ZACATECAS.- El efecto Diego Armando Maradona sigue presente en Culiacán. Dorados parece estar tocado por D10S y continúa su andar divino por el Ascenso MX. Y es que ayer, sin ser favorito, se metió a la cancha de Mineros con personalidad para ganar por la mínima diferencia gracias a un gol de Vinicio Angulo, que le valió para ganar el encuentro y ser el primer semifinalista de la división de plata del futbol mexicano.
Diego no pudo estar en la zona técnica, pero desde un palco vivió el partido con un semblante serio, mismo que se rompió al momento del gol. Ahí, la celebración fue efusiva con los directivos culichis, quienes creyeron en él para enderezar el barco. Que suene la tambora. Culiacán sigue adelante y amenaza con mantener su paso “celestial” hasta la final del certamen.
También lee: En marcha el Anual de Golf en el Country
Ahora Dorados deberá enfrentar al líder FC Juárez en semifinales quienes empataron de nuevo 1-1 con Leones Negros para terminar con global de 2-2 y avanzar por su mejor posición en la tabla.
EL JUEGO
El frío propio de la región zacatecana no fue suficiente para frenar la euforia por el partido entre mineros y Dorados. La combinación de Liguilla de Ascenso, en conjunto con una nueva visita de Diego Armando Maradona a la ciudad, propició que, sin llegar al lleno, hubiera una buena respuesta de la fanaticada local en el estadio Carlos Vega Villalba.
Luego del empate sin goles en Culiacán, los de Zacatecas partían como favoritos, por su posición en la clasificación general y su condición de local; sin embargo, Maradona y su Gran Pez ya habían logrado ganar en ese campo en la fase regular y el convencimiento de que podían hacerlo de nuevo era total.
También lee: Marco Rojo define juego para Alameños en la Elite A
Ubicado en un palco del graderío, Diego observó cada detalle del encuentro. Las gafas oscuras y el semblante serio, en conjunto con una chamarra gruesa para las bajas temperaturas, fueron la imagen predominante del timonel culichi, quien al igual que los miles en la tribuna, fue testigo de un primer tiempo para el olvido, en donde ninguno de los dos equipos logró marcar diferencia importante ni crear aproximaciones de peligro que inquietaran a los arqueros. Antes de ir al descanso, Alonso Escoboza probó con disparo que parecía colarse al fondo del arco minero. Solamente fue el susto para los de casa, pero era el aviso de lo que vendría más adelante.
Sin romper la tónica de lo que habían sido los primeros 45 minutos, Mineros y Dorados no se decidían a romper lanzas en busca del gol que les diera tranquilidad y manejo de juego. Fue ahí cuando un trazo largo desde el sector izquierdo encontró a Vinicio Angulo completamente solo. Sin ningún defensa que al menos intentara incomodarlo, el 10 sinaloense tuvo tiempo de medir el esférico, saltar y rematar con la cabeza a contrapié del cancerbero. El lance de Fassi resultó inútil. La bala blanca entró a segundo poste para besarse con la red y alargar el idilio que Dorados vive con su entrenador.
También lee: Concrédito envía serie semifinal al máximo sobre Pizzeta
En el palco, toda la seriedad del “Pelusa” quedó de lado. Como un hincha más, gritó el gol a todo pulmón y se abrazó con quienes lo rodeaban. Por si no fuera suficiente, antes de la reanudación, Éder Cruz perdió la cabeza, le propinó un cabezazo a Edson Rivera y se fue temprano a las regaderas.
Los de Zacatecas se fueron al abordaje, pero se encontraron con un Gaspar Servio seguro bajo los tres postes y muy canchero, ya que cada que pudo se comió segundos del reloj.
A la contra, Dorados no pudo ampliar la ventaja. Lo sufrieron hasta el final, mas consiguieron volver a salir victoriosos de la casa de Mineros. Culiacán tiene semifinal y la mano divina que los acompaña no deja de surtir efecto.