/ domingo 5 de mayo de 2019

“Discriminación razonable”. Derrotan a las atletas hiperandrógenas

Rechazado por una atleta sudafricana, el reglamento de la Federación Internacional de Atletismo obliga a las mujeres que producen naturalmente altos índices de testosterona a medicarse, dejar de participar en carreras o… competir como hombres

El Tribunal Arbitral del Deporte (TAS) rechazó el recurso de la sudafricana Caster Semenya contra la Federación Internacional de Atletismo, que obliga a las atletas con altos niveles de testosterona a seguir una medicación, pero dictó que la IAAF debe modificar su reglamento al respecto.

Por su parte, la Federación Internacional de Atletismo IAAF, recibió "con reconocimiento" la decisión "diligente y detallada" del TAS, celebrando que el tribunal reconozca el carácter "necesario, razonable y proporcionado" de este reglamento, añadiendo que su entrada en vigor será este 8 de mayo.

NO ME DETENDRÁN

Se trata del final de una larga espera para la mediofondista sudafricana Caster Semenya quien busca invalidar dicho reglamento impuesto a las atletas que producen naturalmente altos índices de testosterona.

En febrero, durante una semana, el TAS, máxima jurisdicción deportiva, estudió el recurso de la campeona sudafricana contra el nuevo reglamento de la Federación que obliga a las mujeres "hiperandrógenas" a hacer bajar, a través de medicamentos, sus niveles de testosterona si quieren participar en pruebas internacionales desde los 400 metros a la milla (mil 609 metros).

El TAS anunció al principio que comunicaría su decisión a finales de marzo antes de retrasarla para finales de abril, cuando las partes presentaron documentos adicionales, dando a conocer su rechazo el pasado martes 30.

Durante la espera, la atleta sudafricana de 28 años ganó el título de campeona nacional de los 5 mil metros (el 25 de abril), una distancia en la que competía por segunda vez en su carrera.

Triple campeona del mundo (2009, 2011 y 2017) y doble campeona olímpica de 800 m (2012 y 2016), Semenya asegura ser "incontestablemente una mujer" y denuncia unas reglas destinadas, según ella, a "ralentizarla" o detenerla.

Los abogados de la campeona sudafricana han apelado a la tolerancia hacia las atletas que presentan "variaciones genéticas". Consideran que la nueva reglamentación de la IAAF "trata de manera equivocada y dolorosa de mandar en las características sexuales de las mujeres atletas".

"La decisión del TAS no me parará", aseguró la doble campeona olímpica sudafricana. "Desde hace un decenio la IAAF me intenta ralentizar, pero esto me ha hecho más fuerte todavía", señaló Semenya en un comunicado publicado por su equipo jurídico.

Decepcionada por la decisión, declaró sin embargo estar "contenta" porque los tres jueces del TAS reconocieron que las reglas de la IAAF son "discriminatorias".

"Una vez más voy a superar esto y continuar siendo una inspiración hacia las jóvenes atletas en Sudáfrica y en el mundo entero", añadió. En su cuenta de Twitter escribió que "a veces es mejor reaccionar sin reacción". La sudafricana podría presentar un nuevo recurso ante el Tribunal Federal Suizo, también con sede en Lausana. Sería la última jurisdicción, pero sólo juzga sobre la forma, no sobre el fondo.

La ministra de Deportes de Sudáfrica, Tokozile Xasa, reiteró sus críticas al reglamento de la IAAF que, en su opinión, "pisotea los derechos humanos y la dignidad".

Aun cuando el veredicto del TAS no es una victoria para la IAAF, sí es una derrota para Semenya, doble campeona olímpica de 800 metros, y las otras atletas hiperandróginas.

La larga sentencia del TAS, 165 páginas, emitida por los tres jueces encargados del caso, "no valida el reglamento de la IAAF, simplemente rechaza el recurso de Semenya", indicó Mathieu Reeb, secretario general de la instancia jurídica de recursos.

"Es la IAAF la que ahora debe trabajar en su reglamento para adaptarlo en función de las reservas emitidas por el TAS", añadió y afirmó que "puede que otras atletas presenten un recurso, no se puede excluir otros posibles casos".

En febrero los abogados de la campeona sudafricana apelaron a la tolerancia hacia las atletas que presentan "variaciones genéticas". Consideran que la nueva reglamentación de la IAAF "trata de manera equivocada y dolorosa de mandar en las características sexuales de las mujeres atletas".

Por su lado, la IAAF argumenta que si atletas con diferencias de desarrollo sexual tienen niveles de testosterona masculinos es necesario "preservar la igualdad de la competición femenina" y, por tanto, pedir a estas atletas "reducir su tasa de testosterona antes de una competición internacional".

