En cada juego se pone las hombreras, alista el casco, amarra los botines y sin rendirse pone su esfuerzo con tal de conseguir lo que es todo para su vida: jugar futbol americano.
Héctor Flores es el único integrante de su familia que ha jugado futbol americano y recordó que en un inicio sus padres no sabían mucho de este deporte, pero siempre tuvo su apoyo y paulatinamente lo conocieron, por lo que ahora es de total interés.
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El impulso de sus seres queridos y del choach lo llevo a mantenerse en el americano durante la preparatoria, en el Cbtis 224 y poco a poco tuvo ofertas de becas para poder estudiar en otras escuelas a lo que decidió estudiar en el Tecnológico de Monterrey, campus Culiacán donde se sumó a los Borregos del Tec.
‘’Empiezo a jugar desde que estaba en la preparatoria con el equipo de los Escorpiones durante 4 años y fue ahí cuando empiezo a recibir ofertas de otros equipos universitarios. Una de ellas fue el Tecnológico de Monterrey’’ comenta le jugador.
Con la sencilles y la humildad que lo caracteriza tuvo que pasar por muchas etapas y dificultades para poder llegar hasta donde esta ahorita.
“El Big Mike”, como lo conocen varios colegas del medio, empezó en el mundo del americano a la edad de los 15 años, cuando todavía lo veía como un hobbie, y siguió hasta convertirse en un profesional con el equipo de los Guerreros Jaguar, que milita actualmente en el torneo Master Arena Libre 2022.
El inicio de Héctor Flores en el americano
“Realmente no elegí yo el americano, el me eligió a mí”. Todo esto comenzó cuando el liniero ofensivo vivía en la ciudad de Tabasco y se reunía con sus amigos a armar las “retas” de futbol americano y lo jugaban a como ellos sabían.
Pero cuando entró a la etapa de la preparatoria, empezó el camino para llegar hasta donde está ahora.
Luego de un tiempo de vivir en el sur del país, el jugador se mudó a Culiacán, Sinaloa, para poder seguir con su estudio, pues cuando entro al bachillerato, se metió a jugar para poder representar al equipo de su escuela en CBTIS 224 con el equipo de Escorpiones.
Aún recuerda a sus dos primeros coachs que lo incursionaron al camino del americano. Álvaro Salazar y Andrés Rochín le dieron todos sus conocimientos durante sus primeros cuatro años. Y aunque al principio no le fue bien, fue parte de su experiencia.
“Todos los días entrenaba e incluso me hablaron del Tecnológico de Monterrey en donde me ofrecieron una beca”, manifestó.
Su segunda etapa
Después de concluir su etapa con el equipo de los Escorpiones, se fue a Borregos del Tecnológico de Monterrey con sede en Culiacán, al igual que algunos colegas que jugaban con él en el equipo anterior.
Durante su estancia de cuatro años, jugó un total de 3 finales. Y aunque no logró hacerse con el triunfo, ganó buena experiencia. Gracias a su buena actuación en el equipo de Culiacán, le ofrecieron jugar con los del TEC de Monterrey en Santa Fe, Ciudad de México, pero por falta de apoyo económico no pudo asistir.
Durante sus cuatro años con Borregos, jugó en las finales contra los equipos de Dragones de Los Mochis, Vaqueros de Ciudad Obregón y contra Durango.
Luego de ganar una final, el jugador menciona que se sintió muy feliz ya que después de muchos sacrificios se vio el fruto de los resultados.
Etapa con el conjunto de bandidos:
Una vez concluida su etapa de estudios universitarios se Héctor se unió al equipo de los Bandidos de Culiacán, ya que ellos conformaron un equipo de ex alumnos del Tec de Monterrey y poder pelear por un campeonato que perdieron cuando estaban con el equipo universitario.
Héctor duró con Bandidos un año y luego brincó al equipo de Sembradores para no estar inactivo y poder llegar al equipo que está actualmente.
Su papel Guerreros Jaguar:
Entró al equipo gracias a un colega quien actualmente disputa una nueva temporada el Torneo Master Arena Libre 2022 y lleva un total de 5 juegos ganados. Gracias a ese equipo lo han invitado a participar en un torneo nacional en la selección Pacifico Norte.
En la trayectoria de Flores han sido diferentes los coaches que le han dejado huella, pero una reflexión que recuerda que muchas veces es que “hacemos cosas ordinarias, en el día a día, pero haciendo esas cosas ordinas constantemente, con disciplina y con sacrificio siempre terminan haciéndose algo extraordinario”.
Un relato que también recuerda fue la vez que ganó su primer campeonato, ya que muchas veces jugaron la final contra el mismo equipo varias veces y después ganaron el campeonato.
