Rangers de Texas al fin lo logró después de un par de intentos en el 2010 y 2011, al vencer a los Diamondbacks de Arizona con score de 5 carreras a 0, para ganar la Serie Mundial de beisbol de Grandes Ligas.
Pese a que fue en terreno ajeno, los miles de aficionados que acudieron a brindarles su apoyo, festejaron en grande pese a que el juego se sostuvo en ceros hasta la sexta entrada para cerrar la serie 4-1.
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Arizona, que se trajo la serie empatada a un triunfo, las cosas no se le dieron en propio estadio para dejar ir el Clásico de Otoño.
Toda la responsabilidad estaba depositada en Zac Gallen, quien firmó una notable actuación desde el cerrito. Seis entradas trabajadas y ningún hit permitido, sin embargo, su extraordinaria labor no fue respaldada por sus compañeros con el madero y en la fatídica todo se desmoronó.
El ataque de los “texanos” cayó en la fatídica séptima entrada en el Chase Field, pese a que el respaldo de los aficionados empujaban fuerte a los de Phoenix, que en diversas ocasiones se quedó con ganas de anotar al dejar a elementos en clara posición de alcanzar la registradora.
En contraparte, el abridor visitante Nathan Eovaldi no tuvo su mejor actuación de la postemporada, otorgó pasaportes y toleró inatrapables, no obstante, en el momento oportuno pudo evitar el daño, no permitió el toletazo que hiciera la diferencia, por lo que la igualada se mantuvo hasta la séptima entrada.
Finalmente, Texas le encontró la pelota a Gallen, quien sufrió tres batazos consecutivos. Corey Seager le conectó el primer imparable y Evan Carter firmó un doblete. Después, Mitchell Garver pegó sencillo productor por la pradera central para que Seager inaugurara el electrónico. Gallen ponchó a Jung y se fue aplaudido por el presente, pese a todo, hubo reconocimiento a su trabajo. Un contraste absoluto y sentimientos encontrados.
Los manejados por Bruce Bochy castigaron en la novena al cerrador Paul Sewald para conquistar el gallardete tras los sencillos de Jung, Lowe y Heim y peor todavía, para ahondar en la herida, el mexicano Alek Thomas pifió por el bosque central para que los dos primeros llegaran a tierra prometida. Cerró la victoria texana el jonrón en solitario de Marcus Semien.
Sborz ponchó a Marte y llegó el out 27, el de la gloria para unos Rangers que se coronaron por primera ocasión en su historia con 11 victorias consecutivas en condición de visitante, histórico.