Culiacán, Sin.- Todos en el estadio de los Tomateros han probado el producto de “Larry-Capapa”, esa comida infaltable que le da vida y sabor a los juegos de los Guindas cuando están de locales, y que fue creada por Ricardo Robles Macías, quien es la mente maestra de la botana.
La vida de Ricardo o “Larry-Capapa”, ha mostrado una gran superación personal, ya que desde muy niño le “perreó”, hasta emprender con sus papas, que son la sensación en la casa de los Tomateros de Culiacán.
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Desde los 10 años, Ricardo comenzó a trabajar recolectando botes, fierro viejo y aluminio, un esfuerzo que le permitió contribuir a los gastos de su hogar y, a la vez, financiar sus estudios.
Inicios de "Larry-Capapa"
"Yo trabajé con mi papá mucho tiempo, desde los 10 a los 21 años. Trabajé en servicios domésticos y, desde entonces, juntaba dinero. En esa época hacíamos closets, PVC, aluminio, tablaroca, llevábamos aires, tinacos, impermeabilizamos, hacíamos plomería, de todo. Necesitaba dinero extra para pagar cosas de la escuela; vendía dulces, chocobananas, fresas, de todo”, recuerda.
Desde casa ya traía el sazón
Todo el toque y el sabor, viene desde casa, y las ganas de salir adelante mucho más, así que la primera prueba fue su familia y después decidieron verlas poco a poco en la UAS y posteriormente en los campos deportivos.
“En mi casa hacíamos unas papas para botanear entre nosotros, en la familia, y les dije que me proponía venderlas. Me dijeron que lo intentara, aunque no creían que se venderían. Yo también pensaba lo mismo, porque la gente siempre quería lo mismo. Fui, y el primer día nadie quería papas. Afortunadamente, una compañera de clase me compró las primeras papas, las repartió entre los compañeros y a todos les gustaron. Así fue como empezamos a vender", compartió.
El Significado del Nombre del Producto
Al iniciar su emprendimiento, Ricardo Robles aún no había elegido un nombre para su producto. Fue entonces cuando, con el apoyo de sus compañeros, surgió "Larry-Capapa", un nombre con un juego de palabras que encapsula el espíritu de colaboración y creatividad detrás del proyecto.
"Las empresas tienen valores, y eso es lo que representa nuestro producto: trabajo comunitario, amistad, amor, solidaridad, respeto, responsabilidad, disciplina y diversidad. Larry-Capapa se enfoca en esto, en tener un impacto sociocultural para que este producto sea conocido en Culiacán y para que las personas, si lo desean, se identifiquen con nuestro trabajo. Lo que lo hace único es la salsa que tenemos; otros la hacen demasiado picante, pero nosotros encontramos un punto ideal".
Robles aprovechaba cada momento libre tras sus estudios para vender papas en toda Ciudad Universitaria. Su espíritu emprendedor resonó entre sus compañeros, quienes no solo lo apoyaron comprando su producto, sino que también contribuyeron al éxito de su marca.
"CU fue el inicio de este producto; empecé a conocer gente de otras facultades gracias a él. Lo que materializó y sostuvo el negocio fue que empecé a vender en los estadios de béisbol. Muchos beisbolistas empezaron a conocerme desde antes".
También Comenzó a Vender en los Campos de Béisbol
Además de su espíritu emprendedor, Ricardo Robles Macías es un apasionado del béisbol, el deporte que considera su mayor inspiración. Aprovechando su presencia en los campos deportivos los domingos, donde solía reunirse con su equipo, decidió emprender allí mismo, vendiendo su producto a la comunidad beisbolera.
"Empecé a vender las papas en los campos desde que se llamó 'Larry-Capapa'. La necesidad económica me llevó a vender también los domingos. Así, empecé a vender papas en los estadios y en el campo donde juego. Cuando tengo tiempo, también voy a la Liga Japac de Béisbol u otros campos para ampliar mi producto en otros ámbitos", expresó.
Llegada de Larry-Capapa a Tomateros de Culiacán
Todo el esfuerzo y dedicación que "Larry" Robles ha invertido en su emprendimiento finalmente le ha permitido cumplir un sueño: vender sus papas en el estadio de los Tomateros de Culiacán. Esta es su primera temporada llevando su producto al público guinda, un logro que marca un antes y un después en su trayectoria como emprendedor.
"Llegué al estadio de los Tomateros para vender mis papas respetando todas las reglas. Primero, me presenté y enfaticé mi interés de estar ahí; dejé mis redes sociales y todo. Lo intenté tres años, y este año me dieron el visto bueno".
Aún hay un sueño por cumplir
Ricardo todavía tiene que cumplir un sueño, que es llegar a Dodgers Stadium, una meta que no ve muy lejos, pero si tiene mucho en que trabajar.
"Mi sueño más grande es poder llegar al Dodger Stadium a vender mis papas, tener las mejores papas de las Grandes Ligas".