Culiacán, Sin.- Cuando pisó el campo de beisbol de la Liga Infantil y Juvenil Humaya fue por una poderosa razón; su hijo, pues en este deporte es una costumbre que los padres de familia sean "arrastrados" por esos pequeños seres humanos, a quienes en dichos escenarios les enseñarán cómo defenderse en aras de alcanzar una formación que le reditúe buenos dividendos a la sociedad.
Jamás pensó que su estancia en el beisbol pequeño se reduciría a solamente llevar a su hijo, verlo entrenar y luego jugar, pues su vocación era otra.
Tan pronto vieron en él que podría ser un buen aliado para el beisbol de Liga Humaya, alguien que le aportara interés, que sus propuestas y opiniones hicieran eco permitiendo de paso el crecimiento paulatino, tanto en infraestructura como nivel de los peloteritos.
Nos referimos a Salvador Arturo Valdez Fernández, quien de manera ininterrumpida, por 21, años se entregó en cuerpo y alma en Liga Humaya dejando un legado difícil de igualar.
Llegó a Liga Humaya en el año 1999, fue tesorero en cuatro presidencias (Asunción Sañudo, Manuel Arturo Mitre, Miguel Sarabia y Rubén Salido).
Fue presidente en el periodo 2010-2012 y de nuevo (en relevo) un año a Miguel Sarabia en el 2014.
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Con todas esas responsabilidades quedó de manifiesto que nunca se sirvió de los recursos, puso dinero de su bolsillo, fue factor de unión, fue (es) patrocinador nato y lo tocó levantar la mayor cantidad de obras que se recuerde.
“Estoy muy agradecido con Liga Humaya, aquí es donde mi hijo empezó a jugar, y nosotros iniciamos aquí con todas las ganas de salir adelante. La única intención que tenía es que mi hijo se desarrollara tanto deportivamente como en la convivencia”, expresó el gran “Chava” Valdez.
“Jamás pensé que tendría la capacidad para fungir como dirigente, lo hice y me ayudó mucho el sentido de la responsabilidad y no jugar con el dinero ajeno”.
Veamos la forma en que Salvador Valdez se desempeñó a lo largo de 21 años donde a través de la empresa GAPSA patrocinó de manera ininterrumpida con uniformes, uno, dos y hasta tres equipos por temporada.
De la misma forma lo hizo para una selección por 20 años, con gastos de traslados para asistir a los nacionales y a jugadores para asistir a los nacionales de región.
Por cuanto a infraestructura, remodelación de baño principal, elaboración de baños hombre y mujer campo Escuelita (con apoyo de Juan Ernesto Millán), construcción de baños hombre y mujer campo grande.
Construcción del dogout en el campo principal contando con el apoyo de Carlos Rico y el PIDS, demolición y levantamiento de la barda nueva en campo infantil menor, instalación de postes y lámparas en campo de Pingüica e Infantil Menor ya que no contaba con alumbrado.
Y como él siempre se preocupó por dejar obras, aparece también el cambio de techumbre en gradas de Escuelita y dogout de Escuelita.
Y siempre fue claro en sostener que él nunca estuvo solo, que “todo esto no hubiera sido posible si no hubiera contado con el apoyo de mucha gente que se unió a hacer mejoras a la liga”.
Mencionó a la familia Anceno y Enríquez, Martín Pérez, Sergio Vega, Carlos Valdez, Adrián Lugo, su esposa Socorro y su hijo Chavita, que siempre lo han impulsado “y nunca me han detenido para el apoyo al deporte en Liga Humaya”.
“Hice muchos amigos aquí, conforme íbamos avanzando veíamos las carencias y empezamos a tratar de meterle ganas aquí en la liga y tratar de ser mejores”, manifestó.
Obvio que todo el aporte de “Chava” Valdez ha tenido su recompensa y en grande, pues el circuito de sus amores lo homenajeó con motivo de la temporada 2005-2006, el nacional de Regiones categoría Pingüica en el año 2019 llevó su nombre y la edición 2018 de la Liga JAPAC de Segunda Fuerza lo honró al imponerle su nombre.
“Muy agradecido con el movimiento de ligas infantiles, me han homenajeado, como gratitud si tú quieres, por el apoyo que le hemos metido, pero todos los reconocimientos lo he recibido con mucha humildad”, asentó.
¿Es difícil ostentar una responsabilidad como directivo en Ligas Pequeñas?
--“Desafortunadamente mucho gente se lanza a un puesto a dirigir una liga infantil, pero la verdad es que se ocupa mucho tiempo y dinero si quiere uno hacer las cosas bien.
Con la cuota y lo que genera tienda sale para los gastos de la liga, pero por lo regular la gente piensa que es el único gasto, pero ahí está lo que se paga en el ampayeo, pero no, hay que buscar apoyos para los nacionales, para los jugadores y si uno quiere hacer las cosas bien, la verdad tiene que dedicarle tiempo esfuerzo y ser bastante honrado en el manejo de los números”.
Destacó que otro punto bueno es contar con buenas relaciones con todos, incluidas las autoridades, “y en ese punto jamás nos dormimos”.
“Yo te puedo decir que JEMP en su etapa nos estuvo apoyando mucho como Liga Humaya, pero eso sucedió gracias a que tocamos puertas”.
Valdez Fernández sostuvo que él quedó en buenos términos al concluir todas sus responsabilidades a interior de la liga, razón que lo tiene tranquilo y satisfecho.
“Creo que quedé en buenos términos, tan así es que de dos presidentes posteriores a mi (uno de ellos declinó) me hablaron a mí para que le diera continuidad al proyecto que teníamos. El otro presidente igual y que me han hablado tres presidentes para que yo estuviera en la tesorería, eso quiere decir algo”.
EN CUANTO AL NIVEL DE LA LIGA
Desde luego que dentro del proyecto que ostentó “Chava” Valdez en cada una de las responsabilidades, sobre todo en su presidencia completa, contemplaba el cómo lograr que los peloteros de dicho circuito elevaran su nivel.
En ese sentido, dijo, implementaron que en lugar de dos horarios por día para entrenar, fueran tres y así los equipos tuvieran tres días por semana para su trabajo, además que las jornadas fueran dobles.
“Cuando llegamos estábamos en un lugar de comodidad y eso nos sirvió mucho para mejorar. Con las dobles jornadas implicó un gasto más y la cuota de inscripción quedó igual, lo sacamos adelante y creo que esas dos cosas nos dieron resultados”.
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