Culiacán, Sin. Más allá de buscar la competencia o el triunfo que los encumbre a la cima, y entendiendo a plenitud que la edad no está para ello, un grupo de beisbolistas de la vieja guardia ha decidido organizarse, sí, para practicar su deporte favorito, pero sobre todo que esos espacios de tiempo invertido sirvan también para compartir añejas historias y consolidar los lazos de amistad que han cosechado a lo largo de muchos años.
El campo de beisbol de Bachigualato –Refugio “Cuco” Martínez--, que opera desde 1979, es el escenario que está sirviendo, digamos para algunos casos, de reencuentro de los peloteros de antaño, que no han ‘bajado la guardia’ en aras de demostrar que todavía tienen vida deportiva pese a su avanzada edad.
Rubén Martínez García se percató que pese a existir una Liga de Beisbol Jóvenes Adultos (65 años y mayores) y que es Dominical, siempre quedan muchos elementos que no encuentran espacios para darle continuidad a su práctica deportiva.
¿Y cómo nace este proyecto?
--“Aquí participan todos. Todos juegan, de eso se trata. Lo vemos como un entrenamiento, como una práctica a pesar de ser un juego”, asentó Martínez García, quien aclaró que en este proyecto o iniciativa también tuvieron que ver las opiniones de Juan de Dios Castro y Roberto Villa”.
En la charla que entablamos con Rubén Martínez, quien de repente nos dejaba ahí sentados, pues estaba en curso el juego y debía tomar turno al bat, estableció que apenas llevan un mes y medio (empezaron con seis jugadores por equipo y ahora ya forman dos escuadras) en este proyecto y los resultados ya saltan a la vista.
En ese corto tiempo se ha rescatado que al principio no nos completábamos para jugar, ahorita ya sucede que es lo principal, al acudir más jugadores y ello habla de que la convocatoria ha servido de algo.
Rubén Martínez
Destacó más adelante que es de reconocerse a las personas que están jugando pese a la edad que poseen, pero sobre todo el poder saber que se puede sembrar la amistad.
Y en ese tenor puso como ejemplo a Antonio “Tigre” Arreola, a quien hacía mucho tiempo no miraban, simplemente porque estuvo al borde de la muerte “y nos da gusto verlo. Eso es lo que queremos lograr con este noble proyecto de inclusión”.
Martínez García, de 68 años, citó que en el futuro inmediato está el formalizarse como club, al mismo tiempo el crear un circuito para jugadores de 70 años y más, dado que hay material suficiente para conformar cuatro escuadras.
Todos estos personajes que vemos aquí jugando, algún legado le han dejado al beisbol. Ahí está Óscar López que promovió mucho el beisbol, Karim Valdez impulsor en el Club de Amigos, y así, muchos más que han hecho mucho por el deporte.
Rubén Martínez
Desde luego que esta tarea que están enarbolando también tiene otro propósito, el demostrar a las nuevas generaciones que la edad no es ningún impedimento para jugar, “y que vean a los viejones que todavía estamos en activo así como nos ven”.
Historias en este grupo de peloteros hay muchas, pero saber del resurgimiento de Antonio “Tigre” Arreola, quien fuera un pelotero destacado, además de gran impulsor, es digna de admirarse porque la muerte lo llamó, la vio cerca, la venció y regresó a los campos de beisbol.
“Aquí reactivándome, estuve gravemente enfermo, gracias a Dios aquí estamos y los amigos que me dan la oportunidad de jugar”.
Y asentó que los amigos le han permitido olvidarse de todos los males que le han aquejado. “Ellos me han recibido muy bien y estoy jugando contento”.
¿Son jueves que te llenan de vida?
--“Mi problema fue grave en extremo, sería largo el proceso de contarlo, pero me daba miedo verme en el espejo, pero gracias al deporte aquí ando ‘chiroteando’ y me ando riendo”.
“Hasta mi familia está contenta que venga a jugar porque reviví; el deporte es salud, diversión y muchos grandes amigos”.
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*OCHENTA años de edad no le han bastado para establecer que el deporte es la mejor vitamina y Óscar “Pachachas” López se mantiene firme todavía lanzando jeroglíficos al pentágono.
“Para mi es una alegría hacerlo a mi edad porque siempre he jugado beisbol, hoy que se me da la oportunidad en esta liga me siento mejor”.
Pero fue más claro y preciso en apego al amor que le tiene al beisbol que lo lleva en la sangre.
“Seguiré en el beisbol hasta que me saquen con los spikes por delante”.
*MIENTRAS que Jesús “Pozole” Mozqueda, de 71 primaveras, sostiene que este nuevo proyecto le deja mucha salud, felicidad y paz “el poder fomentar la amistad ante la palomilla que tenemos muchos años conociéndonos jugando beisbol”.
El oriundo de El Pozole, Rosario Sinaloa, que llegó a esta ciudad de Culiacán a los escasos 12 años, indicó que se le hace larga la semana para acudir todos los jueves a jugar.
“A mí me dice la doctora que me atiende cada mes: Lo felicito, sígalo haciendo, juegue beisbol porque ahí está su vida; la salud de su cuerpo, mental y física”.
Y así como esas existen muchas historias en el deporte, pero en el beisbol las hacen más especiales porque recuerdan su niñez de peloteros, se aplauden de lo conseguido de jóvenes y ahora (aparte de continuar activos) comparten sus hazañas, se ríen abiertamente de la vida y al final comparten los alimentos como un regalo que Dios les ha brindado por sus nobles acciones como personas y peloteros.
FRASE
ÓSCAR “PACHACHAS” LÓPEZ
“Seguiré en el beisbol hasta que me saquen con los spikes por delante”.
FRASE
ANTONIO “TIGRE” ARREOLA
“Aquí reactivándome, estuve gravemente enfermo, gracias a Dios aquí estamos y los amigos que me dan la oportunidad de jugar”.
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