/ viernes 13 de septiembre de 2019

Hugo Sánchez y su paso por el América

Hugo puede hablar del clásico capitalino porque fue jugador de ambos equipos

Tras triunfar en España, deslumbrar al mundo y quedarse con las ganas de jugar el Mundial de Italia 1990, Hugo Sánchez, antes de comenzar el ocaso de su carrera, regresó a México, sin embargo, no lo hizo a las aulas universitarias. Pumas, su querido equipo no lo buscó y sin remedio, el “Pentapichichi” aterrizó en el nido azulcrema.

Hugo, el ídolo y referente auriazul, el que se forjó al lado de Cabinho y la “Cobra” Muñante, llegó al lugar que jamás imaginó.

Sánchez Márquez no tuvo entre sus planes tener alas, sin embargo, las Águilas lo buscaron, lo sedujeron y terminó como americanista.

Hugo Sánchez habla del ridículo azteca

“Yo estando en España, todavía con el Real Madrid, quise regresar a México, a mí me hubiera encantado recibir la invitación de Pumas, pero no llegó, América me buscó, me enseñó su propuesta y acepté”, contó Hugo Sánchez Márquez a ESTO.

No vestir de nuevo los colores felinos entristeció al histórico delantero mexicano: “Yo quise estar en Pumas, era mi sueño retirarme con ellos, pero no me buscaron, me puse triste, sentí decepción”, desenterró de sus recuerdos

El contrato que los amarillos le pusieron en la mesa, fue clave para su decisión: “La propuesta del América fue buena, un contrato de 1992 a 1994, con el mismo sueldo que tenía en el Real Madrid, lo económico influyó mucho, eso me hizo comprometerme más, anoté goles en mi primera temporada , contó.

Ya con el plumaje amarillo, Hugo, en la temporada 1993-1994, en el Azteca, enfrentó a su querido equipo, jugar contra Pumas “fue algo especial, pero atípico, fue raro enfrentar a la institución en la que me formé”, relató.

PROHiBIDO CAER

Hugo, a pesar de haber defendido el escudo azulcrema, es auriazul y merengue, los juegos frente al América, se forjan o se forjaban desde fuerzas básicas: “Los partidos entre Pumas y América son diferentes, es un clásico, uno como universitario no puede perder estos juegos, desde niños nos enseñan eso, jugar contra un equipo de tu misma ciudad es atractivo, a donde vayas, sea en la escuela, el trabajo, un restaurante, siempre están las clásicas apuestas y burlas para el que pierda, esa pasión lo hace un juego diferente”, expresó.

CLÁSICO DE A DE VERAS

“Hugol” insistió en catalogar el juego entre felinos y emplumados como un verdadero clásico: “Se habla mucho de nuevos clásicos, algunos creados por mercadotecnia, pero pocos partidos como el Pumas contra América tienen una trascendencia tan grande, a los que salimos de fuerzas básicas te enseñan que son partidos distintos, desde niño está el pique”, selló.

Tras triunfar en España, deslumbrar al mundo y quedarse con las ganas de jugar el Mundial de Italia 1990, Hugo Sánchez, antes de comenzar el ocaso de su carrera, regresó a México, sin embargo, no lo hizo a las aulas universitarias. Pumas, su querido equipo no lo buscó y sin remedio, el “Pentapichichi” aterrizó en el nido azulcrema.

Hugo, el ídolo y referente auriazul, el que se forjó al lado de Cabinho y la “Cobra” Muñante, llegó al lugar que jamás imaginó.

Sánchez Márquez no tuvo entre sus planes tener alas, sin embargo, las Águilas lo buscaron, lo sedujeron y terminó como americanista.

Hugo Sánchez habla del ridículo azteca

“Yo estando en España, todavía con el Real Madrid, quise regresar a México, a mí me hubiera encantado recibir la invitación de Pumas, pero no llegó, América me buscó, me enseñó su propuesta y acepté”, contó Hugo Sánchez Márquez a ESTO.

No vestir de nuevo los colores felinos entristeció al histórico delantero mexicano: “Yo quise estar en Pumas, era mi sueño retirarme con ellos, pero no me buscaron, me puse triste, sentí decepción”, desenterró de sus recuerdos

El contrato que los amarillos le pusieron en la mesa, fue clave para su decisión: “La propuesta del América fue buena, un contrato de 1992 a 1994, con el mismo sueldo que tenía en el Real Madrid, lo económico influyó mucho, eso me hizo comprometerme más, anoté goles en mi primera temporada , contó.

Ya con el plumaje amarillo, Hugo, en la temporada 1993-1994, en el Azteca, enfrentó a su querido equipo, jugar contra Pumas “fue algo especial, pero atípico, fue raro enfrentar a la institución en la que me formé”, relató.

PROHiBIDO CAER

Hugo, a pesar de haber defendido el escudo azulcrema, es auriazul y merengue, los juegos frente al América, se forjan o se forjaban desde fuerzas básicas: “Los partidos entre Pumas y América son diferentes, es un clásico, uno como universitario no puede perder estos juegos, desde niños nos enseñan eso, jugar contra un equipo de tu misma ciudad es atractivo, a donde vayas, sea en la escuela, el trabajo, un restaurante, siempre están las clásicas apuestas y burlas para el que pierda, esa pasión lo hace un juego diferente”, expresó.

CLÁSICO DE A DE VERAS

“Hugol” insistió en catalogar el juego entre felinos y emplumados como un verdadero clásico: “Se habla mucho de nuevos clásicos, algunos creados por mercadotecnia, pero pocos partidos como el Pumas contra América tienen una trascendencia tan grande, a los que salimos de fuerzas básicas te enseñan que son partidos distintos, desde niño está el pique”, selló.

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