Culiacán, Sin.- Apenas en agosto pasado se debatió entre la vida y la muerte al ser intervenido quirúrgicamente, debido a que le diagnosticaron la formación de un coágulo en el cerebro, pero gracias a su juventud y capacidad física salió bien librado, a tal grado que ya regresó de nuevo a las canchas de futbol a poner en práctica todo lo bueno que aprendió en su desarrollo como jugador.

Reconocido como un recio jugador, una muralla en el lateral derecho cuando se inició en el balompié a los 13 años, más adelante inquebrantable como defensa central atrasado, que lo llevó a jugar por espacio de 10 años en la Tercera División Profesional con Águilas de la UAS, al final del camino es un ser humano que no está exento de problemas de salud, pero que gracias a su carácter, ahora tiene otra oportunidad de vida.

Nos referimos a Jesús Abel Félix López, mejor conocido en el medio deportivo en general como “El Bolis”, quien el 11 de agosto de 2019 fue operado de dicho coagulo en el cerebro que vino a cambiarle le vida, pero como él lo sostiene, para bien.

Fue espontáneo mí problema, sucedió cuando menos lo esperaba porque nunca me había dolido la cabeza. En Mazatlán me empezó a doler, después fui a Tijuana a jugar y me desvanecí y me dijeron que era una insolación, pero ya aquí en Culiacán diagnosticaron que eran coágulos en el cerebro y tuvieron que operarme y pues afortunadamente aquí estamos participando ya otra vez en el futbol activo Jesús Abel Félix López

Con una trayectoria impresionante como jugador que desde los 13 años (debut) empezó a mostrar su destreza bajo la dirección de sus primeros directores técnicos, “El Chema” y “El Profe” Juan Manuel Barrera, participando en las respectivas categorías, llegó a la Primera Fuerza Libre con enseñanzas de personajes como el profe Vicente Ayón, Raúl Castellanos, Tony Garcés y Lupillo Gutiérrez.

Todo su trabajo le valió para brincar a la Tercera División Profesional de 1987 al 1997 portando la casaca de ´Águilas de la UAS y donde brilló intensamente como un jugador fuerte y duro de doblegar.

¿Y qué pasó por tu mente cuando te informaron que la única salida era la intervención quirúrgica?

--“Era un bolado el que se echó, porque abrir el cerebro implica algo demasiado complicado y crítico. No sabes cómo quedas, inclusive ahorita siento una pierna floja, pero de antemano con la actividad física se va recompensando todo eso”.

Escasos seis meses hace de cuando estuvo entre la espada y la pared, que fueron cinco días críticos al grado de no saber qué depararía el destino, que por cierto ahora lo tiene más vivo que nunca.

¿Qué representa para ti esta nueva oportunidad de vida?

--“El volver a vivir después de lo que me pasó, implica mucho compromiso con uno mismo, pero no deja de ser uno la misma persona y volver a tener las mismas habilidades, las mismas rutinas pero ya con un orden. Si antes te desvelabas, tomabas cerveza, salías, ya no es lo mismo; te tienes que cuidar, tienes que sufrir esa etapa para volver a ser otro, no es que yo quiera ser otro, quiero seguir siendo la misma persona en todo.

Gracias a Dios se nos están dando esas habilidades de contar con amigos y son los que nos están ayudando para salir adelante en estos momentos”.

De paso establece que sí ha cambiado su ritmo de vida, que ya la ve de otra forma al saber que la misma enfermedad le llegó por los mismos desarreglos y que ahora piensa más en los hijos, en la familia y en su madre, que todavía vive.

“Todos estaban al pendiente de uno y fallarles no puede ser, esto me deja mucha alegría, mucha experiencia de saber para qué está uno, si Dios te cambió la vida, porque el cuidado de Dios es muy grande, y afortunadamente los cuidados que tenemos de la familia, de los amigos (mucho apoyo) de todos lados me expresaron parabienes y lo siguen haciendo”.

Félix López sostiene que ahora ve las cosas desde otra perspectiva con mejores objetivos, a seguir disfrutando la vida, “porque vivirla otra vez es una chulada”.

Todo lo que Jesús Abel Félix López aprendió de jugador, digamos competitivo, lo ha puesto en práctica durante 22 años en el Tecnológico de Culiacán donde cumple las tareas de entrenador de futbol y es director técnico que representa a esa institución educativa en la Liga Municipal de Futbol de Primera Fuerza.

¿Qué te dejó tu andar por el futbol desde que te iniciaste a la actualidad?

--“Me dejó grandes amigos, mucha formación, la verdad te ayudan a manejar el rumbo de cada quien, y te sacan a relucir, lo bueno, lo malo y te quedas con lo que sirve. Hasta la fecha le digo a los jugadores que sepan dividir lo bueno, de lo malo porque lo bueno te ayuda y lo malo te transforma”.

¿Cómo defines tu paso como jugador, te vi jugar en el máximo nivel y eras un líder?

--“Eso se dio a cuenta gota, de lo que íbamos agarrando en los diferentes grupos, sí existía el liderazgo por parte de uno, pero el liderazgo positivo, un liderazgo que te ayuda a construir”.

Desde luego que para llegar a ser todo lo que fue en el ámbito competitivo, además de su formación como persona, para Félix López hay una razón de ser: sus entrenadores, ¿qué les dices?

“Muchas gracias a todos, porque la verdad, gracias a ellos sacamos el carácter el temple y todo, está claro que el carácter se da, pero el temple de cómo portarte dentro y fuera de la cancha, eso te ayuda mucho en la formación y en lo académico”.

¿Qué diferencia hay entre el futbol de Primera Fuerza del que tú practicaste, al que tu actualmente diriges?

--“Bastante, antes lo hacías por el amor a la camiseta, los estadios llenos y la verdad muy diferente, no tiene comparación lo de antes con los de ahora porque como ahora. Ahora hay mucha oportunidad para los jóvenes, lo que no tuvimos nosotros, por eso es que no salimos adelante en el sentido profesional, pero profesionalmente te vas formando, por esa razón le pregunta uno; o quieres ser jugador de futbol o vas a ser un profesionista”.

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FRASE

Era un bolado el que se echó, porque abrir el cerebro implica algo demasiado complicado y crítico. No sabes cómo quedas, inclusive ahorita siento una pierna floja Jesús Abel “Bolis” Félix López

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