Mazatlán, Sin.- La conexión que tuvo el 10 argentino con la afición de Dorados y los jugadores del “Gran Pez” en su momento, traspaso las fronteras, pues sus bailes dentro de la pecera de Culiacán siempre atrajo los reflectores de los medios de comunicación.
Cada victoria y cada gol que Dorados anotaba, el D10S celebraba con jubilo y alegría, siendo la cumbia villera su favorita dentro de los vestidores. Esos bailes y esos cánticos que los jugadores le recitaban al Diego, fue la inyección perfecta para llevar a dos finales de ascenso a los de Culiacán.
Tanto fue la euforia del Maradona en Dorados, que el grupo de cumbia villera Yerba Brava, le dicó una canción al astro argentino, el cual fue el grito de guerra para muchos de sus dirigidos, que los acompañaban en cada uno de sus bailes.
Puedes leer: Maradona: Un hincha más de Dorados
Uno de los jugadores con el que más conexión, fue el ex arquero de Dorados, Gaspar Servio, capitán de aquel equipo y que fuera uno de los artífices de cada fiesta dentro del vestidor, donde el Maradona sonreía de felicidad.
El arquero argentino cometió la locura de tatuarse en la pierna el rostro de Maradona, observando claramente el logo de Dorados que siempre portó en la gorra que 10 usaba en cada partido.
Jugadores de esa generación de Dorados y la afición que llenaba el estadio cada vez que Maradona dirigía, recordaran por siempre los bailes que dejó por tierras sinaloenses, dejando huella con su cumbia villera.
Te recomendamos el podcast ⬇️
Lee más aquí ⬇