Culiacán, Sin.- A los 17 años empezó a lanzar en el softbol, actualmente acumula 41 de activo, tiempo durante el cual ha vencido adversidades como el recuperarse de un atentado a balazos, de un pelotazo que le estrellaron en plena cara tumbándole siete dientes, de superar un accidente automovilístico de uno de sus hijos, el fallecimiento de su progenitora, así como la pérdida de su esposa que fue presa del maldito cáncer.
Pero él sigue de pie y firme porque siempre ha considerado que el softbol es una fuente de energía donde pierda o gane, rescata lo positivo muy por encima de las perdidas familiares que ha tenido y que no han sido un alto en el camino donde se siente alumbrado por Dios.
En todo ese lapso dedicado al softbol y a ojo de buen cubero, calcula que su cosecha de triunfos pudiera rondar en los 350, entre ellos par de sin hit ni carrera y un Juego Perfecto.
Y, producto de su trabajo individual, sostiene que ha sido participe del registro de 40 títulos de pitcheo, amén de cerca de 20 por equipo.
Su nombre es ampliamente conocido en el softbol de casa, pues era de esos llamados 'siete ligas' que el mismo día saltaba de campo en campo y hasta tres juegos lanzaba; lo más asombroso, llegó a ganar en repetidas ocasiones la misma cantidad de confrontaciones y recuerda una muy especial ante Jorge 'Gooden' Cabanillas en el softbol Country Club a donde llegó por invitación a los 20 años de edad.
Rodolfo Torres Ochoa, mejor conocido como "El Trompo", curiosamente bautizado por el sacerdote del softbol, profesor Horacio Díaz López, claro un apodo muy a doc por la forma de sus movimientos a la hora de lanzar que asemeja cuando saca la esférica y da la impresión que jala la cuerda del trompo para que este salga sumbante.
En su larga y extensa trayectoria ha saboreado momentos sublimes como el recibir homenaje en el softbol Coppel en 1999 donde ya venía precedido de una impresionante marca de 50-24 en triunfos y derrotas --solamente en ese circuito-- y en 2017 fue condecorado en el Softbol Popular Libertad por Miguel A. Peñuelas Paredes.
Rudy" Torres refiere que en esta larga vida deportiva, el softbol le ha dejado mucha familia, que todos quienes están involucrados forman parte de su esencia, "dejándome muchas enseñanzas, mucho respeto y que tienes la oportunidad de compartir los conocimientos a los jóvenes.
El Trompo
Cada triunfo fue y es un sacrificio en la familia; cada que las mujeres iban a parir (sus ahora nietos) yo lanzaba y dedicada el juego, todos los ganaba y por esa razón cada uno de ellos tiene su pelota autografiada por "El Trompo", por eso digo que este deporte deja muchas enseñanzas.El Trompo
Por cuanto al accidente donde lo balacearon (una pierna y no pasó a mayores) sucedió cuando trabajaba en la empresa de valores SEPSA en la ciudad de Guamúchil durante un viernes, el domingo jugó, lanzó en la Liga de Coppel contra el anfitrión y...ganó.
No había intimidación de parte de "El Trompo" y en el mismo circuito (en otra ocasión) que recibe el pelotazo que le tumba los siete dientes y así quería continuar, pero ya no le permitieron.
¿Esos golpes de la vida qué te han dejado?
--Indiscutiblemente me ha sacado de muchos problemas, me ha fortalecido, no me ha dejado caer, mis hijos me dicen disfruta la vida papá, voy al campo y regreso a la casa bien fortalecido.
El Trompo
Y asienta que fueron cosas muy fuertes las que ha tenido, pero que el softbol ha representado su salvación y que si no fuera por esa oportunidad de vida deportiva hubiera caído en los vicios de los que está retirado hace 36 años.
Los inicios de "El Trompo" Torres, que nació un 13 de noviembre de 1961, en el softbol fueron de joven y lo hizo jugando en el circuito Intramuros que entonces organizaba Recursos Hidráulicos, y gracias a ello acudió a eventos a otros estados de ese mismo organismo
Ahí empezó a labrar su Leyenda pues ha recorrido prácticamente todos los diamantes de Culiacán y el nivel más fuerte donde lanzó es la categoría Tercera Especial.
Cierto que el 2005 --durante noviembre-- lo golpeó al suceder el accidente de su hijo (11 años) que todavía lo tiene postrado en una silla de ruedas, pero que ya se defiende porque trabaja y con la posibilidad de que pueda caminar y que en diciembre del mismo año falleciera su madre y cuatro años y medio más se presentara el cáncer a su esposa y perderla en los cuatro posteriores, "Rudy" Torres no baja la guardia, no se tuerce, no se quiebra, no da síntomas de querer 'tirar la toalla' simplemente porque en el softbol está la medicina para esos males que golpean, pero que no acaban con la resistencia de un ser humano que le queda claro que el softbol es una fuente inagotable de energía.
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