“DISCRIMINACIÓN RAZONABLE”

El Tribunal Arbitral del Deporte TAS manifestó "serias preocupaciones sobre la futura aplicación práctica de este reglamento" y lo calificó de "discriminatorio", pero "esta discriminación es necesaria, razonable y proporcionada para el objetivo de la IAAF de preservar la integridad de las atletas".

Por su parte, la Federación argumenta que si atletas con diferencias de desarrollo sexual (DSD) tienen niveles de testosterona masculinos es necesario "preservar la igualdad de la competición femenina" y, por tanto, pedir a estas atletas "reducir su tasa de testosterona antes de una competición internacional".

La sudafricana no es la única atleta que podría verse afectada por estas nuevas reglas, que habían sido suspendidas a la espera del pronunciamiento del TAS: las medallistas de bronce y plata en los 800 metros en los Juegos Olímpicos de Rio en 2016, Francine Niyonsaba (Burundi) y Margaret Wambui (Kenia), también se han enfrentado a preguntas sobre su tasa de testosterona y son reconocidas como atletas hiperandróginas, que generan de manera natural un nivel de testosterona elevado.

La IAAF señaló "que la decisión del TAS no debía suponer un prejuicio para las atletas implicadas" y anunció la puesta en marcha de "una disposición transitoria especial" que permite a "quienes respeten el límite de 5 nanomoles por litro de sangre" ser elegibles para el Mundial de Doha (28 septiembre- 6 octubre).

A finales de marzo el Consejo de Derechos Humanos de la ONU criticó el nuevo reglamento de la IAAF, manifestando su apoyo unánime a la campeona sudafricano.

En un poco habitual pronunciamiento sobre el mundo del deporte, el órgano de la ONU afirma que el reglamento de la IAAF "podría no ser compatible con las normas y las reglas internacionales relativas a los derechos humanos".

Para algunos expertos científicos privar a Semenya de competir debido a su tasa elevada de testosterona equivale a excluir a los jugadores de básquetbol muy altos.

El profesor Chris Cooper, especialista en bioquímica, recordó recientemente que los resultados de Semenya fueron peores en cuanto fue obligada a medicarse para reducir sus niveles de testosterona.

De 2011 a 2015, la IAAF impuso esta medida, antes que otra atleta afectada, la india Dutee Chand, obligase a anularla gracias a la justicia.

Tres puntos provocan problemas, según los expertos. El primero es la dificultad para aplicar un principio de responsabilidad objetiva fijando un umbral de la tasa de testosterona a respetar; el segundo, la dificultad de probar la verdadera ventaja atlética de las mujeres con hiperandrogenia en las distancias de mil 500 metros y la milla; y finalmente los eventuales efectos secundarios de este tratamiento hormonal.

Según una fuente próxima al caso, la IAAF ya ha modificado su reglamento respondiendo a la primera reserva expresada por el TAS; "la dificultad para aplicar un principio de responsabilidad objetiva".

CARRERA DE INTERSEXOS

El reglamento de la IAAF recurrido por la sudafricana Caster Semenya y sobre la que el TAS se pronunció, obliga a las atletas con una elevada producción endógena de testosterona a reducir sus niveles para disputar algunas distancias como mujeres o, de lo contrario, a cambiar de prueba o a competir como hombres.

Hace exactamente un año, el 26 de abril de 2018, la Federación Internacional de Atletismo (IAAF) anunció una nueva regulación, que debía entrar en vigor en noviembre pasado, que obliga a las atletas a mantener los niveles de testosterona por debajo de los 5 nanomoles por litro durante un periodo continuado de al menos seis meses para competir en pruebas de entre 400 metros y una milla y ver reconocidas sus marcas.

Si no lo hacen así, las corredoras "con disfunciones en su desarrollo sexual", como las describe la IAAF, deberán cambiar de prueba o competir como hombres.

Caster Semenya recurrió ante el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS) en junio de 2018. En octubre, a un mes de la anunciada entrada en vigor de la norma, la IAAF la dejó en suspenso a la espera del fallo del tribunal.

Hasta ahora, el umbral de tolerancia está en los 10 nanomoles por litro. Se pretende reducir a la mitad porque, según estudios a los que alude la IAAF, una mayor proporción "aumenta un 4,4 % la masa muscular, entre un 12 y un 26 % la fuerza y un 7,8 % la hemoglobina".

