Corrían los años 60 cuando el beisbol profesional en Culiacán ya estaba bien establecido con la Liga Mexicana del Pacífico y con ello la fiebre en varios municipios y sindicaturas.
Varios jugadores impulsados y capitaneados por Guillermo “Memo” Villegas empezaron a abrir un espacio en la sindicatura de Aguaruto, a un costado del canal y en donde más tarde se construiría el estadio de beisbol con sus gradas y techumbre, que se sostiene hasta la fecha con la práctica del softbol varonil y femenil.
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Fue ahí en donde el grupo de jugadores encabezados por Amadeo Navia Ontiveros, mejor conocido como “Zurdo” Ontiveros vivirían grandes experiencias y anécdotas, que más tarde los llevaría a jugar en varias ligas que en ese momento ya se promovían, como la Cañera, Tacuarinera, Tomatera y la Recursos Hidráulicos.
“Fueron momentos muy bonitos, porque el beisbol es un deporte de mucha inteligencia que todos disfrutamos, era algo novedoso y que adoptamos como una manera de diversión, el entrenar durante la semana, el contacto de la pelota con el guante, el sonido de la pelota con el bat que era totalmente madera”, recuerda.
De toda esa camada que se juntó con edades que oscilaban entre los 25 y 27 años, algunos lograron sobresalir a nivel profesional, siendo Ontiveros uno de ellos como pitcher, junto a Ramón Sainz Ochoa.
Él tuvo la fortuna de jugar con Tomateros de Culiacán una temporada, enfrentando a Guasave, Los Mochis, Obregón, Navojoa, Hermosillo, Tijuana y Mexicali.
En el caso de Ramón Sainz jugó en el Liga Mexicana de Beisbol con los Leones de Guanajuato y recibió la oportunidad de acudir a los entrenamientos primaverales con los Yanquis de Nueva York, sin embargo por razones familiares no pudo cumplir con todo el campamento, abandonando la oportunidad de probar suerte en el mejor beisbol del mundo.
Entre otros recuerdos del “Zurdo” Ontiveros, está que el también conocido “Mocho” Sainz fue invitado por Tomateros para que se integrara a sus filas en los 70´s, a través de Guillermo “Huevito” Álvarez, sin embargo no pudieron llegar a un arreglo económico.
“En esa época sonaba mucho el nombre de Héctor Espinoza y “Kalimán” Robles, dos bateadores de mucho poder y peligrosos, pero no tuve la fortuna de enfrentarlos”.
En el 84 en un juego del verano, escuchó entre los peloteros que Teodoro Higuera lanzaba con los Indios de Ciudad Juárez en Monterrey y al enfrentar a Espino se le acercó el manager “Zacatillo” Guerrero, y le dijo que le lanzara pegado y bajito y el manager no llegaba al dogout cuando la pelota iba en pleno vuelo al otro lado de la barda. Al salir del inning me cuestionó y le dije que hice lo que me pidió, recordó entre tantas vivencias.
Amado Ontiveros que recién acaba de cumplir los 88 años de vida, nació en el Rosario y desde muy joven radica en Culiacán, se abrió paso en las ligas arriba mencionadas, al igual que en Navolato bajo el mando de Manuel Ávila a quien representó durante ocho temporadas. En la Liga Recursos Hidráulicos, en el estadio de los Tomateros, lanzó un “juego sin hit ni carrera”.
Los que ya se fueron
A su edad, “Zurdo” Ontiveros todavía recuerda a esa camada con el que le dio impulso al beisbol y que muchos de ellos ya no están en el mundo terrenal, entre ellos su compadre Ramón Sainz, el padre Felipe Silva Lozano, “Memo” Villegas, Ramón Ontiveros, Manuel Ontiveros, Amadeo Sarabia, “Mocho” Bobadilla, Roberto Sainz, Manuel Higuera, Pedro Niebla, Rubén Ayala, “Mayo” Aguilar, Oscar Aguilar, su compadre “Chololo”, Cruz Ibarra, Manuel “Zurdo” Carrillo, Pedro Valenzuela, Emmanuel Villegas (primer pitcher de Aguaruto), Margarito Sainz, “Chalo” Medrano, César Varela, Antonio Sandoval, Guillermo Sainz, Adalberto “Valiente” Sánchez, “Nano” Valenzuela y Armando Llanes.
25 Años tenía “Zurdo” Ontiveros cuando promocionó el beisbol en Aguaruto
Para saber
De la sindicatura hasta jugar el beisbol profesional con los Tomateros de Culiacán