allá del cuadrangular que es el más “mediático”, en realidad el batazo más difícil de conectar es el triple.
Y puede que tengan razón porque, para conseguir uno, debe combinarse una colocación del batazo muy específica y velocidad de las piernas del bateador-corredor.
Por ello, al checar las estadísticas de las cuatro jornadas que pudieron desarrollarse en la campaña suspendida, encontramos sólo un par entre los 275 imparables que se conectaron.
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Sí, solo dos: Uno fue obra del todavía novato Javier Hernández, de los Borregos del Tec de Monterrey; mientras que el otro del siempre veloz Arturo Núñez quien juega para el SNTE sección 27.
Queda claro pues que, a ese ritmo, era complicado imaginar más allá de cinco en una campaña completa.
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