Culiacán, Sin.- Sin lugar a dudas la propagación del virus del Covid-19 ha dejado marcada a la población Mundial, pero en el ámbito local al deporte en general le ha asestado letales golpes, mismo del que el softbol no se ha escapado, pues producto de ello han fallecido jugadores, ampayers y famosos promotores.
Haciendo referencia a este último grupo, abordaremos los casos del profesor Horacio Díaz López, Juan Eliazar Castro Rodríguez y Miguel Ángel Peñuelas Paredes, quienes en ese orden fueron vencidos por el Coronavirus.
Cada uno, desde su propia trinchera, entregó lo mejor de sí en la búsqueda de enaltecer el softbol, de que creciera ordenadamente, que cada día se consolidara y que sus aportes sirvieran de base para que Culiacán y Sinaloa consiguieran los éxitos necesarios a nivel nacional.
Qué decir, que los tres se preocuparon por formar jugadores (as) de bien, de verdadero nivel y que en su momento fueran considerados para incrustarlos en selecciones de Culiacán y Sinaloa, amén que en alguno de los casos llegaron a representar a México en certámenes Internacionales.
Esa fue su misión dentro del softbol y la cumplieron cabalmente, eso sí, cada quien a su manera.
A raíz de ello y en un acto de verdadera justicia, infinidad de jugadores (as), managers, delegados, patrocinadores, ampayers, anotadores y promotores han opinado y gritado a los cuatro vientos que es momento que las autoridades municipales les reconozcan esa destacada labor en pro del deporte de Culiacán.
¿De qué manera?
Primero que nada, que debe haber sensibilidad de parte de quienes rigen los destinos del municipio de Culiacán, Jesús Estrada Ferreiro, quien sin esperar a que le hagan llegar una propuesta formal y oficial acompañada de infinidad de firmas que las respalden, que tome el ‘toro por los cuernos´ y opte por la mejor decisión para que los nombres de los tres personajes arriba citados formen parte de la historia del deporte de la ´pelotablanda´.
“No batallará en nada”, dijo Jesús “Chuy” Cardona, “pues cada uno de ellos, con sus acciones, prácticamente tejieron su propia historia”.
Y es que está muy claro lo que cada quien y en qué lugar (Horacio, Juan y Miguel) pusieron su empeño y granito de arena para engrandecer el softbol.
Cada uno merece un trato especial y qué mejor que una instalación de ese deporte sea bautizada con su nombre.
Chuy Cardona.
Él, junto con su esposa Ana Catalina (Katy) Lizárraga Osuna, fueron los creadores de la Liga EME hace 10 años y han sido abundantes los éxitos, sobresaliendo de manera especial que son un semillero de niñas con nivel y talento, muchas de ellas ganándose un lugar en selecciones de Culiacán y Sinaloa.
Cabe hacer mención que el pasado 5 de marzo fue entregado un oficio de solicitud (para que se le imponga el nombre de Horacio Díaz López al estadio de softbol EME) al presidente municipal, Jesús Estrada Ferreiro, con copia para Robespierre Lizárraga Otero, presidente de la Comisión de Juventud y Deporte.
Hasta la fecha no se le ha dado curso al referido documento.
JUAN ELIAZAR CASTRO RODRÍGUEZ
Juan Castro fue un referente del softbol que promovía Coppel, tanto para sus empleados como Invitados.
Él promovió el softbol de 1983 a 2019 (aproximadamente 37 años) y aquí cabe explicar que en 2017 cerraron las instalaciones deportivas Coppel para dar entrada a otro proyecto, pero aun así siguió trabajando en campos rentados hasta 2019 cuando suspendieron debido a la pandemia.
Castro Rodríguez ingresó a trabajar a Coppel (fue gerente de Cobranzas) en 1975 y se pensionó en 2014.
Lo curioso de cómo nació el proyecto del softbol en las instalaciones Coppel y donde Juan Castro mucho tuvo que ver, es que, en 1983-84 se empezaron a jugar encuentros de beisbol con pelota de plástico y utilizaban palo de escoba.
Que los equipos lo conformaban hombres y mujeres, curiosamente utilizando un terreno que los mismos jugadores (as) empleados le daban limpieza y que con el tiempo se convirtió en Deportivo Coppel.
La Liga de Empleados arrancó con cuatro equipos en 1985 y llegó a aglutinar hasta 70 (56 varonil y 14 femenil) y la Invitados en 1977 con 14 escuadras, pero alcanzaron a cerrar en 29.
Así de grande fue la convocatoria de Juan Castro, quien tuvo en César Peñuelas a su mejor aliado, pues también promovieron el futbol, basquetbol y voleibol.
Juan Castro nació el 23 de agosto de 1952 y falleció el pasado 17 de septiembre de 2020.
Con todos esos antecedentes está claro que el nombre de Juan Castro merece quedar marcado en la historia del deporte de Coppel y lo saludable es que se vea marcado en las instalaciones nuevas que están construyendo allá por los rumbos de Valle Alto.
“Sería lo más lógico, ese honor al ser humano que vio por el Deportivo Coppel durante toda su vida laboral en Coppel. Ya existe una propuesta para que el nuevo deportivo lleve su nombre”, expresó César Peñuelas.
Destacó que lo mínimo es que el campo principal de cada disciplina llevara su nombre.
MIGUEL ÁNGEL PEÑUELAS PAREDES
De esos tres grandes promotores, el último vencido por el Covid-19 fue Miguel Ángel Peñuelas Paredes el pasado 10 de julio, pero dejó un gran legado en el softbol dado que, gracias a su empeño e interés, hizo de este deporte que la colonia Libertad figurara en los primeros planos.
Él levantó el softbol en esa colonia, ciertamente los que lo antecedieron pusieron su parte de manera positiva, pero gracias a Miguel Peñuelas creció, se consolidó y garantizó que los jugadores desplegaran su actividad en un espacio digno y que servía de ejemplo para los demás ya que pecaba de pulcro en limpieza.
Le dio vida al softbol Libertad hace poco más de 23 años, por lo que deja un gran legado a los softbolistas. Gracias a su perseverancia dejó un funcional estadio cuya construcción le costó sangre, sudor y lágrimas.
Desde luego que no estuvo solo, pese a que las autoridades no volteaban a ver el espacio, él ´pico piedra´, tocó puertas y en algunos de los casos hubo personajes que veían cómo luchaba, razón por la cual se adhirieron a su proyecto.
En ese sentido siempre fue agradecido con Marco Vinicio Palazuelos, Juan Ernesto Millán, entre otros.
Como todo proyecto que inicia, arrancaron con escasos 8 equipos, pero llegó a tener temporadas de hasta 54, lo que demostró el poder de convocatoria que tenía y su interés por que una gran mayoría de personas jugaran el softbol.
Por todos esos antecedentes, Miguel Ángel Peñuelas Paredes en vida se ganó a pulso el reconocimiento general y ahora que ya no está entre nosotros, merece que ese espacio que él engrandeció y puso entre los más atractivos para la práctica del softbol, sea bautizado con su nombre.
Las autoridades municipales tienen la palabra.
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