El organismo deportivo dijo que aquellas corredoras que no consiguieran rebajar sus niveles de testosterona por debajo del límite establecido -por ejemplo, mediante el consumo de anticonceptivos, sugería la IAAF-, no sería "vetadas", pero sólo podrían competir como mujeres "en otras distancias o en cualquier prueba no internacional" o "como hombres, sin restricción de nivel o disciplina".

También podrían hacerlo libremente en caso de que la competición ofreciese una clasificación "intersexos o similar".

La norma deja fuera a las mujeres que padecen síndrome de ovario poliquístico.

Si la normativa supera el examen del TAS, las deportistas serán sometidas a controles aleatorios para comprobar que están por debajo de los niveles establecidos. Si no es así, serán apartadas de la competición durante seis meses.

La nueva regla no cuestiona, aseguró la IAAF, "la identidad sexual o de género de las atletas con disfunciones en su desarrollo sexual", sino que pretende "asegurar una competencia justa".

El tratamiento para rebajar los niveles elevados es "un suplemento hormonal similar a la píldora anticonceptiva que toman millones de mujeres en el mundo".

"Bajo ninguna circunstancia", advirtió la IAAF, se exige a las atletas que se sometan a "cambios anatómicos quirúrgicos".

El organismo se compromete a tratar todos los casos con total confidencialidad. "Cualquiera que la rompa, que acose o que estigmatice a las atletas o atente contra su dignidad o su privacidad será sometido a una sanción disciplinaria", señaló.

Los casos se tratarán desde un punto de vista estrictamente médico, nunca "como una caza de brujas basada solo en la apariencia física".

La regulación contempla el nombramiento de un 'defensor de la atleta' que le proporcione asistencia e información cuando la requiera.

"Ninguna atleta con diferencias en su desarrollo sexual ha hecho trampas", declaró el presidente de la IAAF, el británico Sebastian Coe.

"Se trata de igualar el campo de juego para asegurar que el éxito viene determinado por el talento, la dedicación y el esfuerzo, y no por otros factores", añadió en un comunicado de la federación.

Según la IAAF, los niveles habituales de testosterona en una mujer oscilan entre 0.12 y 1.79 nanomoles por litro de sangre; en los hombres, entre 7.7 y 29.4.

Sólo un tumor o una disfunción en el desarrollo sexual justifican en una mujer una proporción superior a 5, aseguró el organismo.

El despacho de abogados que representa a Caster Semenya indicó en febrero ante la vista del TAS que la atleta es "incuestionablemente una mujer" y una "heroína" y que su "don genético" debe "celebrarse, no ser objeto de discriminación"

El Tribunal Arbitral del Deporte (TAS) rechazó el recurso de la sudafricana Caster Semenya contra la Federación Internacional de Atletismo, que obliga a las atletas con altos niveles de testosterona a seguir una medicación, pero dictó que la IAAF debe modificar su reglamento al respecto.

Por su parte, la Federación Internacional de Atletismo IAAF, recibió "con reconocimiento" la decisión "diligente y detallada" del TAS, celebrando que el tribunal reconozca el carácter "necesario, razonable y proporcionado" de este reglamento, añadiendo que su entrada en vigor será este 8 de mayo.

NO ME DETENDRÁN

Se trata del final de una larga espera para la mediofondista sudafricana Caster Semenya quien busca invalidar dicho reglamento impuesto a las atletas que producen naturalmente altos índices de testosterona.

En febrero, durante una semana, el TAS, máxima jurisdicción deportiva, estudió el recurso de la campeona sudafricana contra el nuevo reglamento de la Federación que obliga a las mujeres "hiperandrógenas" a hacer bajar, a través de medicamentos, sus niveles de testosterona si quieren participar en pruebas internacionales desde los 400 metros a la milla (mil 609 metros).

El TAS anunció al principio que comunicaría su decisión a finales de marzo antes de retrasarla para finales de abril, cuando las partes presentaron documentos adicionales, dando a conocer su rechazo el pasado martes 30.

Durante la espera, la atleta sudafricana de 28 años ganó el título de campeona nacional de los 5 mil metros (el 25 de abril), una distancia en la que competía por segunda vez en su carrera.

Triple campeona del mundo (2009, 2011 y 2017) y doble campeona olímpica de 800 m (2012 y 2016), Semenya asegura ser "incontestablemente una mujer" y denuncia unas reglas destinadas, según ella, a "ralentizarla" o detenerla.

Los abogados de la campeona sudafricana han apelado a la tolerancia hacia las atletas que presentan "variaciones genéticas". Consideran que la nueva reglamentación de la IAAF "trata de manera equivocada y dolorosa de mandar en las características sexuales de las mujeres atletas".

