Mazatlán, Sin.- Sin lugar a duda la violencia que vive el estado de Sinaloa ha pasado a afectar a todos en la sociedad dentro del estado, pues el factor económico, cultural y por su puesto deportivo, han sido severamente castigados, ya sea con encuentros pospuestos, o simplemente castigados.
Culiacán, ha sido la ciudad que más ha sido golpeada, comercios han comenzado a cerrar y en el entorno de los Dorados de Sinaloa, también; ya que desde el pasado 7 de septiembre no han podido jugar en su cancha.
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Si bien, la Liga de Expansión MX es una liga complicada en la parte económica, Dorados ha tenido que jugar los encuentros de visitante para no afectar a terceros, ante la violencia que tiene semanas asechando al estado.
El club sinaloense tuvo que posponer su juego de local ante el Cancún FC y el duelo ante Coyotes de Tlaxcala tuvo que moverse a Tijuana como sede alterna, además está afectando a familias que viven directa o indirectamente de los puestos de comida y souvenirs que hay dentro y fuera del estadio.
Por su parte el equipo que milita en tercera división también ha tenido que mover su encuentros, y no ha podido debutar como local, además de que en el tema logístico, ha sido difícil concretar el traslado, por los múltiples bloqueos que han presentado las carreteras, sobre todo a la altura de la Cruz de Elota, lugar obligado a pasar, para viajar hacia el sur.
Mineros de Cosalá dijo adiós a la Liga de Baloncesto del Pacífico por la violencia
La violencia ha salido del epicentro, que es Culiacán, y ahora el equipo de Mineros de Cosalá, quien vivía su tercer año dentro de la Liga de Baloncesto del Pacífico, tuvo que decir adiós a su temporada 2024 a causa de los mismos hechos delictivos.
El viajar a Cosalá y jugar ahí se ha vuelto muy complicado para los 10 equipos que están en la Liga, debido a que es nivel regional y abarcan todo el estado, Navojoa y Jalisco, el transitar por ahí luce imposible.
Mineros oficialmente decidió abandonar la temporada, para salvaguardar la integridad de sus jugadores, cuerpo técnico y directiva, que además en las ventas de boletos se vio afectado por la misma violencia.
La LBP también suspendió algunos partidos, que pasaron a afectar al equipo de Marinos de Mazatlán, quienes poco a poco han retomado actividades, pero el peligro ha sido latente.
El futbol amateur también decidió parar
La Liga Regional de Futbol del Sur de Estado, desde hace tres semanas no ha podido realizar sus encuentros, como lo venía haciendo de manera cotidiana, ya que equipos como Elota, Cosalá, San Ignacio, y El Rosario, además de la extensión de Costa Rica, la violencia ha pegado fuerte, por lo que sigue en veremos en reanudar la actividad.
Dicha liga tiene como modalidad jugar partidos en los municipios donde hay equipos, orillando a esperar un cese de la violencia o decidir cancelar la temporada 2024, debido a que es categoría Sub-15.
¿Y el arranque de la Liga Mexicana del Pacífico?
Hasta el momento que se escribe esta nota, la Liga Mexicana del Pacífico no ha pronunciado nada sobre un posible caso de violencia, aunque la temporada, ya inició el 12 de octubre, con un duelo entre los Tomateros de Culiacán y Algodoneros de Guasave.
Como medida de prevención, Tomateros de Culiacán decidió recorrer una hora antes la inauguración, comenzando a las 17:20 horas, con el fin de no “arriesgar” a la población y los jugadores.
Esa medida “preventiva”, podrían tomar algunos clubes como Venados, Guasave e incluso Cañeros, que tienen que desplazarse por el estado, además de que algunos equipos optaran por viajar a Mazatlán y Culiacán por la vía aérea, evitando el traslado terrestre, evitando posibles bloqueos en las carreteras.
La Copa Mazatlán también fue pospuesta
Por su parte eventos como la Copa Mazatlán también decidieron cancelar sus eventos de noviembre, ante ya a más de un mes que comenzó la guerra en el estado, y al tener familias de gran parte del país, mejor decidieron posponerlo hasta el 2025, dejando pérdidas económicas a nivel turístico, con cancelaciones de hoteles.