Culiacán, Sin. Como ya ha sucedido en ocasiones anteriores, el mantener una base sólida de peloteros en el equipo, tarde que temprano te dará resultados, siempre y cuando sepas orientar todas sus baterías en aras de un proyecto a perseguir.
En ese sentido, los Tomateros de Culiacán se han consolidado como un equipo exitoso y, sin duda alguna, un protagonista de primera clase en la Liga Mexicana del Pacifico (LMP).
¿Y qué más prueba?
Durante los últimos seis años, el equipo Guinda ha conseguido tres campeonatos, y en ese exitoso camino hay peloteros que han sido común denominador en la conquista de dichos títulos.
Acerca de esto, los analistas invitados de los Guindas brindan su perspectiva, sobre cómo el equipo de casa ha construido el éxito, en este periodo.
CESAR BUELNA | RADIO UAS
Una generación con ángel.
Tras una sequía de títulos de más de 10 años, cuajó en el seno Guinda una generación de la cual se esperaba que su talento rindiera frutos tarde que temprano. Y fue precisamente cuando estos peloteros alcanzaron la madurez profesional y obtuvieron la experiencia requerida, para echarse al equipo al hombro.
Un plantel con nombres, pero también con hombres, que lo demostraron con hechos contundentes y un resultado más que palpable de tres títulos en tan solo seis años, que le valen a Tomateros de Culiacán ser considerado por propios y extraños como el equipo de la década pasada en la LMP.
Nos referimos a los peloteros que desde la temporada 2014-2015, iniciaron a escribir con tinta dorada un libro de éxitos que posiciona a la organización Guinda como una de las más exitosas del beisbol profesional mexicano, indiscutiblemente y pésele a quien le pese.
La velocidad y defensa del 'ratero de mercado' Rico Noel; el liderazgo y constancia ofensiva de Ramiro Peña; la garantía con la mascota, su gran “machete” y el magistral manejo de lanzadores de Román Alí Solís; la experiencia y elegancia al fildear de José Guadalupe Chávez; el aporte ofensivo y defensivo del cubanazo Ronier Mustellier, aunado a la majagua explosiva e inteligencia en la caja de bateo de Joey Meneses, hicieron de esta generación de peloteros una de las más dinámicas y versátiles a la hora de jugar a la pelota.
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Qué decir de los lanzadores que en ese lapso contribuyeron con sus pitcheos para construir la ruta hacia la grandeza de una institución que de por sí, ya era grande: Salvador Valdez, Aldo Montes, el zurdo de oro Héctor Daniel Rodríguez y el hombre del momento, el Manny Day, Manny Barreda, lanzadores que, con base en gran comando en sus rectas, curvas, cambios y sliders, dominaron a un sin fin de temidos bateadores del gélido circuito.
No podemos dejar de lado a aquellos peloteros que ya no están en el equipo, pero que pusieron su 'grano de arena' para reposicionar a Tomateros como una de las más grandes instituciones de pelota a nivel nacional: el siempre sonriente Issmael ‘Mailo’ Salas y el versátil Maxwell León, entre muchos otros peloteros que dejaron huella en la década pasada. Una de tres campeonatos, logro que no cualquier equipo de cualquier deporte puede presumir.
JESÚS RODRÍGUEZ | TV AZTECA
Seré sincero. Son pocas las veces que me han invitado a escribir de beisbol, pero cuando lo hago, me concentro en dos minutos, el texto lo comienzo a escribir en mi mente provocándome fascinaciones que pocos conocen, es más, ni siquiera yo las había descubierto.
Cuando me informan del tema, de inmediato inicio en mi mente el camino de lo que escribiré, normalmente pienso en una historia, me traslado a un escenario y solo imagino un estadio; sin nombre, ni equipo, solo un parque de pelota lleno: juego siete de una Serie Final, hombre en segunda y tercera con un out en la novena entrada, viene al turno el campeón de bateo frente al líder de salvados, el equipo defensivo gana 3-2; aquí lo atractivo es más que evidente; está el líder de salvados contra el número uno del bateo, eso hará que el resultado tenga un valor agregado.
Es un momento determinante para un jugador que debe ser determinante. En el deporte lo más importante siempre será la victoria, claro, entendiendo que hay factores, pero si no ganas, no serás medido de la misma manera; por lo tanto, ante un momento determinante, la diferencia está en el que supo resolver... Por cierto, en mi historia, el líder de salvados sacó el último out con ponche ante el líder de bateo.
La diferencia entre un buen jugador y un jugador determinante es inmensa. El deportista a lo largo de su carrera es medido así, qué tan determinante eres en ciertos momentos de presión, es ahí donde nacen las figuras, es ahí donde se cobran los millones.
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Hoy voy a mencionar los jugadores más determinantes en los últimos tres títulos de Tomateros. Entiendo que en el deporte juegan muchos factores para llegar a un título. Lo importante es afrontarlos rápido y decidir. Benjamín Gil es un especialista para eso.
Temporada 2014-2015: Ahí comenzó una nueva era, los referentes e ídolos estaban naciendo y lo hacían de la mano de alguien que sabe lo que significa eso, Benjamín Gil.
Quedamos que hay una enorme diferencia entre los buenos jugadores y los determinantes, por lo tanto, el tamaño de esa diferencia es el mismo entre los que ponen números en temporada regular y los que lo hacen en playoffs.
Si tomo en cuenta la trascendencia de Sebastián Elizalde, la forma de llevar el pitcheo de Alí Solís, los factores en victorias claves como el juego cinco en Mazatlán, o aquella voltereta épica ante Mexicali, o aquel juego siete en Navojoa; si hago eso, la lista no cabrá en el espacio que tengo, por lo tanto, seré estricto y selectivo.
Los jugadores más determinantes en los últimos tres títulos de Tomateros de Culiacán son: Joey Meneses, Rico Noel, Ramiro Peña y Anthony Vásquez. Antes de que lance los mísiles hacia mí. Sin inundarme en estadísticas, los números son cortos y fríos en las tres postemporadas.
Joey Meneses; 13 jonrones, 32 carreras producidas y en los tres playoffs dejó porcentaje arriba de .300.
Ramiro Peña; nadie fue mejor que él en el último título. Dejó .359, 18 producidas y cinco jonrones, en el 2018 se perdió por lesión y en el 2015 fue el jugador referente que se necesita.
Rico Noel; 21 bases robadas y 25 carreras. Factor fundamental en el estilo de juego.
Anthony Vásquez: Difícilmente alguien lo pueda refutar. Ganó nueve juegos, en el 2018 su efectividad fue de 0.69 en 39 entradas, en el 2015 como refuerzo, lo dejó en 2.59 y en este año, donde quizá “lució menos”. Ganó el juego siete.
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