"La decisión del TAS no me parará", aseguró la doble campeona olímpica sudafricana. "Desde hace un decenio la IAAF me intenta ralentizar, pero esto me ha hecho más fuerte todavía", señaló Semenya en un comunicado publicado por su equipo jurídico.

Decepcionada por la decisión, declaró sin embargo estar "contenta" porque los tres jueces del TAS reconocieron que las reglas de la IAAF son "discriminatorias".

"Una vez más voy a superar esto y continuar siendo una inspiración hacia las jóvenes atletas en Sudáfrica y en el mundo entero", añadió. En su cuenta de Twitter escribió que "a veces es mejor reaccionar sin reacción". La sudafricana podría presentar un nuevo recurso ante el Tribunal Federal Suizo, también con sede en Lausana. Sería la última jurisdicción, pero sólo juzga sobre la forma, no sobre el fondo.

La ministra de Deportes de Sudáfrica, Tokozile Xasa, reiteró sus críticas al reglamento de la IAAF que, en su opinión, "pisotea los derechos humanos y la dignidad".

Aun cuando el veredicto del TAS no es una victoria para la IAAF, sí es una derrota para Semenya, doble campeona olímpica de 800 metros, y las otras atletas hiperandróginas.

La larga sentencia del TAS, 165 páginas, emitida por los tres jueces encargados del caso, "no valida el reglamento de la IAAF, simplemente rechaza el recurso de Semenya", indicó Mathieu Reeb, secretario general de la instancia jurídica de recursos.

"Es la IAAF la que ahora debe trabajar en su reglamento para adaptarlo en función de las reservas emitidas por el TAS", añadió y afirmó que "puede que otras atletas presenten un recurso, no se puede excluir otros posibles casos".

En febrero los abogados de la campeona sudafricana apelaron a la tolerancia hacia las atletas que presentan "variaciones genéticas". Consideran que la nueva reglamentación de la IAAF "trata de manera equivocada y dolorosa de mandar en las características sexuales de las mujeres atletas".

Por su lado, la IAAF argumenta que si atletas con diferencias de desarrollo sexual tienen niveles de testosterona masculinos es necesario "preservar la igualdad de la competición femenina" y, por tanto, pedir a estas atletas "reducir su tasa de testosterona antes de una competición internacional".

“DISCRIMINACIÓN RAZONABLE”

El Tribunal Arbitral del Deporte TAS manifestó "serias preocupaciones sobre la futura aplicación práctica de este reglamento" y lo calificó de "discriminatorio", pero "esta discriminación es necesaria, razonable y proporcionada para el objetivo de la IAAF de preservar la integridad de las atletas".

Por su parte, la Federación argumenta que si atletas con diferencias de desarrollo sexual (DSD) tienen niveles de testosterona masculinos es necesario "preservar la igualdad de la competición femenina" y, por tanto, pedir a estas atletas "reducir su tasa de testosterona antes de una competición internacional".

La sudafricana no es la única atleta que podría verse afectada por estas nuevas reglas, que habían sido suspendidas a la espera del pronunciamiento del TAS: las medallistas de bronce y plata en los 800 metros en los Juegos Olímpicos de Rio en 2016, Francine Niyonsaba (Burundi) y Margaret Wambui (Kenia), también se han enfrentado a preguntas sobre su tasa de testosterona y son reconocidas como atletas hiperandróginas, que generan de manera natural un nivel de testosterona elevado.

La IAAF señaló "que la decisión del TAS no debía suponer un prejuicio para las atletas implicadas" y anunció la puesta en marcha de "una disposición transitoria especial" que permite a "quienes respeten el límite de 5 nanomoles por litro de sangre" ser elegibles para el Mundial de Doha (28 septiembre- 6 octubre).

A finales de marzo el Consejo de Derechos Humanos de la ONU criticó el nuevo reglamento de la IAAF, manifestando su apoyo unánime a la campeona sudafricano.

En un poco habitual pronunciamiento sobre el mundo del deporte, el órgano de la ONU afirma que el reglamento de la IAAF "podría no ser compatible con las normas y las reglas internacionales relativas a los derechos humanos".

Para algunos expertos científicos privar a Semenya de competir debido a su tasa elevada de testosterona equivale a excluir a los jugadores de básquetbol muy altos.

El profesor Chris Cooper, especialista en bioquímica, recordó recientemente que los resultados de Semenya fueron peores en cuanto fue obligada a medicarse para reducir sus niveles de testosterona.

De 2011 a 2015, la IAAF impuso esta medida, antes que otra atleta afectada, la india Dutee Chand, obligase a anularla gracias a la justicia.

