Finalmente sucedió, los muscle cars se dirigen a la electrificación y así lo comprobamos tras la presentación del concepto eléctrico Dodge Charger Daytona SRT; por esto, la prueba de manejo de esta semana en Autos OEM se volvió aún más especial, ya que es muy probable que estemos frente al último Charger de la historia de la historia impulsado por un motor de combustión interna y con un aspecto rudo y salvaje, tal y como lo conocemos ahora, pues el destino de este vehículo, y el de su hermano el Challenger, quedará marcado por la mutación de sus poderosos y gloriosos propulsores V8 Hemi a gasolina a máquinas eléctricas en el corto plazo.
De modo que nuestro encuentro con el Charger SRT Hellcat Redeye empieza a tornarse nostálgico, pero muy especial y emocionante a la vez, el cual luce imponente en toda la extensión de la palabra, pues basta observar la tremenda musculatura que su carrocería presume, comenzando con su pronunciado cofre, donde se asoman dos aberturas para que el calor que genera el motor se libere con facilidad, así como una toma de aire central para alimentar el supercargador.
Esto se suman una parrilla horizontal larga que se conecta con los faros y que, en conjunto con las enormes entradas de aire inferiores de la fascia delantera, le dan a este sedán de altas prestaciones una mira agresiva. En las vistas laterales se encuentran las salpicaderas ensanchadas, características del paquete Widebody, que no solo mejoran su postura y añaden 3.5 pulgadas de ancho a la carrocería, sino que, además, hacen espacio para instalar un juego de rines de aleación de 20 pulgadas, calzados con neumáticos Pirelli Pzero.
La parte trasera también tiene su encanto, pues la fascia cuenta con un difusor inferior, que hace espacio a las salidas del sistema de escape, que afina la nota del motor V8.
LA PRUEBA
Así que no esperamos más y presionamos el botón de encendido, un sonido grave y profundo proveniente del motor V8 Hemi de 6.2 litros supercargado: advierte su potencia; es una máquina de aceleración que genera 797 caballos de fuerza y 707 libras-pie de torque, acoplado a una transmisión automática de ocho velocidades.
El coche atrapa miradas en cualquier lugar y, a pesar de su preparación para disfrutarse en una pista de carreras, no resulta incómodo para el día. La postura de manejo es baja y los asientos ofrecen un gran soporte lateral, pensado para mantener firme el cuerpo al pasar por curvas rápidas, algo que pudimos poner a prueba en la carretera libre a Puebla, donde aprovechamos un poco más las capacidades de esta creación.
El empuje es brutal e instantáneo al toque del acelerador, mientras que dirección, se hace más rígida al colocar el modo de manejo más deportivo; por su parte, la suspensión también se adapta y brinda mayor rigidez, lo que elimina por completo el balanceo de la carrocería en los giros rápidos.
Ficha Técnica
- Motor V8 HEMI
- Potencia 797 hp
- Torque 707 lb-pie
- Transmisión automática 8 vel.
PRECIO $1,990,000