Tres puntos provocan problemas, según los expertos. El primero es la dificultad para aplicar un principio de responsabilidad objetiva fijando un umbral de la tasa de testosterona a respetar; el segundo, la dificultad de probar la verdadera ventaja atlética de las mujeres con hiperandrogenia en las distancias de mil 500 metros y la milla; y finalmente los eventuales efectos secundarios de este tratamiento hormonal.

Según una fuente próxima al caso, la IAAF ya ha modificado su reglamento respondiendo a la primera reserva expresada por el TAS; "la dificultad para aplicar un principio de responsabilidad objetiva".

CARRERA DE INTERSEXOS

El reglamento de la IAAF recurrido por la sudafricana Caster Semenya y sobre la que el TAS se pronunció, obliga a las atletas con una elevada producción endógena de testosterona a reducir sus niveles para disputar algunas distancias como mujeres o, de lo contrario, a cambiar de prueba o a competir como hombres.

Hace exactamente un año, el 26 de abril de 2018, la Federación Internacional de Atletismo (IAAF) anunció una nueva regulación, que debía entrar en vigor en noviembre pasado, que obliga a las atletas a mantener los niveles de testosterona por debajo de los 5 nanomoles por litro durante un periodo continuado de al menos seis meses para competir en pruebas de entre 400 metros y una milla y ver reconocidas sus marcas.

Si no lo hacen así, las corredoras "con disfunciones en su desarrollo sexual", como las describe la IAAF, deberán cambiar de prueba o competir como hombres.

Caster Semenya recurrió ante el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS) en junio de 2018. En octubre, a un mes de la anunciada entrada en vigor de la norma, la IAAF la dejó en suspenso a la espera del fallo del tribunal.

Hasta ahora, el umbral de tolerancia está en los 10 nanomoles por litro. Se pretende reducir a la mitad porque, según estudios a los que alude la IAAF, una mayor proporción "aumenta un 4,4 % la masa muscular, entre un 12 y un 26 % la fuerza y un 7,8 % la hemoglobina".

El organismo deportivo dijo que aquellas corredoras que no consiguieran rebajar sus niveles de testosterona por debajo del límite establecido -por ejemplo, mediante el consumo de anticonceptivos, sugería la IAAF-, no sería "vetadas", pero sólo podrían competir como mujeres "en otras distancias o en cualquier prueba no internacional" o "como hombres, sin restricción de nivel o disciplina".

También podrían hacerlo libremente en caso de que la competición ofreciese una clasificación "intersexos o similar".

La norma deja fuera a las mujeres que padecen síndrome de ovario poliquístico.

Si la normativa supera el examen del TAS, las deportistas serán sometidas a controles aleatorios para comprobar que están por debajo de los niveles establecidos. Si no es así, serán apartadas de la competición durante seis meses.

La nueva regla no cuestiona, aseguró la IAAF, "la identidad sexual o de género de las atletas con disfunciones en su desarrollo sexual", sino que pretende "asegurar una competencia justa".

El tratamiento para rebajar los niveles elevados es "un suplemento hormonal similar a la píldora anticonceptiva que toman millones de mujeres en el mundo".

"Bajo ninguna circunstancia", advirtió la IAAF, se exige a las atletas que se sometan a "cambios anatómicos quirúrgicos".

El organismo se compromete a tratar todos los casos con total confidencialidad. "Cualquiera que la rompa, que acose o que estigmatice a las atletas o atente contra su dignidad o su privacidad será sometido a una sanción disciplinaria", señaló.

Los casos se tratarán desde un punto de vista estrictamente médico, nunca "como una caza de brujas basada solo en la apariencia física".

La regulación contempla el nombramiento de un 'defensor de la atleta' que le proporcione asistencia e información cuando la requiera.

"Ninguna atleta con diferencias en su desarrollo sexual ha hecho trampas", declaró el presidente de la IAAF, el británico Sebastian Coe.

"Se trata de igualar el campo de juego para asegurar que el éxito viene determinado por el talento, la dedicación y el esfuerzo, y no por otros factores", añadió en un comunicado de la federación.

Según la IAAF, los niveles habituales de testosterona en una mujer oscilan entre 0.12 y 1.79 nanomoles por litro de sangre; en los hombres, entre 7.7 y 29.4.

Sólo un tumor o una disfunción en el desarrollo sexual justifican en una mujer una proporción superior a 5, aseguró el organismo.

El despacho de abogados que representa a Caster Semenya indicó en febrero ante la vista del TAS que la atleta es "incuestionablemente una mujer" y una "heroína" y que su "don genético" debe "celebrarse, no ser objeto de discriminación"

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